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Sólo se realiza una vez al año, y es uno de los grandes acontecimientos en la histórica destilería de Arehucas, la bodega de ron más grande de Europa y una de las destilerías más antiguas, con 138 años de historia, donde ha conseguido producir uno de los rones más reconocidos a nivel internacional, todo un ejemplo de excelencia que es orgullo de Canarias. El mes de marzo es un mes idóneo para recoger la caña que después se convertirá en ron. Este momento del año es sin ninguna duda uno de los periodos más bonitos para visitar la destilería y ver todo el proceso de la molienda. De este modo se vive en primera persona esta histórica tradición que Arehucas mantiene desde finales del siglo XIX.
Este jueves ha tenido lugar una ruta por las entrañas del proceso y por supuesto una privilegiada visita a la inmensa finca Las Vegas, también en Arucas, donde la plantación de caña de azúcar se recoge con sudor y emoción por parte de los trabajadores, muchos de ellos, además, ejerciendo esta labor durante toda una vida. La ruta teatralizada, donde aparecieron personajes históricos de la empresa, como el propio fundador, Alfredo Martín, que hizo de anfitrión y guía, sirvió a los presentes para conocer, con todo lujo de detalle y total transparencia, el mimo y el respeto a la actividad artesana del proceso, acumulando, como dato abrumador que da buena muestra de su tamaño, unos 1,2 millones de litros de aguardiente añejando en sus instalaciones.
El encargado de explicar la importancia de lo que ahí sucede fue el embajador global de Arehucas, Óscar Lafuente de Blas, que tiene la capacidad de describir los detalles técnicos de la elaboración de este arte con una claridad que se agradece. Tras la ruta por la finca, donde incluso se preparó un cóctel con el guarapo recién sacado de la caña, limas de la isla y el ron selección familiar blanco de Arehucas, los invitados se adentraron en el interior de la destilería, que además de sostenible será pronto ecológica, para conocer la bodega, el museo, la sala de embotellamiento o la sala de formación, antes de pasar a la terraza para disfrutar de los últimos cócteles de un día especial y muy feliz.
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Melchor Sáiz-Pardo, Sara I. Belled, Álex Sánchez y Lidia Carvajal
Ignacio Tylko | Madrid y Álex Sánchez
Borja Crespo, Leticia Aróstegui y Sara I. Belled
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