Ikewen, El3mento, Tidao y Sansofi, cuatro vinos que elevan el paisaje de Gran Canaria
Un encuentro único donde se probaron referencias excepcionales de Bien de Altura
Tras contarles la historia que materializó Carmelo Peña en su proyecto Bien de Altura, toca acercarnos a cuatro de sus referencias, tan únicas como el entusiasmo que llevó a recuperar viñas centenarias a este excepcional viticultor.
Un delicioso encuentro celebrado en las instalaciones de CANARIAS7 donde el apoyo del Cabildo de Gran Canaria, dentro de su programa Gran Canaria Me Gusta y de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, fueron vehículos imprescindibles para hacer llegar el relato, el contenido y el futuro de los terrenos vitícolas del corazón de la isla.
Además, el prestigioso chef, José Rojano, fue el encargado de maridar las sorprendentes referencias y qué mejor que configurar bocados de altura para los sorbos de cima que se degustaron. Una cata, ya irrepetible, donde en una única celebración se generó ese movimiento 'mágico' que genera la economía circular, uniendo lo que mejor saben hacer, las personas que aman y trabajan por el presente y el futuro de la isla, sin olvidar el tremendo esfuerzo del pasado que nos trajo hasta aquí.
Ikewen, la tierra más pura
Para el primer vino de la velada, Peña y Bernal descorcharon juntos todo el origen, significado en lengua aborigen de Ikewen, llenando cada copa de vino 'de pueblo' ese que tanto identifica a la zona centro-norte de la isla.
Variedades autóctonas que se desarrollan a 1000-1500 m de altitud en la Vega de San Mateo y donde han sobrevivido, junto con otras islas del archipiélago, como único lugar en el mundo, a la filoxera, como destacó Alba al inicio de la cata.
Una uva, listán negro en 80%, cargada de honestidad y romanticismo donde ahora, su acidez y su color, destacan como nunca en fruta roja fresca, hierbas atlánticas y aromas ahumados.
Un vino con el que Carmelo rinde homenaje a toda su familia, a la confianza, la ayuda, las horas y el sueño que le dedicaron para que hoy, este vino compita a nivel mundial sin dejarse hacer sombra y donde cada etiqueta lleva el ADN de los suyos.
Para el maridaje, nada mejor que unas ostras, tratadas en manos del experto José María Galán, con su punto de cinco pimientas, donde el sorbo y el bocado se acompasaron en una melodía única para hacer sonar el nombre de Gran Canaria.
Tidao, arte en una botella
El segundo pase llevó hasta la mesa, nada más y nada menos, que 130 años de historia que se desarrollaron en brecha, dejando de manifiesto la dedicación que Carmelo ha proferido al estudio del suelo y que muestra en Tidao lo que sucedió, lo que sucede y lo que está por suceder en Gran Canaria.
Mayoritario en listán negro con pinceladas de listán prieto y vijariego, a 1100 m de altitud y desde donde Bien de Altura también escribe su propia historia en paralelo, ayudándose de excepcionales artistas internacionales en los que Tidao deja huella. Puro homenaje a la isla de Gran Canaria.
Minerales, rocas, picón y tierra dotan a este vino parcelario de una redondez única que destaca la fruta en las 1.180 botellas que se producen y donde, el suelo de Gran Canaria es la clave.
Tidao llegó acompañado a la mesa de un atún rojo con tomate seco. Un bocado tan exclusivo y sugerente como el propio vino.
El3mento, pura radicalidad
En tercer lugar, todo el recorrido de la historia vitícola mundial tomó cuerpo con El3mento. Bien podría definirse como el punto de encuentro de apasionados del vino o también como los trazos de un mapa que nos lleva a la visión más global de la enología.
Seis amigos, entre los que Peña se encuentra, haciendo lo mismo en diferentes meridianos de la Tierra y donde Gran Canaria presume su 'terroir' en palabras de la sumiller, Alba Bernal.
Listán negro 100% que se desarrolla en pendiente extrema sobre brecha volcánica en la ladera noroeste de San Mateo. Uva que madura en las horas más 'cariñosas' del sol lo que permite que la fruta tome todo el protagonismo y potencia. Un vino capaz de acariciar desde el primer sorbo.
El maridaje dejó de manifiesto a 'la gamba que se come una vieja' llevando al paladar desde los picos más altos hasta las costas canarias atlánticas.
Sansofi, las historias que se encierran en cada botella
Como cierre, pero punto y seguido a todas las historias que quedan por contar, Sansofi se sirvió como tributo a los orígenes de la tierra Gran Canaria, así como un reconocimiento a la abuela de Carmelo a quien se le debe el haber transcrito el alfabeto aborigen para llevarlo hasta la etiqueta de estas exclusivas botellas, de las que les adelantamos, ni una sola de ellas queda en Gran Canaria.
Viñedos de 90 años donde se marcaron las primeras huellas del camino de Carmelo y que solo él podía inmortalizar. Recuerdos que ha cargado de conciencia donde todo el potencial vitícola de Gran Canaria encuentra su mejor manifiesto.
Una vieira en crema de almendras llegó como despedida a la altura de un encuentro único, como altavoz de excepción a la cronología de una isla y donde se unieron, en el mismo hilo, el pasado que le dio origen, el presente que la destaca y el futuro como anuncio de todo lo bueno y merecido que está por llegar porque, personas como Alba Bernal y Carmelo Peña tomaron hace ocho años el testigo para que así sea.
