Sin margen de error

Papiroflexia ·

No se trata de una situación coyuntural, no culpemos solo al coronavirius de la crisis

Alberto Artiles Castellano

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 3 de junio 2021, 07:32

El archipiélago tiene desde hace décadas el dudoso honor de liderar los principales ratios socioeconómicos negativos del país. Líderes en pobreza, en cifras de paro, con los mayores índices de interinidad, con un sistema educativo cuestionado, universidades de dudosa reputación, con estadísticas históricas en fracaso escolar, listas de espera kilométricas en Sanidad, hospitales saturados, problemas en Dependencia o el acceso una vivienda digna.

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No se trata de un decálogo coyuntural, no culpemos solo al coronavirius. Tardaremos años en recuperarnos de la herencia de Coalición Canaria. Según el último informe de Cáritas presentado el martes, el pasado año se atendió en Canarias a más de 65.000 personas. 45.000 en la provincia de Las Palmas, que incrementó el numero de familias rescatadas en un 82,9%; y 20.000 en Santa Cruz de Tenerife, con un 22% más que en 2019.

Son muchos los factores que influyen en la pobreza y las causas hay que buscarlas, ya no solo en la insuficiencia de recursos naturales de un territorio limitado como el canario, sino también en la incapacidad para gestionar las instituciones y buscar soluciones para reducir los altos niveles de analfabetismo y la falta de preparación de los ciudadanos.

También para encontrar fórmulas con las que combatir la presencia de multinacionales que controlan nuestra economía o la avaricia, la especulación y la corrupción política y empresarial. Una serie de circunstancias que, unidas a los devastadores efectos de una pandemia, dan lugar a que la brecha o separación entre clases se amplíe a niveles intolerables. Brecha como la que sufrimos en estos momentos por inacción o incapacidad de los que han gobernado el archipiélago las últimas décadas.

El coste de la vida ha ido aumentando progresivamente en los últimos años al mismo tiempo que se han estancado o empeorado las condiciones laborales de los canarios. Y la precariedad laboral no es un modelo de crecimiento deseable ni sostenible. Si no se afronta con decisiones políticas rápidas, esta situación puede empeorar y cronificarse en la débil estructura laboral canaria, dependiente única y exclusivamente del turismo de sol y playa por las políticas miopes y cortoplacistas.

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Vivimos un momento histórico en el archipiélago que exige decisiones contundentes de las instituciones, pero también requiere de la responsabilidad de los ciudadanos. Afrontamos meses cruciales, un punto de inflexión urgente con poco margen de error y que depende de todos.

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