Marruecos y el veto a Iglesias

Primera plana ·

(...) de consumarse el viaje tal como está ya diseñado, Marruecos comienza a ganarle la partida (ya del todo, en el último intento) al Frente Polisario

Miércoles, 9 de diciembre 2020, 07:53

Cambio de postura. Al final, Pablo Iglesias no asistirá a la cumbre bilateral entre España y Marruecos prevista para el 17 de este mes. No es casualidad. Es el precio a pagar para mantener viva la esperanza de que Mohamed VI reciba a Pedro Sánchez. Rabat juega sus cartas diplomáticas, no tiene prisa. Las molestias del vecino las sufre Madrid. En concreto, Canarias que padece la presión de la inmigración irregular de las pateras y cayucos. ¿Y quién es el gran sacrificado? No cabe duda: el pueblo saharaui. Iglesias se queda en tierra y tan solo acompañará a Sánchez la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Pero el nudo gordiano de las relaciones entre España y Marruecos que pasa, con creces, sobre el conflicto en el Sáhara Occidental, se ventilará con Sánchez. El PSOE, como siempre, se posiciona con Marruecos. Podemos, como sorpresa, comienza a ponerse de perfil cuando tan solo hace unos pocos años Iglesias se refirió como «nuestros hermanos» al pueblo saharaui. Salvo que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) se mueva pronto para presionar a Podemos, Sánchez irá solo a Rabat. De lo contrario, de consumarse el viaje tal como está ya diseñado, Marruecos comienza a ganarle la partida (ya del todo, en el último intento) al Frente Polisario.

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Si Iglesias no acude porque ha molestado su tuit reciente donde recordó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 1995 donde se estipula «un referéndum libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental», pues no hay solución posible que contente al Frente Polisario. Si por un tuit ya Podemos retrocede, ¿cómo pensaba librar el pulso con Marruecos? ¿Rumiaba que era indoloro? ¿Creía Iglesias que el ejército marroquí abandonaría sin más el territorio ocupado que consideran sus provincias del sur?

Para el Frente Polisario es más importante esta pugna en relación al viaje de marras que toda la artillería que puedan desplegar en torno al muro de separación. Sin la complicidad activa del Gobierno de coalición de izquierdas, la causa saharaui estará abandonada. Si Madrid no le apoya ahora, que las coordinadas políticas teóricamente le favorecen, no lo hará nunca. Pero resulta que La Moncloa decide que el vicepresidente no se sube al avión. E Iglesias acepta los hechos consumados.

En clave canaria, el Pacto de las Flores permanece de perfil. Más allá de las palabras protocolarias al uso que procuran contentar a todos, no se sabe nada más desde que Marruecos rompiera el alto el fuego a mediados de noviembre. Hasta donde se sepa, tampoco el Parlamento de Canarias ha emitido declaración institucional donde aclare su posición a cuenta del referéndum de autodeterminación pendiente. Que Podemos y NC sean socios del Gabinete deberían favorecerlo. Pero algún interés oculto y/o superior lo impide. Por supuesto, está el empeño por evitar que se produzca el deleznable hacinamiento en el muelle de Arguineguín. Pero si las relaciones con Marruecos se ciñen a eso, a aguantar lo que te echen, se forja una interlocución desigual. Hoy lo pagará el pueblo saharaui. Mañana será Canarias. Mientras tanto, a pesar de lo dicho, Podemos se desentiende. Una primera batalla que Marruecos gana.

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