Herrera: «No busco fantasmas ni manos negras»
Si a Paco Herrera le ha iluminado la cualidad de saber ganar, ayer también acertó a guardar el protocolo, al calor de un 2-1 adverso que tenía encendidos a sus jugadores. Reacio a lloros y quejas, aunque tuviese motivos para alzar la voz, el entrenador de la UD analizó el encuentro con rigurosa profesionalidad. Con hechos probados y sin entrar en hipótesis. Detectó errores propios, mostró soluciones y terminó con un llamamiento al optimismo. «Seguimos líderes», enfatizó para reponer la moral de la tropa.
«Tras el penalti, tengo la sensación de que hemos entrado en una espiral de no comprender el partido... Estábamos muy bien y no queríamos cambiar el rumbo. El 1-1 nos ha sacado del partido, se paraba mucho, fue a un sitio en el que no sabemos jugar y se nos ha ido de las manos», dijo.
Eso sí, no vio proporcional el resultado definitivo: «Como mínimo, merecimos el empate, las ocasiones de gol han sido casi todas nuestras. Un palo, tiros desde cerca...»
Inevitables las referencias a la acción de Silva penalizada detro del área de Casto: «Me han dicho que no parece penalti. No estamos teniendo suerte a raíz del famoso partido con los tres expulsados frente al Zaragoza. Creo que tenemos unos árbitros excelentes, pero todas las semanas nos está tocando el lado malo. No quiero que me toque el lado bueno, pero que todo se compense. Tres minutos de prolongación con tantos cambios y con David García sobre el suelo dos minutos... No nos están ayudando, estamos teniendo una mala racha, pero no busco fantasmas, ni una mano negra».
Sobre si el árbitro fue decisivo, dijo: «No entro en eso. Ha tomado la decisión que ha tomado, ellos han hecho gol y nosotros, si somos los líderes, tenemos que tener la capacidad de pelear el partido para remontarlo. Sería de cobardes buscar excusas. La única forma de arreglar equivocaciones es desde nuestro lado, con más ansias de marcar y de ganar».
Tras esclarecer que el cambio de Nauzet se debió a unas molestias musculares, hizo un guiño al optimismo: «Lo primero que he hecho al entrar al vestuario ha sido decirle a todo el mundo que somos los mejores y que seguimos arriba. Casi me quedo sin voz. Ya no podemos perder más partidos. Si nos lo creemos, lo conseguiremos».