Fouad Saidi. Luis Ángel Gómez

«El miedo del gobierno son los jóvenes»

El activista Fouad Saidi abandonó el país tras ser encarcelado por su participación en las manifestaciones del Rif en 2016

G. E.

Sábado, 4 de octubre 2025, 12:09

Una protesta de la generación Z no resulta viable en Al Hoceïma, la ciudad natal de Fouad Saidi. «Porque la mayor parte de dicha generación ... está fuera del país y los que quedan tienen miedo», explica el joven. «Manifestarse allí supone el encarcelamiento y el riesgo de sufrir una condena con más años que en cualquier otro lugar», advierte. Este licenciado en Historia y Civilización, fotógrafo y montador de vídeo, también fue un joven airado en el año 2016, durante las manifestaciones que siguieron a la muerte de Mohcine Fikri, el vendedor de pescado aplastado por la trituradora de un camión de basura al que la Policía había arrojado su mercancía.

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Entonces las marchas también fueron pacíficas y masivas, y, como ahora, los participantes reclamaban educación, trabajo y derechos culturales para los rifeños, los habitantes del norte de Marruecos, de habla amazigh. Asimismo, las convocatorias recurrían a las redes sociales. «En mi página de Facebook daba noticias del Movimiento Popular el Rif», recuerda.

Pero hace casi una década, los ciudadanos airados contaban con un líder, Nasser Zefzazi, y activistas como Saidi, encargado de las labores de comunicación. El primero fue condenado a 20 años de prisión y, según informa Amnistía Internacional, ha sido víctima de torturas y malos tratos entre rejas. El segundo pasó tres años en la cárcel y, después de su liberación, emigró a Países Bajos y, posteriormente, a España. Actualmente se halla en la casa de acogida Martín Etxea que abre sus puertas en territorio vizcaíno.

El descontento de los marroquíes, habitualmente vehiculado en protestas espontáneas, ha mudado su piel. Las manifestaciones de febrero de 2011 fueron el eco local de la Primavera Árabe y las del Rif suponen la última expresión de la marginación de una región que llegó a ser una república independiente e, incluso, sufrió bombardeos con napalm en 1958 que se saldaron con miles de víctimas mortales. «El movimiento Z es más peligroso porque carece de líder y utilizar la violencia puede generar más problemas», advierte.

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Un reino estancado

Los años pasan, pero, en opinión de este activista, nada evoluciona en el reino alauita. Mientras tanto, los inconformistas buscan difusas oportunidades al otro lado del Mediterráneo. «Coges una moto de agua y la Policía no intenta retenerte», afirma. «El miedo del gobierno son los jóvenes y saben que si se van no pasará nada en el futuro».

¿Nadie critica esta situación? «No hay libertad de expresión», aduce Saidi y menciona el buen número de periodistas y activistas procesados. «Las reformas aprobadas han sido cosméticas y la mentalidad de los gobernantes no ha variado en las últimas seis décadas», sostiene con escepticismo y cierta resignación. «Tampoco creo que lo pueda hacer a corto plazo».

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