Dónde saborear Gran Canaria, según Pablo Llinares gerente de Turismo de Gran Canaria
Lidera junto con un sólido equipo, desde hace 14 años, la entidad que impulsa la promoción turística de la isla y sus 21 municipios haciendo de todo el territorio insular una marca firme y cargada de identidad
Pablo Llinares no pensaba en el turismo como dirección a tomar cuando se licenció en ADE por la Universidad CEU San Pablo en Madrid, ni siquiera tampoco cuando culminó sus estudios de post grado en MBA por el Instituto Internacional Bravo Murillo.
Sus primeros pasos profesionales, los que más le enseñaron, nos apunta, los anduvo entre grandes corporaciones internacionales como PricewaterhouseCoopers International y Ernst & Young y como es lógico y tratándose de Gran Canaria, aquellos años le dieron la oportunidad de conocer la industria turística desde las entrañas porque muchos de los clientes, por no decir la mayoría, estaban vinculados, directa o indirectamente al turismo como negocio.
El siguiente salto llegó de la mano de Satocan y fue en ese momento cuando entró de manera absolutamente inmersiva en la industria del turismo como director general de Salobre Golf & Resort, encargándose durante tres años de la gestión de todos los vértices del complejo: hotel, doble campo de golf, tiendas y restauración, así como las villas, en aquel momento un producto turístico totalmente novedoso en la isla y al que tocaba trazarle un futuro, como así ha sido.
A partir de ahí llegaron años de especialización absoluta como director gerente de Gran Canaria Golf, una asociación público-privada desde donde se encargaba de crear sinergias entre empresas y Cabildo de Gran Canaria y ahí andaba cuando desde el Cabildo llamaron a su puerta para asesorar en materia turística a la institución para un tiempo más tarde, aceptar la gerencia de Turismo de Gran Canaria.
Un perfil al que hay que sumar, además, que su familia también ha tenido intereses turísticos con lo cual, la vinculación, la importancia y la repercusión que el turismo implica en todos los grancanarios eran para Pablo palabras que siempre habían formado parte de su diccionario. Un perfil de especialización integral y absoluta a lo que él denomina como «uno de los trabajos más bonitos que puedes tener en Gran Canaria».
Cuatro palabras son la brújula que coloca cada mañana sobre la mesa: equipo, consenso, calidad y promoción. Dicho así parece fácil, pero, lo primero que nos reconoce es que, desde Turismo de Gran Canaria se trabaja de manera incesante, con actividades y desarrollo de proyectos de lo más diversos y donde no tienen dos días iguales. La transversalidad de las acciones, de las relaciones y sus resultados. El contacto directo con todos los sectores de la isla. El análisis constante porque todo puede variar en cuestión de días y el hecho de cuidar a cada potencial turista, antes de su llegada, durante su estancia y desde el recuerdo cuando se va. Motivación, asistencia y fidelización, porque quizás pocos sean los que saben que, Gran Canaria ostenta una de las cifras más altas de fidelización con un 65% de turistas repetidores.
A todo ello hay que sumarle la gestión del sistema turístico porque, también desde Turismo de Gran Canaria se tramitan y monitorizan expedientes de los diferentes establecimientos, tanto alojativos como hosteleros, dotando a la industria y los que trabajan por y para ella, de seguridad administrativa.
Y todo ello, Pablo lo resume en una sola frase, «desde Turismo de Gran Canaria le contamos la isla al mundo» y no solo desde el diseño y la ejecución de la promoción exterior del destino con 20 oficinas propias en la isla más un número considerable de promotores, trabajo que realizan personas de Gran Canaria en muchísimas ciudades del mundo, además de trabajar directamente con agentes del turismo de manera directa y en un sinfín de canales más de manera indirecta. Y sirva como ejemplo el hecho de que, a Gran Canaria se puede llegar desde 170 ciudades del mundo sin escalas. Véase aquí.
Pero, si hay algo por lo que este equipo se empeña cada día es por cuidar el destino, impulsar mejoras del paisaje turístico y su embellecimiento porque saben que solo desde ahí se consigue que el turista disfrute de una experiencia más amable y memorable.
Tejer alianzas, otra de las acciones que caracterizan a Pablo Llinares, coordinado siempre junto con los 21 ayuntamientos de la isla, y otras consejerías del Cabildo de Gran Canaria y sin que falte siempre en esa conjunción la empresa privada para remar juntos y en la misma dirección y como buen ejemplo de todo ello, las 21 ferias de kilómetro cero que se celebran en Gran Canaria, una por cada uno de los municipios.
Acciones multidisciplinares desde donde se cuida con absoluto empeño y exigencia el relato de la isla, pasen y vean su página web (enlace a la página) abarcando no solo estructura como organización de ferias, misiones comerciales, coordinación con turoperadores, métricas de campañas sino también cultura porque el nuestro, como destaca Pablo, «es un turismo maduro, ahora toca trabajar para que el turismo que llega conozca Gran Canaria a fondo, se adentre en cada uno de sus municipios porque todos tienen sus singularidades y encantos propios que hay que presumírselos al mundo, porque éste, es un destino cosmopolita y nuestra capital es tricontinental y por todo esto y mucho más, somos un destino único».
Si toca hablar con Pablo de futuro lo tienen claro, «el turismo tiene que trabajar por ser la industria que nos ayude a ser mejor como sociedad», como así ha sucedido históricamente, nos apunta. Aparte de todo esto, todas las flechas del camino que debemos de tomar nos indican que la sostenibilidad es la única dirección acertada porque solo desde ahí seguiremos hablando de futuro, de economía, de mejora del paisaje, del medio ambiente, del cuidado del entorno y como no, de dar valor a nuestra cultura y a nuestras señas de identidad, porque «somos una isla que lo tiene todo».
En materia de gastronomía también se trabaja desde Turismo de Gran Canaria, mano a mano junto con las consejerías de Soberanía Alimentaria y de Industria, así como junto a la Cámara de Comercio de Gran Canaria y todos desde la misma premisa: «nuestro producto es lo que nos hace únicos y es lo que el turista quiere conocer de la isla». Acciones de lo más diversas que ayudan a promocionar el destino y como vehículos un pedazo de queso, imbatibles los nuestros a nivel mundial, desde una copa de vino que ya compiten sin complejos en cualquier parte del mundo, o una taza de café en el Valle de Agaete están colocando la medalla de valor que la isla merece porque, destinos gastronómicos hay muchos, pero pocos o prácticamente ningún otro ha conseguido hacer un escaparate de su paisaje y de sus productores y todo ello, el turista no solo lo demanda sino que lo agradece y lo lleva en su memoria para siempre. Y qué duda cabe de que este ha sido el fruto de la unión de voluntades como esta, donde se ha conseguido que Gran Canaria cuente con rincones de experiencia turística visitable desde donde se 'Saborea Gran Canaria' .
Por supuesto también nos reconoce que las estrellas Michelin nos han colocado en un mapa de excepción consiguiendo con ello el broche de oro final a tanto esfuerzo y trabajo por dar a conocer nuestros encantos y habilidades fuera de nuestras islas o atrayendo con acciones desde Turismo de Gran Canaria al público especializado hasta aquí para que ayudaran a empujar y a colocarnos en el lugar que merecemos.
Hoy hace un alto en sus vacaciones para contarnos donde disfruta desde el paladar de la isla que tanto presume y no solo como acción profesional sino desde la pasión y convencimiento de que Gran Canaria es una isla única, extraordinaria y excepcional.
Dónde desayuna Pablo Llinares
Su zona de incidencia es el barrio capitalino de Triana y el local que elige para desayunar cada mañana lo encontramos muy cerca de su oficina, Cuvee25 donde el empleo de producto fresco hace que disfrute cada mañana de una tortilla francesa con aguacate de Mogán deliciosa.
Otro bocado al que no pierde resistirse es al pincho de tortilla del Midway y a sus conversaciones con Ramón tras la barra, además de confesarnos que si toca pasar por delante a la hora del aperitivo siempre cae una tapa de su ensaladilla rusa.
Si dispone de algo más de tiempo le gusta tomar asiento en Mr. Kale, por sus tostas y sus smoothies de frutas naturales y de Km 0.
A la hora del almuerzo o de la cena
Pablo nos traza su ruta desde la capital hacia el sur y hacia el centro, donde se concentran esos locales con recetas irresistibles, pero, sobre todo, con las personas que se esfuerzan y que defienden su negocio para ofrecernos la mejor de las experiencias.
Partiendo desde su zona de incidencia comenzamos la ruta en Deliciosa Marta, sobre todo, por el cariño que Pol y Marta ponen en cada receta hasta convertirlas en inolvidables como su steak tartar, sus ñoquis o su fricandó.
Vinófilos también es otro de sus locales recurrentes, sobre todo, por Mario Reyes y la cultura que nos ha ido enseñando sobre el mundo del vino y, en particular, por su apuesta y conocimiento del vino grancanario que, generoso comparte con todos sus clientes. Y nos da un apunte, uno de sus platos favoritos en este local es su rehogado de lentejas.
Mucho que contarnos sobre el Fuji y las personas que lo hicieron posible, empezando por el recuerdo con el Sr. Sato, quien hace algunos años le llamó la atención por mojar en la salsa de soja, el arroz del niguiri. Desde aquel entonces, Pablo solo moja el pescado. Del Fuji de hoy se queda con la espectacular evolución de Miguel y de Gloria quienes juntos lo han llevado hasta otra dimensión en materia de cocina nipona en nuestra isla. Y que nadie se olvide que este fue el primer restaurante japonés de Europa. En el Fuji siempre disfruta de tres o más niguiris flambeados.
Bodegón del Pueblo Canario es otro de sus imprescindibles, sobre todo por el cuidado con el que siempre le atiende José Rojano, un chef excepcional, al igual que su gazpacho de mango.
Como cierre a su listado en la capital, Muxgo y Borja Marrero, a quien le sigue los pasos desde su primer local, Texeda y hasta hoy en Muxgo en el Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, porque el relato sobre el que se sustenta es tan auténtico y genuino como los productos de Gran Canaria que define y defiende en cada una de sus elaboraciones. Por eso, a Pablo no le extraña que sea él quien ostente más reconocimientos en nuestra isla.
Hacia el norte de la isla le encanta perderse en Casa Romántica porque admira la dedicación y entrega de Víctor Lugo y su familia, haciendo que la isla de Gran Canaria entera encuentre aquí un excepcional micro universo. Su café y su producto de km 0 son sencillamente magníficos y desde ahí, Pablo solo desea que pronto consigan esa estrella Michelin que tanto merecen.
Si nos desviamos hacia el centro de la isla, primera parada Restaurante Rincón El Vinco, de quienes lleva siendo vecino muchos años y testigo de su evolución imparable. Comenzando por Carmelo y su cocina sincera y sin excentricidades para llegar hasta hoy con Virginia y Miguel a una cocina cargada de matices y fusiones ofreciendo una altísima calidad, pero sin perder ni un ápice de su esencia y respetando platos icónicos que elaboran como nadie como sus judiones. Aunque, hoy en día, Pablo no perdona su ceviche o su carpacho de ternera madurada.
Hacia el Madroñal, la parada se hace obligada en Casa Martell para disfrutar, siempre de la mano de Antonio, de su incomparable cordero deshuesado con salsa de higos. Un plato de lo más especial para Pablo y su familia porque esa es su cena cada Nochebuena.
Transitamos ahora por la zona sur de la isla donde tres locales son sus favoritos para tomar asiento.
El primero de ellos, La Palmera Sur donde Manolo sencillamente es un 'crack' con su cocina, altamente reconocible y admirable y a quien Pablo sigue desde sus inicios cuando regentaba un pequeño local por la zona del Estadio Insular. Aquí, el bocadillo de calamares es imprescindible.
Otro local en el que Pablo disfruta por su enclave único y su sabrosa cocina de producto fresco es en Maspalomas Golf. María Ley ha conseguido crear un ambiente maravilloso donde, además, también se sirven desayunos deliciosos.
Y por último un local que ocupa un puesto de lo más especial y destacado en la lista de Pablo Llinares: La Bahía del Pajar, a donde se escapa cada vez que puede para disfrutar de un entorno único, pero, sobre todo, auténtico como es la playa de este rincón y en donde en la Bahía del Pajar elaboran la lubina a la sal de manera prodigiosa y también nos destaca la elaboración de sus arroces.