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Seguro que recordarán la academia de baile Aida Lustres que, durante años, su suelo, sus paredes y sus espejos albergaron diversión, creatividad, esfuerzo y dedicación. Pues se podría decir que ese espíritu ha encontrado al mejor depositario de ese testigo y, hoy, tras una remodelación que llena el espacio de confortabilidad, buen gusto y detalles singulares, podemos volver a entrar para disfrutar de un café de especialidad único en la capital y absolutamente magnífico.
Laten a dos bandas, el de Paula Cantero y el de Miryam Hernández, quien ostenta el certificado Q-Grader, el diploma con mayor reconocimiento internacional al que puede optar una persona que trabaja en la industria del café.
Mucho trabajo por parte de ambas con la única finalidad de que en Gran Canaria se pueda disfrutar del café, respetando la cadena de valor, eslabón por eslabón, hasta que llega a la taza. «El café encierra toda una cultura y, respetarla y acercarla al consumidor, es nuestro principal objetivo».
Ambas se aventuraron y tenían muy claro cómo hacerlo, todo lo que necesitaban arriesgar, ser muy valientes, confiar en sí mismas y, sobre todo, arrancar de una vez ese velo del café «maltratado».
Desde que entre por el local, fije su vista hacia el fondo, tras la cristalera. Allí encontrará al compañero de viaje «indispensable»: un auténtico tostador de café «Giesen» donde, bajo el estricto y experto criterio de Miryam, se tuestan los granos, controlando su temperatura, su aroma, su color. Un mimo absoluto y un control extremo durante todo el proceso, que, como ellas mismas nos cuentan, empezó mucho antes de llegar al tostador.
Eligen a los agricultores y las semillas en su origen, que puede ser Honduras, Colombia o Etiopía, entre otros, siempre de especialidad arábica. Exigen también que la producción sea certificada y que nada merme ni un solo grano del café verde que llega, solo para Cuptural Coffee, donde saben cómo preparar la extracción para darle al café la importancia y el valor que merece.
Días de reposo tras el tueste, cata previa y durante todo el proceso y empaquetado propio, por referencia y origen, antes de servirlo al cliente. Se podría decir que, la experiencia es casi litúrgica, pero, si se acerca por allí, le será imposible no invadirse del entusiasmo y la ilusión de Paula y de Miryam a las que los ojos les chispean.
En el viaje que decidieron emprender se han subido con ellas dos compañeras, tan imprescindibles como el tostador, Vanya Velichkova, quien se encarga del irresistible rincón de repostería y las deliciosas tostas que salen de cocina y, por supuesto barista especializada. Y Diana Machado, barista también, quien adecuará al gusto del cliente y a la especialidad que elija, la modalidad más adecuada para su extracción: espresso, italiana o filtro. Porque en lo que al mundo del café se refiere en Cuptural Coffee lo tienen todo y lo hacen todo magníficamente bien.
Espresso, americano, pour over, flat white o un café cortado o con leche, entre otras especialidades que ciertamente habría que probarlas todas porque en este café también se cuida cada añadido que acompañe. Producto de kilómetro cero, como la leche fresca de Sandra, pan de Panalogia, bollería de Ave Pastelería Artesanal y así con cada detalle, porque hasta la vajilla Paula y Miryam se ocuparon de encargarla a una ceramista canaria.
Aromas y matices llenarán el paladar a cada sorbo, fruta, hierbas frescas o cacao entre un universo casi infinito. Connotaciones que apreciará desde que se acerque la taza y, a partir de ese momento se le abrirá un mundo que estamos seguros, le atrapará para siempre.
Y no deje de aventurarse con alguna de las bebidas que no llevan café y que tambien son especialmente cuidadas, como su chocolate a la taza o su chai latte, entre otras.
Ir al local es disfrutar de la experiencia completa donde se acercará a la singular y súper interesante cultura del café, a sus detalles, llenos de tecnicismo, pero también de tradición, imposible no sentirse en un entorno de lo más especial. Además, acompáñelo de alguna de sus tostas, como la de aguacate o un auténtico «tuna melt». Y si tiene el día goloso, no deje de probar cualquier tentación del expositor.
Si prefiere llevárselo hecho, le recomendamos que lo haga en una taza huskee, realizada con cáscaras de café, una pieza ecológica, sostenible y especial, donde el café encontrará el mejor guardián. Además, si vuelve y repite puede ir con su huskee que en Cuptural se lo rellenarán.
Y bien para casa o bien para hostelería, encontrarán aquí el café, perfectamente etiquetado y conservado en envases eco y sostenibles, porque, encontrar proveedores como Cuptural es dar con un auténtico tesoro, porque, como Miryam y Paula nos cuentan: «Amamos lo que hacemos, y nos encanta compartir nuestra pasión por el café. Queremos ofrecer un producto diferenciador para que tengas una experiencia única en cada taza».
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Sara I. Belled y Clara Alba
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