La salvación exige diez puntos más y mañana llega la primera etapa de esta cuenta atrás para la UD

Diez puntos le quedan por delante a la UD para amarrar la permanencia, si la frontera de la cincuentena, como parece, es el salvoconducto para la tranquilidad definitiva, y la primera batalla llega mañana, con el añadido de que se produce frente a un rival directo en esta puja, un Lugo al que se le aventaja con renta no muy frondosa (4) y ante el que de ninguna manera se puede fallar.

Nadie en el club se plantea alcanzar mayo con deberes pendientes en esta tarea de obligado cumplimiento, la de garantizar la plaza en la categoría, por lo que abril se vislumbra como un mes capital para evitar apuros de ningún tipo, máxime cuando tres de los cinco encuentros que depara el calendario en este tramo serán en casa.

A falta del factor ambiental, ahorrarse el trajín de los viajes se agradece por parte de los futbolistas y más considerando que, salvo giro inesperado y repentino, esta campaña no va a ser recordada por la contundencia a domicilio (de momento, solo dos victorias en dieciséis desplazamientos),

Pasados los ecos del derbi, toca arremangarse ante uno de los conjuntos de la categoría que peor balance de resultados presenta. Con su tercer entrenador en el banquillo desde que arrancó el curso, Sampedro tomó el relevo de Nafti, quien previamente había ocupado la vacante dejada tras el despido de Juanfran, el conjunto gallego acumula la friolera de nueve jornadas consecutivas sin ganar.

Desde que se impuso al Tenerife (2-1), a finales de enero, totaliza cinco empates y cuatro derrotas. O lo que viene a ser lo mismo, cinco de los últimos 27 puntos en juego. Si no ha entrado en puesto de descenso directo se debe a que ha exprimido la cosecha anterior.

Pero no está para presumir y se está moviendo al límite, hasta el extremo de que una derrota en Siete Palmas podría dejarle ya sobre el alambre. También destaca en su errática trayectoria que no logra un triunfo lejos de su campo desde hace más de cinco meses (24 de octubre, en su visita al Logroñés y por 2-3) y que viene ofreciendo serios problemas en la definición, pues únicamente ha podido anotar un gol en sus cuatro actuaciones precedentes.

Pepe Mel, como acostumbra, no quiere ni la más mínima concesión a un visitante que espera herido. La UD ha perdido autoridad en Siete Palmas, luego de ceder ante Girona (1-2) y Rayo Vallecano (1-1), y el técnico considera que no hay mejor momento que el actual para retomar el martillo.

Es un partido de enorme importancia dada la necesidad de triunfos que tiene Las Palmas y viniendo de esbozar progresos en el Heliodoro que necesitan refrendo en forma de resultados. Y el Lugo es lo inmediato y, por tanto, lo prioritario.

El rendimiento ofrecido por los futbolistas ante el Tenerife ha generado confianza y optimismo en el entrenador, quien, igualmente, aguarda la respuesta precisa en una coyuntura trascendental de la temporada. Ganar al Lugo supondría un estirón casi decisivo en la intención de sepultar vértigos e incertidumbres.

Y no hacerlo añadiría presión y urgencias de cara al posterior cruce con el Mallorca, lo que no parece buen negocio tratándose de un candidato al ascenso directo y, sobre el papel, con mejores y más peligrosos argumentos por su potencial colectivo e individualidades.