Viera y Vitolo contra la crisis

Obligados a buscar soluciones con lo que se tiene a la crisis actual de juego y resultados, en la UD hay varios nombres propios que, por pedigrí, calidad y experiencia, han de dar un paso al frente en estos momentos para dejar atrás un bache que preocupa a todos. Y en ese listado de futbolistas al rescate surgen dos por encima del resto: Viera y Vitolo. Ambos, ausentes la pasada jornada por sanción federativa, volverán a los planes de García Pimienta para la visita del próximo domingo al Real Zaragoza y comparten el deseo de hacerse notar en estos momentos de zozobra y dudas.

El capitán y muy especialmente el atacante cedido por el Atlético de Madrid vienen de largo tiempo en el que no han podido brindar su mejor versión al servicio del resto. Y ganadores somo son, además de haber interiorizado como pocos la importancia de llevar a la UD a Primera a la conclusión de esta temporada, quieren recuperar su sociedad dentro del campo, como ya sucedió antaño, garantiza unas prestaciones diferenciales en la categoría. Las lesiones que se han cebado con Vitolo, quien únicamente ha podido tener una presencia testimonial desde que empezó 2023 con el equipo, apenas un visto y no visto en Granada antes de su expulsión, reducen al mínimo las coincidencias que ha tenido sobre el césped: 64 minutos distribuidos en cuatro encuentros.

Un balance testimonial para lo que se esperaba de esta alianza que tantas expectativas levantó en verano y que, a punto de concluir la temporada, no ha tenido impacto. Con todo, restan, al menos, cinco encuentros (más una hipotética promoción si así lo determina la tabla), todos de una trascendencia indudable y hay tiempo para que dejen huella con la conexión que establecieron en tiempos del filial y que, desde la temporada 2010-11, cuando debutaron en el primer equipo a la vez, ha protagonizado momentos memorables.

Nadie duda de que Viera será titular en La Romareda. Y con Vitolo, ojo al interrogante, porque llegará a la cita con muchos entrenamientos acumulados y la condición física idónea. No ha formado parte del once en toda la campaña, pero nunca será tarde para que se estrene en la foto inicial y menos cuando el equipo necesita resulsivos y él pide pista. Zaragoza aparece en el horizonte como la oportunidad que ha venido esperando.

Viera ha tenido continuidad con sus 27 partidos, pese a purgar con alguna lesión más larga de lo previsto, aunque, arrastrado por la dinámica colectiva, ha experimentado un bajón significativo en el último tramo del calendario. Solo dos goles, y de penalti, ha anotado en los últimos tres meses. Sin tener la exigencia de finalizar, resulta extraña esa frecuencia realizadora de Jonathan que, salvo acelerón final, terminará el curso con sus peor cosecha en este apartado de las últimas tres campañas. Lleva seis tantos, casi la mitad del curso pasado (13) y por debajo del 2019-2020 (10). Y por encima de esta faceta ofensiva, también se le ha visto frustrado por la inercia de la UD, impotente al vaciarse sin resultado.

Vitolo, en tanto, ha encadenado incidencias físicas desde el verano y su perfil en este proyecto no ha podido ser más secundario. Ocho actuaciones dispersas, huérfanas de gol y de acciones propias de su magnitud. Es el primero descontento con sus papel residual y espera que, en lo que viene, vuelva a ser noticia por su fútbol.

Pimienta siempre ha mantenido a Viera entre sus intocables e insiste en pregonar su pálpito de que Vitolo ha de ser importante. Exigido por los últimos resultados, ahora le toca al técnico decidir si deposita en la doble V gran parte de las opciones de reacción. El mal funcionamiento del frente ofensivo ante el Levante, con cero goles y aproximaciones contadas, habilita la posibilidad de cambios y no se descarta a uno y otro de inicio. Si por ellos fuera, el partido empezaba ya mismo.

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