Paco Herrera, ante una maldición
Una curiosa maldición estadística vienen dándose desde que comenzó el siglo XXI en la UD. Con temporadas mejores o peores,el equipo ha sido incapaz de arrancar con dos victorias consecutivas la competición en curso. Ahora, tras el 2-0 ante el Llagostera, Paco Herrera puede clausurar esta pésima tradición. Hay que remontarse a la temporada del último ascenso a Primera División, curso 1999-2000, para encontrar el último precedente de pleno de puntos en las dos jornadas iniciales. Entonces, la clausura del calendario resultó inmejorable, con el regreso a la máxima categoría tras doce años de ausencia. Pero en aquel tiempo se marcó una frontera que todavía permanece vigente, porque ningún otro entrenador (incluyendo al propio Kresic en una segunda etapa) ha podido guiar a la UD para que iniciara el calendario a golpe de triunfos. En Primera, Segunda, Segunda B... No hubo manera de ilusionar a la afición a base de resultados y a las primeras de cambio como la campaña que sigue siendo referencia.
Fernando Vázquez, Josu Uribe, Juan Manuel Rodríguez (en tres etapas), David Amaral, Josip Visnjic, Carlos Aguiar, Juanito, Sergio Kresic, Paco Jémez y Sergio Lobera integran la nómina de preparadores que, desde entonces, han tratado sin éxito de adquirir regularidad y puntos en las fechas más tempranas. De hecho, Miguel Ángel Ramírez no conoce en su etapa presidencial en la UD la circunstancia de saldar con victoria los primeros compromisos ligueros. Ni siquiera David García, capitán que acumula doce años consecutivos en la primera plantilla. Ahora Paco Herrera tiene una oportunidad inigualable de derribar este muro psicológico que ha marcado la trayectoria de Las Palmas en los últimos lustros. Tras el 2-0 del pasado fin de semana frente al Llagostera, el entrenado catalán está en disposición de poner fin, de una vez, a una inercia negativa. Las buenas sensaciones que dejó el equipo el fin de semana pasado así como las dudas que se ciernen sobre un Mallorca en construcción y que estrenó técnico hace unas semanas alimentan las esperanzas de regresar de Baleares con un buen resultado que, además de los tres puntos, tendría connotaciones históricas.