Juan Santana: "Sin la unión que tenemos ya habríamos desaparecido"
Toda la familia de la vela latina, con su federación al frente, ha expresado su incertidumbre y temores a cuenta de la organización y desarrollo de la próxima temporada por los recortes económicos. ¿Cuál es la situación en estos momentos? La nueva temporada se presenta muy dura. Todo hace indicar que un bote no saldrá, como es el Tara, ya retirado el año pasado por el comité por sumar más de tres incomparecencias, y otros botes todavía tienen muchas dudas para salir, con lo cual la competición puede verse reducida a doce botes o, incluso, hasta menos. Si se suma esto al recorte de ayudas y subvenciones que arrastramos de los últimos años, todavía es más preocupante todo. Los botes están sufriendo para conseguir sus patrocinios y poder, por lo menos, cubrir gastos de forma digna para salir. En cuanto a la federación, ya dijimos en diciembre que con el último recorte del Gobierno de Canarias, ya no podíamos seguir. Esto tiene unos gastos y una concesión administrativa que hay que pagar y si siguen disminuyendo las ayudas y la Caja ya no está, la empresa privada no nos va a patrocinar. Iniciamos contactos y reuniones con instituciones para ver qué podíamos reunir, porque lo que no queríamos hacer es arrancar la temporada y al mes interrumpirla por falta de medios... ¿Se ha avanzado algo? Sí. Hay que destacar el comportamiento excelente del Cabildo de Gran Canaria, que para este 2014 no sólo mantendrá la ayuda del año pasado, sino que la incrementará a unos 45.000 euros, por los 42.000-43.000 que daba anteriormente, sin olvidar, también, su aportación para la entrega de trofeos.Y por la marca Gran Canaria-2014 cada bote percibirá 600 euros. Con el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria estamos negociando el pago del IBI de 5.000 euros que debemos asumir nosotros. Antes no lo pagábamos, pero, con la ley en la mano, tienen razón para cobrarlo. Queremos que a través de alguna fórmula o convenio podamos compensarlo. Y en la última reunión que tuvimos con Luis Ibarra, presidente de la Autoridad Portuaria, nos dijo que iba a abonarnos antes de febrero el resto de los 20.000 euros comprometidos para 2013 a través de su Fundación, y que en 2014 iban a mantener la ayuda. Desde luego que con todo esto se aclara el panorama. ¿Y el Gobierno de Canarias? En la última reunión de la Comisión de Juegos y Deportes Autóctonos, con presencia de los consejeros de Deportes de todas las islas, mantuve unas palabras con el Director General de Deportes para decirle que habíamos sido perjudicados en el cambio de criterio aplicado para el reparto de ayudas. De 34.000 euros en 2012, pasamos a 11.000 en 2013. Y para este año salíamos peor. Él me dijo que iba a restituir la ayuda de 2012. Se comprometió a ello. Incluso quiere resarcirnos de la disminución de 2013 con alguna cantidad. Esperamos esos 34.000 euros. ¿Para cuándo? Ya está en los presupuestos. No podemos esperar al 31 de diciembre cuando la temporada ya ha acabado. Si no pago la luz me la cortan, si no hay combustible las embarcaciones no salen, si no actualizo el salario a los trabajadores éstos no trabajarán, igual con la Seguridad Social con sus recargos y sanciones... El Director General de Deportes se comprometió a habilitar alguna manera para que en los primeros meses del año recibiéramos casi el 50% y, luego, el resto. Entonces la temporada arrancará sin anomalías. Por parte de la federación así lo vemos. Pero el Gobierno todavía no ha pagado. ¿Sin esos 34.000 euros sería imposible? Totalmente. Necesitamos una parte de ese dinero para arrancar. Cuando accedimos a esta federación en el año 2003 nos favorecimos de la política llevada a cabo por los anteriores gestores, quienes habilitaron un fondo de maniobra, hablando vulgarmente, un colchón. Hasta mayo o junio que empezaban a entrar los primeros dineros, ya teníamos una parte importante del presupuesto consumida. Y tirábamos del fondo de maniobra. Pero ahora el fondo de maniobra, que en un principio estaba en 100.000 euros, se ha ido reduciendo hasta ahora. Tendríamos, sí, para empezar la competición, pero no para continuar luego. Y si no nos adelantan dinero como así nos han dicho, no hay salida. ¿Se han marcado algún plazo? Porque enero ya se termina... El Director General de Deportes nos hizo una promesa y esperamos que la cumpla. En febrero esperamos cobrar el resto de 2013 y algo de 2014. Tenemos que creerlo y tengo completa seguridad en su palabra. Cabildo, Ayuntamiento y La Caja están al día. Esperamos ahora por el Gobierno y la Autoridad Portuaria. También, por el bien de los botes, le recordé a Ramón Miranda la necesidad de ejecutar la Ley de Mecenazgo que ya le planteamos anteriormente. Eso incentivaría la inversión empresarial sin ningún tipo de dudas y los ejemplos están ahí. ¿Se mantienen todas las fechas previstas para el calendario del 2014? No hemos parado en ningún momento. La asamblea general extraordinaria deportiva se celebrará el 6 de febrero y procederemos a la apertura de inscripciones, que se cerrarán a finales de ese mes. Con arreglo a los botes sacaremos el calendario. Queremos aprovechar las dos últimas semanas del mes de marzo y tratar de meter muchas jornadas los sábados para ahorrar costes a los botes. ¿Ha tenido que aplacar temores y tranquilizar a presidentes, tripulaciones y promotores de la vela latina? La gente te para, te pregunta. Los presidentes han informado a todos sus tripulantes conforme a la información que les hemos dado. Yo paso todos los días por el Muelle Deportivo y atiendo a todos, aunque hemos ido informando a todos convenientemente. Todos nos han apoyado en nuestra lucha por seguir. Esa unión nos está salvando de la desaparición, de arrojar la toalla. Tengo muy claro que si no hubiese sido así, la vela latina ya no estaría en pie, habríamos desaparecido del mapa. Pero algunos protagonistas destacados de la modalidad, como el patrón del Estibadores Portuarios, campeón del Provincial del año pasado, se van de la vela latina aburridos de tantos inconvenientes, según sus propias palabras. Y no es el único que ha decidido abandonar. ¿Qué reflexión le merece? El aficionado de la vela latina es peculiar. Le ofrecemos un espectáculo y no le cobramos nada, le solucionamos el problema de los aparcamientos en la avenida, el transporte gratuito de guaguas para ver las regatas, entre otras gestiones... Muchas veces, la federación está más quemada en resolver estas situaciones colaterales que en la propia esencia deportiva, que es para lo que estamos. Nos hemos encontrado con el espigón que hizo la Autoridad Portuaria, con el parking en el Muelle Deportivo... No son cosas que tú dominas pero sí que condicionan en el día a día. La crisis a nosotros, como a todos los deportes y la sociedad en general, nos ha hecho muchísimo daño. Las empresas no tienen un euro y cuesta conseguir apoyos. El material deportivo marino sigue siendo caro. Si vienes a competir, aunque te guste, si no tienes los medios necesarios, te acabas aburriendo, como le ha pasado a Juanjo Díaz, del Portuarios. Pero hay que dar la cara y tirar adelante. Y seguir dando a la gente un espectáculo. Y un sábado por la tarde la oferta es tremenda. Sabemos que hay que luchar. ¿El hecho de que la temporada del nuevo año se desarrolle con normalidad ya será un éxito por encima del balance competitivo? Siempre he sido optimista. ¿Por qué tenemos que estar sufriendo? ¿Por qué tenemos que pedir cincuenta mil favores para que la vela sobreviva? La propia Ley Canaria del Deporte involucra a la clase política para que colabore con nuestras disciplinas tradicionales. Antes de salir y formar escándalo, hemos confiado en el trabajo e implicación de todos. Saldremos adelante. De lo contrario no estaría aquí. Como presidente, ¿hasta qué punto le erosiona que cada vez que tiene que hablar de la vela latina deba centrarse, porque así lo marca la actualidad, en toda su coyuntura problemática más allá del ámbito lúdico? A nivel personal, esto quema muchísimo. En este deporte estamos por amor. Los comités que tenemos, por poner un ejemplo, son altruistas. Salvo un desayuno, una merienda o un almuerzo, nada le damos. Ni siquiera hemos podido renovar sus equipajes. Y los que estamos en la vela sacrificamos mucha vida familiar por la vela y, con todas estas cosas, desde luego que sientes impotencia. Seguimos tirando del carro porque siempre acabas consiguiendo favores de gente que ama y siente la vela. Queda desear, entonces, que la próxima vez que le toque pronunciarse en público sea para bendecir la competición, hablar sobre los botes, dar sus impresiones de las pegas... Seguro que así será. Hemos pasado por tiempos duros y seguimos superando adversidades. Pero eso no podrá con nuestro ánimo y nuestras ganas de continuar. Este deporte es nuestra vida.