Pimienta-Bordalás, antagonismos al poder
Fútbol ·
El duelo táctico del UD-Getafe del viernes mide estilos en las antípodas. El técnico visitante es la némesis de La Masía, santuario del anfitriónEl UD-Getafe de este viernes no solo mide los pulsos de dos equipos que caminan al galope, por mucho que Las Palmas venga de perder ante el Betis, lo que en absoluto oculta su excelente salud clasificatoria y rendimiento notable. En el conjunto madrileño no se registran derrotas desde finales de septiembre (4-3 en Anoeta frente a la Real Sociedad) y su última actuación, con remontada ante el Granada, ha terminado por disparar las expectativas europeas, situado entre los ocho primeros.
Publicidad
Pero en el análisis de uno y otro equipo se impone el manual de estilo y el sello de autor que muestran de manera explícita. La UD de Pimienta sublima el juego combinativo y la iniciativa, aroma inequívoco a La Masía, escuela en la que se hizo jugador y entrenador el míster de Barranco Seco. El Getafe de Bordalás, siempre enjuiciado por su querencia a explotar el otro fútbol, manejando el tiempo según convenga sin importarle el debate estético, vive la de verticalidad y sin que le importe vivir siempre a la retaguardia y en campo propio.
La estadística acumulada en las catorce jornadas transcurridas le sitúan con el tercer peor porcentaje de posesión de toda LaLiga EA Sports con un 41,7%, solo por detrás del Cádiz (39,6%) y Mallorca (41,1%). Y en este apartado, la UD es uno de los punteros con hasta un 57,9%, más que Real Madrid o Girona, los escudos que gobiernan la clasificación. La brecha es evidente y se explica en lo que promulgan sus estrategas.
Mientras Pimienta es un defensor militante del llamado estilo Barça, Bordalás es la némesis, con enfrentamientos sonados con Xavi, técnico azulgrana, al que ha llegado a acusar de «faltar al respeto de manera absoluta» por sus críticas al Getafe. «Los datos sobre la posesión o número de pases no me interesan. Me interesan las ocasiones», zanja el preparador alicantino cada vez que le han sacado un asunto que más que incomodarle, le inflama. Porque, al calor de los resultados, de momento sus métodos se validan poco pocos. «No creo que Xavi le haga un favor a LaLiga», insistió a propósito del hombre llamado a salvaguardar el espíritu de Cruyff y por el que Pimienta siente una debilidad indisimulable.
Esa guerra interminable de Bordalás con los postulados del tiqui-taca choca frontalmente con la esencia que ha tratado de imponer en la UD el inquilino de su banquillo desde que llegó en enero de 2022 y que, mediante esa vía, tiene a Gran Canaria ilusionada y en Primera.
Publicidad
La diferencia generacional también rema a favor de esta brecha. Mientras Pimienta trataba de abrirse paso en el célebre Dream Team como delantero, a comienzos de la década de los noventa, ya entonces Bordalás ejercía en la banda, dado que su recorrido en el oficio se inicia en 1993 al frente del filial del Alicante. Ha cumplido, por tanto, treinta años y con contadas interrupciones.
Ser de otra escuela le lleva, por ejemplo, a pesar a sus jugadores a diario, tal y como se desveló en Relevo, castigando al que llegue con kilos de más con hacer la sesión correspondiente cargando un chaleco con ese añadido que no debía. También ha sido acusado de explotar el arte de perder tiempo con simulaciones o coordinar las faltas para evitar las reiteraciones en sus hombres, encargando las infracciones de manera escalonada. El Getafe ha realizado 247 faltas hasta la fecha, a una media de 17 por partido. La UD, por contra, totaliza 154, lo que arroja un promedio de once por actuación, seis menos.
Publicidad
Eso sí, Bordalás rechaza sistemáticamente la mala fama del Getafe en este aspecto disciplinario. «La misma falta no se nos sanciona de la misma manera», denunció el pasado mes de septiembre a propósito de la alta frecuencia en las amonestaciones que veían sus jugadores en comparación con otros.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión