Segunda División - Liga Hypermotion
Iván Gil frena la ansiedad amarilla a base de golesFútbol ·
El catalán firmó las dos dianas del triunfo isleño, el primero de la UD en su feudo esta temporada | Un autogol de Clemente en la prolongación revivió al Sanse así como viejos fantasmas | Con 8 puntos, Las Palmas se asoma provisionalmente a la zona noble de la tablaSin ser un frenesí ofensivo pero sí un boceto del libro de estilo de Luis García, la Unión Deportiva Las Palmas otorgó a su afición una victoria redonda -la primera de la temporada en casa- ante un rival correoso y camaleónico como es la Real Sociedad B (2-1). Y en ese particular ejercicio coral de los amarillos, el catalán Iván Gil tomó el protagonismo en la pizarra firmando las dos dianas del triunfo, catapultando al equipo isleño a la zona noble de la tabla provisionalmente merced a sus 8 puntos.
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No obstante, los locales tuvieron tiempo de revivir viejos fantasmas con el autogol de Enrique Clemente en plena prolongación del choque, pese a dominar la contienda de principio a fin.
Con el 'factor Kirian' -quien el pasado jueves anunció la buena noticia de su alta médica tras sufrir por segunda vez las secuelas del linfoma de Hodgkin- como bálsamo para la plantilla isleña -aunque no entró en la convocatoria-, las grandes novedades en el once de Luis García fueron la incorporación de Pejiño como titular y la vuelta de Amatucci al centro del campo, además de la presencia en el once de Iván Gil. Importantes ajustes con respecto al anterior duelo en tierras burgalesas, donde se echó en falta la pólvora.
Ya en el minuto 3, Milos Lukovic enganchó un centro preciso de Marvin Park desde el costado derecho que, sin embargo, el balcánico erró a bocajarro. Parecía un prometedor aviso para un duelo que apenas estaba abriendo su libreto.
Por su parte, el Sanse dejó la iniciativa el equipo amarillo, pero no renunció al protagonismo en vanguardia. De hecho, cuatro minutos después, un excelente control y regate de Orobengoa sobre el propio Park le permitió generar un tiro cruzado que se marchó lamiendo el palo izquierdo.
Para más inri, una cabalgada de Mariezkurrena en el 14' desembocó en una envenenada vaselina que acabó golpeando el larguero, para alivio del meta amarillo Dinko Horkas.
A continuación, Lukovic siguió erosionando la trinchera donostiarra, aunque con más frenesí que acierto. Se consiguió frenar la euforia visitante, pero continuaba Las Palmas con un dominio laxo en la medular, mientras su rival calibraba la ansiedad ajena.
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Sin embargo, en la recta final de la primera parte, un genial jugada entre Loiodice -con taconazo y caño del francés- y Pejiño acabó con una inmejorable asistencia del gaditano en el área para Iván Gil, que se relamió firmando el 1-0 (min. 39) para alivio de la afición y del banquillo amarillo.
En la reanudación, Amatucci tuvo en sus botas la posibilidad de ampiar la ventaja tras un taconazo preciso de Lukovic, pero el latigazo del italiano impactó en el portero.
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Fue una premonición de lo que venía dos minutos después, ya que Iván Gil volvió a la carga con un cañonazo desde la izquierda que se alojó en las redes con suma virulencia (2-0, min. 48)..
El catalán parecía estar en su 'prime'. Y a partir de ahí, el conjunto guipuzcoano comenzó a diluirse en una segunda parte que pintaba a monólogo insular.
Ante tal coyuntura, el técnico blanquiazul, Ion Ansotegi, apuró los primeros cambios, dando la alternativa entre ellos al extremo keniano Job Nguono, formado en el juvenil de Maspalomas.
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Al 63' entró también la pizarra de Luis García, entrando al campo Jonathan Viera por Pejiño -apercibido en la primera parte-. Poco después Fuster tomaba el relevo del bigoleador Iván Gil y Marc Cardona daba oxígeno en ataque en sustitución de Lukovic.
El Sanse no conseguía levantar cabeza. Entre faltas y cartulinas, siguió ahogándose en su trinchera, mientras el propio Viera amenazaba con un golpe franco desde la frontal que obligó al cancerbero visitante, Arana, a despejar de puños. La UD comenzaba a oler la sangre, pero no llegaba a rematar del todo la faena.
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Sin embargo, la nota negativa en la recta final del duelo fue la retirada en camilla de Marvin Park tras un choque fortuito en la medular que derivó en la entrada al césped de Álex Suárez.
Con ese último contratiempo y una dosis extra de cloroformo sobre el campo, la UD anestesió el juego a base de posesión y control, si bien el gol en propia a puerta de Clemente revivió temores pretéritos en plenos minutos de prolongación. Pero al final el equipo donostiarra no fue a más y todo quedó en un incómodo espejismo, sellando así Las Palmas un triunfo balsámico que permite aliviar momentáneamente la ansiedad en la casa amarilla.
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