Sánchez mantiene el apoyo a García Ortiz: «Creemos en su inocencia»

El Ejecutivo siempre ha defendido que no había ninguna razón para perseguir penalmente a García Ortiz, al que Sánchez decidió renovar en su cargo en noviembre de 2023, tras las últimas generales, en medio ya entonces de fuertes presiones de algunos sectores de la fiscalía para que lo relevara. Hace dos años, el foco estaba puesto en la decisión del alto tribunal de anular el ascenso que otorgó a su antecesora en el cargo, la exministra de Justicia Dolores Delgado, para que obtuviese la máxima categoría de la carrera fiscal. Ahora la polémica es otra muy distinta. Pero el mensaje de que no hay razones para su dimisión se mantiene.

Como en el caso de la causa abierta por el juez Juan Carlos Peinado contra la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, en el juzgado de instrucción número 41 de Madrid, o la que se sigue en el juzgado número 3 de Badajoz contra su hermano, David Sánchez, los socialistas alegan que lo único que explica que García Ortiz esté a un paso de sentarse en el banquillo es el interés político y que su único pecado, lo que está en el origen de todo, fue desmentir mediante una nota de prensa un «bulo» difundido por el jefe del gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid para tratar de minimizar la gravedad del delito fiscal presuntamente cometido por la pareja de esta, Alberto González Amador.

Durante meses, el Ejecutivo ha recriminado que se esté «persiguiendo a quien persigue el delito». La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, llegó a afirmar que el juez Ángel Hurtado acusaba «sin pruebas» al fiscal general. Y distintos ministros se han atrevido en múltiples ocasiones a vaticinar que la causa quedaría «en nada». Sánchez incluso dijo que muchos tendrían que «pedir perdón» a García Ortiz. Pero, de momento, todos los pronósticos gubernamentales han caído en saco roto.

El Gobierno creyó que si la causa llegaba a saltar del Tribunal Superior de Justicia de Madrid al Supremo quedaría rápidamente abortado. Y su sorpresa fue mayúscula cuando, pese a rectificar la instancia inferior y dejar claro que no veía problema en la nota informativa que la Fiscalía emitió para desmentir que hubiera ofrecido un pacto de conformidad al novio de Ayuso sino que había sido el abogado de este el que lo había solicitado, el alto tribunal consideró que la causa debía seguir para investigar la publicación, en varios medios, de los correos que atestiguaban ese desmentido.

Ahora desde Moncloa se manifiesta respeto por la decisión judicial pero también se reafirma el discurso planteado por el ministro de Justicia, Félix Bolaños, el pasado 9 de junio, cuando el alto tribunal comunicó el procesamiento ahora avalado por la sala de Apelación, que la continuidad del fiscal general es «perfectamente sostenible» en un estado de Derecho en el que existe la «presunción de inocencia».