Venecia: el destino soñado donde la gastronomía es un arte

Dicen que visitar Venecia es una de las cosas que cualquier persona debe hacer, al menos, una vez en la vida. La cinematográfica ciudad, tan presente en tantas películas y libros, es un destino soñado por el que cada año suspiran tantos y tantos turistas que ven como todo lo que habían visto, oído o leído sobre ella no se aproxima a la hermosa realidad. Desde Canarias, ahora ya se puede hacer el sueño realidad gracias a Binter, que conecta este destino de manera directa con las Islas. Situada en el noreste de Italia, la ciudad se erige sobre un conjunto de islas a orillas del Mar Adriático, con un patrimonio cultural y arquitectónico único, además de los icónicos canales donde las góndolas hacen las delicias de tantas parejas, en la estampa más célebre de la capital del Véneto.

Todo pasa por la sobrecogedora plaza de San Marcos, donde destacan imponentes la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal y el Campanario, el edificio más alto de Venecia, tres grandes emblemas de la ciudad, junto con el histórico Caffè Florian, uno de los negocios con más pompa.

Fundado en 1720, este era el punto de encuentro de nobles, políticos o intelectuales, donde la Sala del Senado, la Sala China, la Sala Oriental y la Sala de los Hombres Ilustres, siguen siendo testigos privilegiados de la rica historia de la ciudad. Es también, por supuesto, una atracción turística que llena a diario, donde tomar un buen café. Allí la actividad cultural es imparable, haciendo también de sede de numerosas exposiciones y eventos culturales.

Venecia es sinónimo de mil callejones, canales, rincones preciosos y negocios de una época gloriosa que permanecen impecables, intactos. Pero si algo destaca en la ciudad, ese es el Gran Canal, llamado por los locales el Canalazzo, con cerca de cuatro kilómetros de longitud, que divide la ciudad en dos: tres barrios al oeste y tres al este. Recorrerlo es una tarea obligada, bien en góndola o bien en vaporetto, que siempre será más económico. En ese trayecto es fundamental estar atentos para disfrutar con el Puente de Rialto, el más famoso de Venecia. La estructura de esta joya data de finales del siglo XVI, siendo una destacada obra de ingeniería para su época. Ahí, en el Rialto, la foto de rigor no falla.

Muy cerca de allí encontramos el mercado de Rialto, con una generosa y cuidada selección de pescados y mariscos, la gran mayoría capturas frescas y entregadas a diario por los pescadores que navegan por la laguna y el Adriático. Este mercado es el más antiguo de Venecia, operativo desde 1097, ofreciendo también frutas y verduras. Además, la zona donde se ubica, en el distrito de San Polo, es muy popular para tomar, por ejemplo, el aperitivo, siendo una zona muy animada.

Y ya que entramos en materia, después del aperitivo podemos acercarnos hasta la Osteria Alla Staffa, una de las más conocidas y recomendadas en la ciudad. Cerca de la impresionante librería Acqua Alta, este pequeño restaurante es famoso por su gran relación calidad-precio, destacando la pasta y las frituras de pescado y marisco.

Si queremos sumergirnos en una cocina local con aires modernos, productos de temporada y vistas increíbles, ese lugar es Algiubagio, perfecto para una cena romántica con vistas a la laguna y un ambiente preparado al detalle para sorprender y dejarse mimar.

Claro que siempre tenemos la posibilidad de acudir al mejor restaurante de Venecia, Antica Osteria Cera, que cuenta con dos estrellas Michelin. La reputada guía destaca que este punto «es una de las direcciones de pescados y mariscos más famosas de Italia, ofreciendo un menú extenso que incluye platos clásicos favoritos de la casa, junto con una lista cada vez mayor de opciones más modernas. Perfecto para disfrutar de platos de pescado crudo y opciones a la parrilla junto con especialidades más tradicionales y locales, como el centollo al estilo veneciano o la fritura mixta de pescado. Además, hay una excelente carta de vinos, con especial atención a los blancos».

No podemos marcharnos de este paraíso sin adentrarnos en otra de las grandes señas de identidad, las heladerías. Con el helado aquí no se juega, y su elaboración es tan artesana que el sabor es inconfundible. Bacaro del Gelato, una de las mejores de la ciudad, es una pequeña heladería abierta por dos jóvenes emprendedores venecianos que ofrece una excelente selección de productos, siendo el de chocolate negro la estrella de la casa, sin perder de vista al de chocolate y pistacho.

Con ese helado en la mano, podemos seguir descubriendo una ciudad para el recuerdo, bien paseando por el barrio judío, que fue el primer guetto del mundo, bien por el barrio universitario de Dorsoduro, no muy frecuentado por turistas y con un encanto especial, o bien de camino a las islas de Murano y Burano, otra de las grandes experiencias del viaje. Sea cual sea la elección, siempre hay algo que apreciar, descubrir, con lo que emocionarse. En Venecia todo tiene sentido, todo impacta. Y eso es algo que no muchos destinos pueden ofrecer.

Binter ofrece vuelos directos a Venecia desde Canarias desde 2021. La conexión se realiza una vez a la semana, los sábados, con el aeropuerto de Gran Canaria. En caso de querer conectar desde o a otra isla de Canarias, Binter permite realizar el salto interinsular sin coste.

La experiencia Binter empieza desde la compra del billete y alcanza su máxima expresión a bordo de su moderna flota de aeronaves E195-E2 del fabricante Embraer, un avión que sorprende por su comodidad y eficiencia, encargado por la compañía con una configuración que permite un espacio entre filas similar al de una clase business.

En sus cómodos asientos, el pasajero disfruta de un aperitivo gourmet de cortesía, que incluye ibéricos y productos canarios como queso, mermelada, fruta o las populares ambrosías de la aerolínea. Una selección variada de productos de calidad que, sin duda, nos ayuda a disfrutar aún más del placer de volar con Binter.

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