Viaje de ida y vuelta: el paso frustrado de Christian Rivera en el Girona
El centrocampista estuvo cedido el curso pasado en el conjunto catalán, donde tampoco cuajó, y este lunes podría entrar en la convocatoria
Un trotamundos ya de la Liga. Christian Rivera, a sus 23 años de edad, ha formado para de seis equipos de entre Primera y Segunda División. La UD lo fichó en la campaña 2018-19, cuando descendió a la categoría de plata, y pujó fuerte por él. Su paso previo por el Eibar, donde dejó buenos momentos y mejores impresiones, motivó el deseo de la dirección deportiva de hacerse con sus servicios para buscar el ascenso a la élite. Pero no fue todo tan bonito. El mediocentro asturiano no terminó de encontrarse en Gran Canaria y pasó a ser actor secundario de amarillo. Solo tres meses después se marchó cedido al Huesca, en el mercado invernal.
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Luego volvió a Las Palmas para continuar su éxodo. Esa vez le tocó emigrar a Leganés para jugar en Butarque (2019-20), donde tampoco pudo entrar en los planes del entrenador y, también en la ventana de invierno, cambió nuevamente de hogar. Encontró acomodo en el Girona, rival este lunes de la UD (20.00 horas en Montilivi). Pero tampoco fue su destino soñado, pues tan solo disputó un total de ocho encuentros, en los que sumó 381 minutos como rojiblanco. Intermitente como pocos, cuando parecía que podía hacerse con un puesto en el once, fue expulsado en la jornada 36 ante el Málaga en el minuto 22 por roja directa, lo que condenó a los suyos a caer 2-0. Luego solo jugó el último encuentro de la competición doméstica y fue para que los titulares descansasen de cara al playoff de ascenso contra el Almería.
En los despachos amarillos se frotaban las manos y deseaban el ascenso del Girona, pues había una opción de compra obligatoria de casi dos millones de euros por el mediocentro en caso de ascenso a Primera. Subió el Elche y Rivera volvió al punto de partida. De nuevo en la UD, con un salario inasumible y con Luis Helguera y Tino Luis Cabrera, junto con su representante, tratando de encontrar una fórmula y equipo para jugar cedido. Al final tuvo que quedarse en Las Palmas. Las ofertas brillaron por su ausencia y el asturiano, pese a que en un primer momento al cerrar el mercado el club isleño le incluyó en un ERTE, recogió su dorsal. Ahora ya es uno más. Debutó ante el Cartagena y, aunque el otro día se quedó fuera de la convocatoria, podría estar en Montilivi. Cosas de la vida.
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