Todo a punto en el Muelle Deportivo
En el Muelle Deportivo ya se respiran nervios y aspiraciones por lo que se viene encima. Las tripulaciones ultiman arreglos y estrategias antes de que el sábado se inaugure el calendario 2014, que ya es noticia después de meses y meses de incertidumbre a cuenta de subvenciones que no terminaban de llegar. Pero, salvado este escollo por la implicación de Cabildo de Gran Canaria y ayuntamiento capitalino, ahora únicamente se habla de lo que todos desean.
Pronósticos, competencias y previsiones. Todo en medio de un sano ambiente de camaradería, el propio de esta disciplina vernácula ejemplar por los lazos de convivencia que incentiva. CANARIAS7 reunió ayer a representantes destacados de cada bote con el fin de pulsar de qué manera respiran en las vísperas de echarse al mar. Y el optimismo y el entusiasmo son notas predominantes en todos los presentes, portavoces del resto y que sintetizan el deseo común de disfrutar al máximo de las pegas que aparecen en el horizonte. Marcos Cabrera, presidente del Roque Nublo, admite que se busca un salto cualitativo en los resultados heredados: «Después de lo que logramos el año pasado, que fue para enmarcar, las expectativas pasan por mantener la competencia del bote. Después del triunfo en el Eliminatorio, fuimos a la final de la Copa Federación y el equipo está muy ilusionado».
José Daniel Rodríguez, del Puertos de La Luz, persigue «quedar lo más arriba en las tres competiciones» sin descartar la obtención de algún título. «Tenemos medios y un capital humano idóneo para estar arriba», sentencia.
El escotero del Minerva, José Alejandro Cabrera, no oculta que le presupuesto limitado condiciona los retos, lo que ha impedido renovar los materiales, si bien no renuncia a poder celebrar el ochenta aniversario del bote y también las dos décadas del fallecimiento de Manuel Cabrera, el máximo valedor del escudo, mejorando los registros del curso pasado. «Queremos ir a más y espero que lo podamos lograr», sintetiza.
En el Poeta Tomás Morales desean ser protagonistas «y ganarlo todo». De hecho ha sido el primer bote en salir al agua, entrenando desde enero, como recuerda su patrón y escotero Luis Kevin Rosales. Octavio Tejera, presidente del Unión Risco, confía en que el bote siga su tradición histórica de rendimiento notable: «Veo a la gente implicada y eso es lo más importante para que hagamos las cosas bien».
En el Polivela, en boca de su patrón Manuel Farías Barrios, la renovación efectuada en la tripulación no supone una coartada para amilanarse: «El objetivo es mejorar porque para eso hemos trabajado a fondo».
En el Unión San Cristóbal, Juan Ramírez, su presidente y segundo patrón, buscan «lo máximo que se pueda» con la savia nueva que ha llegado para afrontar la campaña que ya está aquí.
En el turno de palabra para el Guerra del Río, Tino de la Nuez, presidente y armador, no esconde el desafío «de estar entre los cinco primeros». Y lanza un órdago: «Si podemos ser los mejores, pues para adelante» Luis Martínez, «ama de casa para todo» en el Santa Catalina, promete batalla: «Queremos luchar contra todos los botes con lo que podamos. Todos son rivales porque estamos muy igualados, aunque hay dos o tres más potentes en material, fundamentalmente. No tenemos patrocinador, pero con la ilusión que le vamos a poner, desde luego que podemos compensar esta pequeña desventaja».
El patrón del Villa de Agüimes, David Hernández, avisa a navegantes: «Vamos a afrontar un año de transición. El patrón de los últimos años no puede seguir por motivos personales y eso me ha dado la caña a mí. Tendremos muy difícil lograr lo que en los últimos años ya hizo el Villa de Agüimes. Pero queremos dedicarle a Alejandro Rodríguez una gran alegría y eso nos motiva a todos».
Javier Barreto, patrón del Pueblo Guanche, confía en que «cuadre todo» para que este bote sea protagonista.
Y cierra la ronda de impresiones previas Federico Rodríguez, tesorero del Estibadores Portuarios, campeón del Provincial, y que, tras la marcha de Juanjo Díaz, busca el patrón con el que revalidar el cetro: «Iremos a por todas como no puede ser de otra manera», avanza. Ahora las palabras ya quedan de lado y llega la hora de hacer lo que a todos apasiona: expresarse entre el viento y las corrientes, sacar el máximo partido al bote y devolver todo el cariño recibido cada sábado. Vuelve la vela latina y lo hace con doce participantes unidos por la ambición de prestigiar un deporte único por sus esencias.