Vandalizan una heladería de Barcelona tras una queja por no atender en catalán
El establecimiento, de propiedad argentina, fue atacado por un grupo radical independentista
La heladería Dellaostia, en Barcelona, está en el ojo del huracán. Activistas en defensa del catalán, independentistas y el colectivo argentino de la capital catalana ... llevan días enzarzados en una polémica que no es nueva y que ya se ha repetido varias veces en Cataluña. Siempre por el mismo motivo: hay quien defiende el derecho a ser atendido en catalán y hay quien defiende hacerlo en español. Y radicales independentistas vandalizan establecimientos que consideran 'catalanófobos' si no atienden a sus clientes en la lengua de Pompeu Fabra y llenan las redes sociales de publicidad negativa contra el establecimiento con insultos muy gruesos.
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Los hechos ocurrieron de nuevo hace cuatro días. El concejal de ERC en el distrito de Gràcia, en la ciudad condal, Guillem Roma, ha denunciado públicamente que su mujer fue increpada por el personal de esta heladería por hablar catalán. El negocio es propiedad de un ciudadano de origen argentino. El concejal denunció discriminación lingüística. Al día siguiente, el local apareció vandalizado con pintadas y pegatinas. Y los activistas a favor del catalán llenaron la red de reseñas negativas contra el establecimiento. «El local no respeta el catalán», afirma el grupo que ha reivindicado el ataque, Nosaltres Sols, un grupúsculo independentista que advierte de que ningún ataque a los catalanes quedará «impune». «Si no respetan el catalán, nosotros no les respetaremos», afirma esta entidad en las redes sociales.
Nuria, la mujer del concejal republicano, relató en una emisora de la radio local del barrio barcelonés de Gràcia que el encargado del local la provocó y la llamó maleducada por no hablar en español. «Estás en el Reino de España», afirmó que le espetó, y si tenía algún problema con el castellano, después de que ella se dirigiera al empleado en catalán para pedir un helado de fresa y no cambiara el idioma al ver que no la entendía. La clienta llamó «imbécil» al encargado. Tras el incidente, el local apareció lleno de pegatinas de los radicales nacionalistas con acusaciones de fachas y fascistas en las persianas.
El concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha exigido este jueves al consistorio que actué de oficio ante lo que ha calificado como un «ataque intolerable» y un «acto violento» contra un comercio. Sirera asegurado que «promover ataques en redes contra una heladería —como ya ocurrió con otros comercios— es intolerable». «Exijo al Ayuntamiento de Barcelona que actúe de oficio contra quienes promueven actos violentos contra comercios y trabajadores», ha señalado. Desde el consistorio, el concejal de Seguridad, Albert Batlle, ha mantenido este jueves una cierta equidistancia. Ha evitado denunciar el ataque y no ha salido en defensa del comerciante. En Rac1, ha señalado que hay una normativa que se ha de cumplir en cuanto al uso de las lenguas y ha apelado al diálogo y al equilibrio en aras de la convivencia.
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La entidad Plataforma por la Lengua, que trabaja por el fomento del uso del catalán, ha reclamado a las instituciones más recursos para que se apliquen los reglamentos lingüísticos y se acabe con lo que ha calificado como la «impunidad de los comercios catalanófobos». Las normativa catalana establece que las empresas y los establecimientos dedicados a la venta de productos o a la prestación de servicios tienen que estar en condiciones de poder atender a los consumidores en cualquiera de las lenguas oficiales en Cataluña (catalán y castellano). La señalización y los carteles de información deben estar redactados, por lo menos, en catalán. El incumplimiento de estas normas puede conllevar multas.
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