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Romántico, soñador y creativo desde el día en que nació y desde estos tres calificativos que lo definen casi a la perfección, ha ido construyendo su vida. Se diplomó en Turismo, pero un atajo lo llevo a dedicarse a la banca, donde desarrolló una estable carrera profesional, escalando puestos y consiguiendo metas y para cuando ya llevaba 11 años de continua actividad se preguntó ¿qué hago aquí y qué estoy haciendo con mi vida?
Una pregunta que no dudó en responderse, porque así son las almas creativas, necesitan encontrar donde desplegar todo lo que son capaces de dar. Así que Ale se plantó en Hecansa y conoció a una de las personas que, según nos cuenta, más le ayudó en ese momento crucial de su vida, Laura Cruz.
Algunos años de formación, conviviendo con otros alumnos a los que casi le doblaba la edad, volviendo a «ser un chaval» en todos los sentidos: ilusiones, sueños y proyectos nuevos. Y una meta, conseguir realizar las prácticas en el Hotel Abama. Dicho y hecho: deseo concedido.
A partir de ahí, viajes a lugares remotos para conocer a fondo su gastronomía, cocinero, chef y jefe de partida en locales que todos conocemos, como La Butaca, el Hotel Sheraton Salobre o el AC Gran Canaria. Asesoramiento gastronómico, como el que comenzó en el Hotel Santa Mónica y donde estuvo 6 años brillando con luz propia y haciendo una gastronomía antes nunca vista en hoteles, porque Ale, esté donde esté, basa cada cosa que elabora en poner de manifiesto su obsesión, «los sabores siempre tienen que ser honestos y en cada bocado tiene que llegar la esencia de cada ingrediente».
A partir de aquí, el asesoramiento ha sido y sigue siendo, el norte de su brújula. De hecho, si nos diera por preguntar, muchos de los restaurantes más conocidos y exitosos de Gran Canaria han encontrado respuestas a sus dudas y a su organización en Alejandro, aunque a él lo que más le cuesta es «presumirse».
Su plato favorito a la hora de comer son unas carajacas, es más, cuando las elabora se pone «algo flamenco» y no tolera margen de error. De hecho, le pone el mismo cariño que el gran Felo Botello le enseñó, con este plato y con toda la gastronomía canaria que aprendió de él. Eso sí, si lo tuviéramos en frente y le pidiéramos un plato que pudiera hacer con los ojos cerrados y que nos sorprendiera, no duda ni un segundo en responder: ceviche de cherne, con crema de millo, guasacaca y crema de batata roja, Una versión en frío con un puntito de sofisticación del sancocho canario.
Desde el asesoramiento y la consultoría, Ale está detrás de conocidos eventos, como Máster Chef Junior cuando al famoso programa le toca pisar la isla de Gran Canaria, en Gran Canaria Me Gusta, dejando la semilla del recetario y del producto canario en nuevas generaciones o en la recien celebrada Planeta Gran Canaria donde durante todos los días, desde la mañana y hasta la noche, «bautizó» a los niños que pasaron por la feria en materia gastronómica.
Además, ahora una nueva chispa se le nota en la mirada. Un nuevo proyecto que apenas está viendo la luz donde la cocina inmersiva llevada diferentes modelos de eventos gastronómicos, será toda una experiencia que se saldrá del plato.
Cenas a domicilio, comidas por encargo, eventos con carácter reducido, cocina en directo, talleres de cocinas del mundo, tanto para adultos como para niños y dinámicas para empresas, donde la cocina será el hilo conductor y donde los equipos de trabajo pondrán a prueba su asertividad y su capacidad y fuerza como equipo. Una experiencia que subirá muchos puntos en la motivación de cada uno. Así que, en un futuro no muy lejano todo esto y seguro que mucho más, Ale lo hará realidad. Como aquel primer sándwich de pastrami, con el pastrami hecho por él, el cual vio la luz en el Hotel Santa Mónica y era el primero que se realizaba en toda España.
Y como cierre, su obsesión más grande y latente tiene todo que ver con la cocina tradicional canaria y, desde aquí reivindica los pocos lugares en dónde se puede disfrutar hoy en día, así que, muchos más lugares estarían dentro de su selección si encontrara en sus cartas un buen rancho canario, un caldo de papas o unas carajacas como las que Felo le enseñó.
Le encanta el ambiente que han creado en CoffeeBook, en Siete Palmas, deliciosas tostas en pan de papas, buen café y los libros a disposición del cliente como hilo conductor, Una muy buena manera de arrancar la mañana.
El segundo lugar y porque ha estado ligado a sus bocados durante toda su vida, Sandwichería El Pizco Los Pioneros. Y sus favoritos; el gratinado y el de remolacha.
Casa Martel en el El Madroñal se podría decir que es su lugar preferido del mundo. Sobre todo, por la guarnición, que a él le elaboran como plato, de calabacines en salsa de higos que normalmente acompañan al cordero. Un plato capaz de emocionarle.
En La Butaca de Betty podremos encontrarle disfrutando de unos lazos de langostinos y aguacate o de unas flores de calabacín rellenas cuando las tienen en carta.
Además, Ale nos cuenta que él es muy de bares así que su top de locales se reparte entre varios de la capital grancanaria. El primero de ellos, Tatono, por su ensaladilla, para Alejandro la mejor que se puede disfrutar en la isla. Además de sus albóndigas, porque para de la Nuez, Tatono no es un bar, es una casa de comidas cargadas de honestidad.
Al Restaurante La Bulla acude cada vez que tiene antojo de unas excelentes carrilleras.
Y en la Bodega Extremeña sabe que siempre va a encontrar una tortilla y una ensalada sublimes.
Nos anima a que acudamos a El Cairo, en el Paseo de Las Canteras llegando a La Puntilla y nos recomienda que nos pidamos el arroz negro o el de secreto y setas. Solo por el enclave y por cualquiera de estos dos platos, merece la pena.
Triciclo, el primer local del grupo Kikong, para Ale santo y seña que marcó un antes y un después de la gastronomía de la zona, porque sabe del trabajo que supone cada receta que llega a la mesa.
Como barra, se queda con La Taberna del Viejo, donde se sienta a disfrutar de su cazón en adobo. Espectacular.
En materia de renovados, nos anima a que acudamos al Restaurante París y que nos lancemos a por su risotto y sus riquísimas croquetas de jamón ibérico.
Y en materia de orientales y como cierre de lista, tres locales copan su podio: el primero de ellos, el Asahi, por el corte de su sashimi y sus «tempurizados».
También podremos encontrarle en el Akira y, en materia de la tendencia en gastronomía coreana, el Kim es su favorito.
Y como gran desconocido, Las Maracuchas Food, un local de gastronomía venezolana donde bordan las empanadas, la «sopa cruzado» y la de gallina.
No es de salidas nocturnas ni de tomar copas, aun así, si se alarga la velada, podremos encontrarle en el Ginger, en la zona de La Puntilla o en el Irish Rover.
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Kevin Fontecha | Las Palmas de Gran Canaria
Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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