Café para todos

Una visita incómoda

Viernes, 12 de abril 2024, 22:59

Hace unos días estuvo por Gran Canaria, invitado por el Cabildo, uno de los periodistas gastronómicos de la vieja guardia, colaborador de El País, comensal ... respetado en el territorio nacional y habitual de todo tipo de eventos y 'saraos' donde lo inviten. Él es José Carlos Capel, tan temido como odiado, tan respetado como admirado.

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Es lo que tiene llevar toda una vida (tiene 80 años) escribiendo y opinando sobre restaurantes, productos y todo lo que tenga que ver con el sector que lo impulsó a la fama. El madrileño, ya lo adelanto, no es santo de mi devoción. Lo respeto, lo leo y disfruto de muchas de sus opiniones, aunque su estilo, muchas veces hiriente y carente de elegancia, no es algo que me entusiasme. Lo veo como una banal señal para tratar de ganar una autoridad que podría tener de una manera más natural, pero que él no contempla.

Todo esto viene al caso porque en su reciente visita a Gran Canaria arremetió de una manera poco comprensible con un restaurante histórico de la capital (Fuji) pidiendo incluso que le retiraran el sol Repsol que posee, a hacer daño. No he visto ninguna indignación generalizada al respecto, a pesar de la gran polémica existente cuando la prestigiosa guía gastronómica decidió no otorgar ningún nuevo sol a la isla recientemente. Ahí sí que se indignaron muchos, pero con la visita de Capel, alojado en el mejor hotel de la ciudad junto a su señora, billete de avión incluido y visitas a restaurantes de nivel, todo pagado por el Cabildo de Gran Canaria, pidiendo retirar soles a la isla, el silencio es generalizado. Será el miedo, imagino, o la ignorancia. O sencillamente la hipocresía.

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