Hace cinco años, cuando España trataba de superar los estragos de la pandemia de covid-19, Canarias empezaba a registrar un repunte migratorio casi sin ... precedentes hasta aquella fecha. La falta de una estructura de acogida y la ineficaz respuesta del Gobierno de España derivaron en aquellas imágenes que ojalá no vuelvan a repetirse: el muelle de Arguineguín repleto de migrantes y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como el personal de Salvamento Marítimo, Cruz Roja y los efectivos sanitarios desbordados por el incesante trabajo de atención a quienes llegaban en pateras y cayucos.
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Un lustro después, CANARIAS7 recuerda aquellos hechos y los coloca frente al espejo de la actualidad, con el archipiélago esperando respuesta ante otro colapso: el de su capacidad de acogida de menores inmigrantes no acompañados. Además del reportaje que se publica hoy sobre lo vivido en Arguineguín, en la edición digital el lector encontrará un trabajo periodístico complementario en formato de pódcast y otro en vídeo.
Por desgracia para el archipiélago, la conclusión es que seguimos en el olvido. Tanto en 2020 como ahora se consolidó por la vía de los hechos la consideración de Canarias como una especie de cárcel para inmigrantes, como si quienes aquí llegaban no lo hicieran a suelo español y comunitario. Costó convencer al Ejecutivo central entonces para que activase la derivación hacia el territorio peninsular, de la misma manera que ahora todo son continuos retrasos para poner en práctica el decreto ley sobre los menores que modificó la Ley de Extranjería.
Esta semana la ministra Sira Rego acaba de poner sobre la mesa la fecha de la última semana de agosto para iniciar ese reparto entre las comunidades, pero todo ello a expensas de lo que resuelva el Tribunal Constitucional sobre los recursos presentados por una decena de comunidades autónomas -tanto las gobernadas por el Partido Popular como también la socialista Castilla-La Mancha-. Y si obligado es preguntar al PP por su negativa a esa derivación cuando ese mismo partido la apoya en Canarias, también lo es que el PSOE explique si habría actuado con la misma falta de diligencia si la comunidad afectada fuera Cataluña.
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Canarias no se merecía lo vivido en 2020 y tampoco es de recibo el trato que recibe en este 2025. Esa es la imagen que dibujamos hoy al colocar el espejo de entonces y el de ahora ante un Gobierno y unos partidos de ámbito estatal que no han dado a las islas la respuesta que precisa.
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