La Palmera Sur, siempre sorprendente y espectacular

Otras muchas, seguro que habrán tenido que ver con la ansiada lista de espera o el triunfo de una reserva confirmada, porque conseguir mesa en La Palmera Sur es un logro al que no todos llegan y, por último y quizás lo más importante, las sensaciones y emociones que provocan todas y cada una de sus elaboraciones, sin excepción.

Desde su peculiar y diferente ubicación, en el maravilloso hotel Gold by Marina, pasando por su decoración, especial y sumamente agradable, se comienza a sumar al arranque de la experiencia. La atención en sala y los panecillos con los que ir abriendo el apetito, junto con el almogrote y el chorizo de Teror acomodan y presagian todo lo bueno y diferente que está por llegar.

Lea la carta con detenimiento, pero no se demore en pedir las berenjenas y los bocatas de calamares, platos que verá replicados en cada mesa a su alrededor. Texturas y matices que hacen palpitar a la vez, varios de nuestros sentidos.

Desde unas arepas, hasta unos kebabs, unos siempre apetecibles panes bao o increíbles tacos mejicanos, son una considerable muestra de la gastronomía fusión que Manolo y María defienden y pilotan desde la cocina.

Fusiones que respetan el origen de la receta y del producto, texturas y presentaciones originales y exclusivas que hacen de La Palmera Sur una experiencia de lo más rica y diversa que convierten a este local en el lugar más especial donde estar, probar y disfrutar.

Sea la primera visita o no, hay platos que solo se disfrutan en La Palmera Sur o en alguno de los locales que tiene el Grupo Támbara en el sur de Gran Canaria. Sus croquetas de kimchi, pez mantequilla, huevo de codorniz y cacahuetes que tras un solo bocado y de en una sola vez, tendrán un nuevo registro en su memoria inolvidable. O sus langostinos picantes con curry rojo, leche de coco, piña, lima kafir y cilantro acompañado de arroz al jazmín, que hace gala de la fama que le precede. Dos grandes ejemplos del dominio en la confluencia de gastronomías del mundo y, que, en La Palmera Sur las hacen propias.

Que disfrutar de La Palmera Sur en los meses de verano es el acontecimiento social más irresistible de la época estival es un dato que corona cualquier pirámide desde hace algunos años, porque cuando se hacen bien las cosas y el foco alumbra a lo importante, con todo el trabajo y el sacrificio que ello supone, la recompensa no puede ser otra. Además, no pierdan detalle de la encantadora terraza durante este período.

Pero le animamos a que sea cuando sea, otoño, primavera, e incluso invierno, La Palmera Sur es ya un clásico que se disfruta cualquier mes del año, porque aquí, la experiencia siempre será sorprendente y espectacular.

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