Hay romance con la grada: la media de asistencia en el Gran Canaria supera los 18.000 espectadores
fútbol ·
La respuesta de la afición en los tres encuentros disputados en casa colma de satisfacción a jugadores y dirigentes de la UD
En el debut, un sábado a las diez de la noche, 16.106. Luego, frente a un recién ascendido como el Andorra y en lunes, 19.223. Y anteayer, viernes, 19.090. En tres presencias como local, la media de asistencia al Gran Canaria es de 18.139 espectadores, un parámetro ambiental que llena de satisfacción a jugadores y dirigentes y que interpretan la respuesta masiva de la afición como el elemento motivacional necesario, equiparable incluso al del deseado ascenso, para que el proyecto actual vaya a toda pastilla.
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Desde el club se ponen en valor los índices reseñados de seguidores en las gradas del estadio al certificar que, hasta el momento, no han acompañado los horarios, todos en franja nocturna, así como los días de la semana, incluyendo todos los posibles menos el que acaso sería el más propicio, léase domingo, para facilitar la presencia de incondicionales en el recinto de Siete Palmas. Pues ni las franjas decretadas por LaLiga, que determina las jornadas siguiendo criterios meramente económicos derivados de las retransmisiones televisivas, ha frenado el entusiasmo del respetable a la hora de ocupar su butaca y dejarse sentir para beneficio de su equipo.
En Pío XII ya expresaron su enorme conformidad por el éxito con el que se desarrolló la campaña de abonados y que, entre renovaciones y nuevas inscripciones fijó en cerca de 18.000 el número de socios, lo que aumentaba considerablemente los carnés respecto al curso pasado. Pero el hecho de fidelizar a tal núcleo de personas no garantiza que los días de partido se reproduzca fielmente tal montante en el campo.
Llenos a repetir
La realidad ha sido mejor de la esperada porque, hasta ahora, el auditorio supera al núcleo recogido en el pago de las cuotas. «Y lo mejor está por llegar», vaticinan en la UD recordando que ya la campaña pasada finalizó con dos llenos hasta la bandera (Oviedo y Tenerife), lo que habla del poder de convocatoria del escudo, y de la opción más que real de que este fenómeno social se repita.
Porque reunir a más de 32.000 almas con motivo de un evento deportivo no tiene parangón en el Archipiélago e, igualmente, se sitúa a la cabeza de la Liga SmartBank. Y se espera que a poco de que continúen llegando los resultados, que son el pegamento, la tendencia se incremente.
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El agradecimiento y sentimiento de correspondencia no ha parado de reproducirse en los profesionales, sensibilizados por la magnitud de este movimiento en pro de la causa. En los últimos días, cada una de las manifestaciones públicas que han salido del vestuario han incidido en esa dirección: «la gente está espectacular», dijo Óscar Clemente, Pimienta admitió que «no se le puede pedir más a la afición» y, tras el triunfo ante el Leganés, Álvaro Lemos calificó como «una locura» el apoyo recibido.
Más allá de los once puntos, del liderato que todavía se ostenta y de las magníficas sensaciones acumuladas, el romance que se vive con la grada y la atmósfera de adhesión que se percibe constituyen, sin dudas, la gran conquista en la temporada recién estrenada.
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