Años compartidos de Vintae y Familia Gil, a copa llena en El Churrasco
Una cata dirigida por el enólogo de Vintae, Richi Arambarri, recorrió cada rincón de cada bodega que esta compañía vitícola posee en diferentes regiones de España y, en particular, los que elaboran en exclusiva para la Familia Gil
El Churrasco acogió el 11 de septiembre, un encuentro enológico con la Familia Gil como anfitriona y Vintae como compañera de viaje. Un brindis por la amistad, por el oficio y por una manera de entender el vino copa a copa, mesa a mesa, con la emoción de Mario Gil recordando los años de trabajo conjunto y la dirección del enólogo Richi Arambarri, que condujo un maridaje a la medida de las carnes y brasas de esta casa, donde una vez más dejaron de manifiesto lo que mejor saben hacer: agasajar al comensal.
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La historia de una unión que se bebe
Vintae nació del empuje de la familia Arambarri y hoy trabaja viñedos en múltiples regiones españolas con una visión exploradora que busca contar el paisaje a través de cada etiqueta. Su origen se remonta a 1999 y, con la incorporación de los hijos, Richi y José Miguel, tomó forma el grupo tal y como hoy se les conoce. Ese espíritu viajero, desde Rioja a Toro, Ribera del Duero, Navarra y otros pequeños proyectos en la zona norte de España explican la amplitud de referencias que Vintae elabora y selecciona para proyectos como el de la Familia Gil, labor que hacen en exclusiva para ellos, como sus referencias 'Familia Gil' reserva de Rioja, o 'Familia Gil' Ribera del Duero, 30 meses entre otros.
Referencias que explican la historia que unió a ambas familias y que se materializan en cada una de las botellas, hilo conductor de la magnífica velada.
El Churrasco, templo de brasas y hospitalidad
En El Churrasco, la cocina habla el idioma del tiempo justo. Mario Gil, su propietario, ha convertido el restaurante en un referente único de la isla: una casa donde la carne se respeta y el resto de la carta la acompaña, desde la primera hasta la última elaboración. Y qué decir del servicio que siempre consigue el efecto de un abrazo en cada pase, de quienes se dice, incluso, que crean escuela.
Desde esta misma identidad, la bodega del restaurante no podía ser menos creando vínculos únicos que solo la Familia Gil podía perpetuar, con criterio y narrativa, como la que se dejó de manifiesto en el menú maridaje Familia Gil-Vintae.
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La cata, cercanía y emoción
De manera precisa y didáctica, Richi Arambarri guio a los asistentes por una ruta de paisajes y uvas, desde el frescor atlántico hasta la madurez continental, subrayando el equilibrio entre viticultura, territorio y gastronomía y no faltó la nota emocional, con la intervención de Mario Gil al recordar los años de colaboración, y de equipo para transitar junto a Vintae hasta conseguir esos vinos únicos y exclusivos propios de la casa de la familia Gil que llegaron hasta El Churrasco para engrandecer, no solo las copas sino también cada uno de sus platos.
El comensal como parte de la familia
Para la ocasión, la sala de El Churrasco se llenó hasta la bandera, porque pocos pueden conseguir que se sienten a la mesa, juntos y a la vez, destacados profesionales de la hostelería y la gastronomía de Gran Canaria, junto a invitados de distintos ámbitos de la sociedad canaria.
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Paladares de excepción quienes brindaron también al unísono por esta alianza que ya suma años de historia y donde todos y cada uno agradecieron la generosidad y la hospitalidad, marca de la casa El Churrasco y de la Familia Gil.
Menú y cata
Los entrantes se multiplicaron en cada mesa, arrancando con uno de sus clásicos infalibles: la ensalada de la casa acompañada de la fresca referencia 'María Rosa'.
Le siguieron las habitas con lágrimas de Jabugo y vino cuidado para la familia, con su Rioja Familia Gil Reserva.
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Unos langostinos crujientes y unos champiñones Portobello a reglón seguido, así como generosos cortes de jamón 'Silencio' de Jabugo que encontraron la mejor compañía con la denominación Ribera del Duero 30 meses de 'Familia Gil'.
La antesala a las carnes, la marcó un delicado carpaccio de Angus, como telonero excepcional a los platos fuertes de la velada.
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Las carnes, la mejor firma de la Familia Gil
Un lomo bajo de novillo argentino, Charolesa Francesa y Jersey Danés fueron los encargados de dejar la impronta de las magníficas brasas que se prenden cada día en esta casa y en cada corte, Vintae se ocupó de contar las diferentes referencias que defienden con criterio y honestidad en gran parte del territorio peninsular: Matsu, Bardos y Classica se sirvieron para dotar de más intensidad cada bocado, porque, si algo quedó claro tras el maridaje y la cata es que, los vinos nos hablan de lugares y la buena mesa es la que consigue hacerlos brillar, incluso antes de que llegara una cuidada y exquisita selección de quesos a los postres.
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