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Álvaro Rivero (Vecindario, 1998) tiene muchos sueños en su lista, pero puede decir con satisfacción que ya ha cumplido uno de ellos: formar parte del taller de la diseñadora holandesa de alta costura Iris Van Herpen. Esta oportunidad le llevó a ser miembro del equipo de confección de uno de los vestidos que lució Beyoncé en su concierto en Ámsterdam dentro de su actual gira mundial 'Renaissance World Tour'.
Pero antes de vivir esta experiencia, el joven grancanario, que en este momento se define como patronista pero aspira a ser diseñador de moda, tuvo que recorrer un camino marcado por diferentes vivencias. Todo comenzó en su adolescencia, cuando encontró unos libros de moda de los años 90 en su casa. La inquietud por este oficio llegó a su vida, e intentó transformar un chándal en una camiseta. «En ese momento supe que quería aprender a hacer ropa», confiesa.
A partir de aquí, como muchas personas de su generación, las dudas inundaron su mente. El primer paso lo dio en el IES La Minilla, donde inició sus estudios en el ciclo medio de Confección y Moda. Tras ello, realizó un parón para «vivir otras experiencias» que lo llevaron a Madrid. Fue en 2021, ya en la isla y tras la pandemia por la covid, cuando se reencontró con los hilos y las telas en el ciclo superior de Patronaje y Moda, en el mismo centro educativo de la capital grancanaria.
«En el segundo año no sabía si irme de Erasmus. De hecho, pensaba quedarme aquí, en la isla, pero busqué si en el taller de Iris Van Herpen, a la que admiro desde sus inicios, admitían a alumnos en prácticas», relata Rivero. Comenzó así un proceso de meses donde tuvo que pasar distintas fases para ser elegido. Una de ellas fue una prueba de costura a mano que tenía que realizar en seis horas.
Tras unas semanas, recibió el correo en el que le comunicaban que había sido admitido y, en marzo de este año, comenzó su aventura. «Mi tutora en Gran Canaria me decía que allí, en Ámsterdam, mirara, pero que no tocara, ya que probablemente no me iban a dejar cortar nada porque las telas eran carísimas, pero al segundo día ya estaba inmerso en el proceso de creación de una colaboración con Rolls-Royce, que saldrá a finales de año», comenta.
El grancanario destaca que el mundo de la moda es «sacrificado». Las jornadas de trabajo durante los meses que estuvo de Erasmus podían llegar a durar 12 horas, y hubo veces en las que solo libraba los domingos. Sin embargo, resalta que lo mejor que se lleva de la experiencia son sus compañeros y todo el aprendizaje.
Uno de los momentos más destacados de su experiencia en el taller de Iris Van Herpen fue el trabajo que realizó para el vestido que Beyoncé lució en el concierto que dio en Ámsterdam dentro de la gira 'Renaissance World Tour'. El 17 de junio, la artista abrió su esperado 'show' con el diseño del que el grancanario formó parte.
«Se trata de una pieza que nos llevó 600 horas», cuenta Rivero. «Desde el estudio se le enviaron diferentes propuestas a la estilista de la artista, y fue a mediados de marzo cuando nos confirmaron que querían seguir adelante con uno de los diseños», narra el joven grancanario, al que le encargaron una de las tareas más importantes del proceso: la creación del maniquí.
Para ello, el equipo de la cantante, que estuvo en contacto de forma permanente con el taller, les facilitó sus medidas exactas, «desde los tobillos hasta cada uno de sus antebrazos y muñecas».
En primer lugar, realizaron un prototipo del proyecto para poder adaptarlo al maniquí. Con este primer paso dado, se comenzó con el verdadero vestido, para el que se utilizó una tela especial de tull con el color exacto de piel de la cantante. Además, uno de los elementos clave eran más de 900 piezas, todas diferentes, que estaban hechas de silicona y de un material al que denominan 'mirror' (espejo en español), las cuales se pegaron a la base.
Así, un equipo formado por seis personas, entre las que se encontraba el grancanario, colocó uno por uno los fragmentos, que daban forma y movimiento al vestido. Un proceso «muy complejo», ya que se tenían que ir limpiando uno por uno los pequeños espejos para que no quedaran las marcas de las huellas dactilares.
Como se trataba de un vestido de última hora, no había posibilidad de probar cómo quedaba en el cuerpo de la autora de 'Love on top', por lo que una persona con las mismas medidas de la cantante realizó la prueba de vestuario.
Y, tras unos meses, llegó el momento en el que Beyoncé lució la creación holandesa. «Fue muy emocionante verla con ese vestido, verlo por fin en la vida real, ya puesto y en escena. Cuando vimos las imágenes empezamos a hablar todos por el grupo, a pasarnos vídeos, incluso lloramos. La jefa del taller nos envió un mensaje para felicitarnos por todo el trabajo, ya que había sido muy duro», comenta Rivero.
Formar parte de un taller como el de Van Herpen le ha dado esperanzas a Rivero. En este último mes ha viajado con el equipo de la diseñadora holandesa a la Semana de la Moda de París, pero las ganas del joven grancanario por seguir luchando para conseguir sus metas son inagotables.
«Este verano empezaré a investigar para poder llevar a cabo mi primera colección», asegura Rivero, que cuenta que lo hará con uno de sus amigos. Así, su intención es alquilar un espacio en un 'coworking' de la capital grancanaria para ir moldeando su próximo proyecto.
«Mi principal objetivo es llevar a Gran Canaria, mi isla, por todo el mundo. Al final, Canarias es un referente por la moda de baño, pero quiero que también cobre más valor la alta costura», recalca Rivero. Con este objetivo, su primera colección tratará de seguir los pasos de Van Herpen: «Mi intención es combinar la artesanía de las islas con la innovación y la tecnología».
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