Dónde saborear Gran Canaria, según la experta en relaciones públicas e institucionales Rosi Curbelo

Hace años escuché decir a alguien que la agenda de Rosi era la de mayor valor que se pudiera tener. Y no se equivocaba.

Nació en la capital grancanaria, en el puerto sentencia con orgullo, satisfacción y su cautivadora sonrisa y, aunque no se considera nostálgica guarda como un tesoro, los recuerdos de una niñez y una adolescencia maravillosas.

La Playa de Las Canteras fue su parque y sus juegos favoritos, el clavo y el membrillo y de aquellos días, una estampa que la hizo enamorarse de su territorio para siempre: el cosmopolitismo de nuestra capital y el espíritu anfitrión del grancanario como seña de identidad, para Rosi todo un símbolo de orgullo.

Teror era y es, otro de sus puntos cardinales donde disfrutaba del verano, de su familia grande y de amigas que aún hoy conserva.

Con 17 años el mundo de la moda puso los ojos en ella y desfiló en grandes pasarelas internacionales y para grandes diseñadores de fama y prestigio internacional. Tanto fue así que hoy en día aún se le recuerda porque, como muchos dicen, verla desfilar era sinónimo de un estilo abrumador que se tiene o no se tiene. Y Rosi lo tenía y lo sigue teniendo.

Se bajó de la pasarela por amor y porque llegó al mundo su hija Luna el mayor amor de su vida al que hoy suma a su nieta Valentina, por las que siente absoluta devoción: «ser madre sí que es todo un título».

Como buena madre y también abuela, Rosi se recuerda como hija y agradece con cada pablara y con cada gesto cada minuto y cada día de la madre que tuvo, de su ayuda desinteresada y de todo el amor y la generosidad para con ella y con su hija, porque siempre estuvo para ambas, en cualquier circunstancia.

Dedicó su vida a las relaciones públicas e institucionales y, aunque ella no le diga, Rosi coronó la profesión como nadie lo ha hecho ni lo ha vuelto a hacer. Ella, que siempre desarrolló su actividad desde la empresa privada, entendió que los puentes había que trazarlos de una orilla y hasta la otra para que todo funcionara, para que todo llegara y fue la primera que llevó a la práctica el crecer, el hacer, el desarrollar y el transitar ese puente desde la empresa privada a la pública y viceversa.

Empresas que son emblemas, historia y presente de la isla, como el Hotel Santa Catalina, el Gabinete Literario o el Beach Club, cuentan en sus libros la aportación, siempre profesional, siempre beneficiosa y siempre activa de Rosi Curbelo y probablemente no haya nadie en la isla que no la conozca o reconozca. «Después de tantos años, siento que siempre se ha respetado mi trabajo y eso, es precioso».

Hace pocos meses que ha decidido parar su actividad profesional, hoy se considera liberada y jubilada, pero también ilusionada y entregada a nuevos retos que le han propuesto, con carácter altruista y desinteresado, apoyando como embajadora, a la Fundación Canaria de Cáncer de Pulmón y lo hará como solo ella sabe hacerlo, dándolo todo desde la más absoluta generosidad hasta conseguir que lo que se tenga que hacer se haga y se haga bien.

Hoy saca tiempo de su agenda para dedicarnos un ratito de lo más interesante y sabroso y nos cuenta cuáles son los lugares donde podremos encontrarla a la hora de disfrutar de la buena mesa en Gran Canaria. Eso sí, nos adelanta que no están todos los que son, pero, este resumen, nos muestra la Rosi enamorada de su isla, de todos sus rincones y de todos sus sabores.

La primera parada es toda una revelación en nuestra sección, La Locanda El Roque, ese lugar mágico con unas vistas únicas a la costa norte canaria, ofrece desayuno, previa reserva telefónica, maravilloso. Mermelada casera, pan estupendo, huevos deliciosos y es que, para ella, este lugar es sencillamente extraordinario.

Unos buenos churros siempre han sido y serán sinónimos de los desayunos más auténticos de Gran Canaria y cuando se le antoja disfrutarlos sabe perfectamente a dónde ir a buscarlos: La Churrería en el Fondillo. Churros excepcionales elaborados con aceite de oliva. Además de contar con otras cositas ricas como bocadillos, sándwiches y bollería casera que también resultan estupendos.

Y el último de sus favoritos, porque resulta ser el desayuno brunch más irresistible de la capital, el brunch de los domingos del Hotel Santa Catalina. Su amplio horario, su ambiente, su propuesta gastronómica y el grupo de jazz en directo son absolutamente sobresalientes.

Para ella es tan importante el dónde como el qué comer, así que sus paradas en el mapa grancanario resumen lugares, no solo sabrosos sino también preciosos.

Primera parada, La Bahía del Pajar, un enclave único en la costa de Arguineguín, de donde le encanta disfrutar de su gastronomía, con especial sabor a la cocina canaria y al atún excepcional que ofrecen. Además, no suele faltar el bañito durante la velada.

Su ruta nos lleva a otro lugar en el sur, Il Vespino Vecchio, de donde le encanta la pasta fresca que elaboran y su panna cotta de postre.

Si ponemos rumbo a casa, parada en El Caserón del Cortijo, donde disponen de cortes de carnes magníficos y queda muy cerquita de la capital.

En primer lugar, alaba la reforma de La Travesía de Triana y poder disfrutarlo ahora más cómodamente, con una carta más selecta, de cocina de mercado y en un ambiente precioso.

La barra de Ribera Río Miño, a donde le encanta acudir con sus amigos, donde Tero siempre les dispone el mismo rincón y donde la atención de Antonio siempre es inmejorable. Además, de su carta, le gusta todo.

Y, por último, Deliciosa Marta, desde el pan, los espárragos, los buñuelos, el bacalao, todo, absolutamente todo, no es solo delicioso sino fabuloso.

Como bien nos indica Rosi no es dada a la nostalgia, pero sí que apunta que es una pena que ya apenas exista el ambiente nocturno que hace unos años imperaba en nuestra capital. Un ambiente además que era absolutamente transversal y en donde casi era imposible no pasarlo bien. Aun así, Rosi nos da las pinceladas donde todavía se puede tomar algo en Las Palmas de Gran Canaria.

Club 33, ahora lugar de moda a donde le encanta ir porque siempre encuentra gente conocida y puede charlar con calma y sin mirar el reloj.

En el Bodegón Vandama los fines de semana porque aparte de ser un lugar encantador, es de los pocos lugares en donde funciona la música en directo, con divertidísimos grupos cubanos y, además de tomar algo se puede bailar.

Y como cierre a su precioso y sabroso paseo, La Azotea de Benito, un lugar que ha sabido unir generaciones y donde la mezcla, las vistas y el servicio lo convierten en un lugar perfecto para estar.

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