¿Cachanchán o txotxolo?
El triángulo ·
«No están chafalmeja, ni tampoco arretranco, cierto; pero reconozco que dan buenas pistas de cómo de pintorescos podemos ser al tiempo de sacar los colores al prójimo mientras nos quedamos aliviados»No siempre hay ánimos de sesudas reflexiones. Sobre todo si la cruda realidad se empeña en ser más ácida de lo común. En éstas, busco noticias curiosas o con referencias agradables. Este proceder me sirvió para dar con una pieza en 'ABC', ligada a la COPE, versada en los insultos más originales en cada comunidad. En Canarias la relación es; «Zarandajo, pejiguera, laja, tolete, chiquillaje, chifleta, totufo, singuango, sarpeta, cachanchán». No están chafalmeja, ni tampoco arretranco, cierto; pero reconozco que se dan buenas pistas de cómo de pintorescos podemos ser al tiempo de sacar los colores al prójimo mientras nos quedamos aliviados.
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Tras la visión ombliguista, repasé cómo se estilan las 'gracias' en otros lares. En Madrid manda cuerpo escombro; en Cataluña, brétol; y en Asturias me hizo gracia faltosu. En Aragón lidera abadol; en Andalucía, merdellón, término que creo también se da en Ceuta y Melilla; en Cantabria, palajustrán; y en Castilla y León muy a considerar entiendo que es el término de candongo, que no sé yo si tendrá que ver con el callicuezo de Castilla La Mancha.
Figamola es común en la Comunidad Valenciana, como percudío en Extremadura, fazañeiro en Galicia y beneit en Baleares. Follonero y babute son propios de La Rioja y Murcia. A mis amigos vascos les he escuchado con frecuencia el vocablo txotxolo y sé que en Navarra se dice y comenta de muchos escupechados.
Cualquiera de los apelativos fijo que me atañe, lo sé. En pasado, presente o futuro. Elijan pues cuando reitero que el fascismo existe y es peligroso; o cuando elucido que Venezuela y Nicaragua se merecen que Maduro, Ortega y sus secuaces sean sacados a patadas. Si les vale de desahogo, me alegro.
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