Ismael, el aldeano que soñaba con ver a la UD Las Palmas jugar en Primera División
Este joven, que murió de forma repentina el pasado 7 de febrero con 38 años, era un fiel seguidor del conjunto amarillo, equipo al que apoyó durante toda su vida y al que pudo ver jugar en la máxima categoría del fútbol profesional
Abonado número 10.036. Fiel seguidor de la UD. Se podría decir que a Ismael le corría sangre amarilla por las venas. El pasado 7 de febrero de 2024 Ismael Díaz, un joven aldeano de 38 años y gran aficionado de la UD, moría de forma repentina en su pueblo natal. Casi dos meses después de su trágica partida, su familia lo sigue recordando «con todo el amor que dio» y ahora abrazan, en forma de recuerdo, sus cuatro pasiones: «La UD Las Palmas, el mar, las motos y a su hijo Yerobe, al que deja con 15 años».
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La familia de Ismael habla de él con mucho cariño. Aún se emocionan cuando lo nombran pero sobre todo se sienten orgullosos de la persona que fue y lo que consiguió: «Ismael era risueño, bromista y le encantaba sacar siempre el punto gracioso a las cosas. Nació en La Aldea de San Nicolás aunque se crio en el barrio de Tasartico. Era muy humilde y trabajador».
«Su mayor debilidad fue su hijo Yerobe, al que le inculcó sus valores y el amor que él siempre le tuvo a la UD Las Palmas y a la UD San Nicolás, equipo donde ahora se forma», señala su prima Yumara Díaz.
La pasión de Ismael por el conjunto amarillo no surgió por casualidad, el amor a este equipo lo sembraron poco a poco en su casa. «Se podría decir que toda la familia es aficionada a la UD». En la actualidad son abonados su hermano, su hijo, sus tíos, algunos de sus primos y él también lo estaba esta temporada 2023-2024. De hecho, era su décimo año como abonado», recuerda Yumara.
Junto con algún miembro de su familia, y siempre que el trabajo se lo permitiera, Ismael se trasladaba desde La Aldea a Las Palmas de Gran Canaria para ver a la UD jugar. «Ismael murió viendo a Las Palmas jugar en Primera División y eso fue un sueño. Siempre decía que se merecía el puesto en primera y cuando ascendió en 2023, lo celebró como el que más», apunta Paco, su tío.
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Pero Ismael siempre quería más cuando se trataba del conjunto amarillo. Llegó a trasladarse en numerosas ocasiones a la península para acompañar al equipo: «A Ismael no había quién le parara. Fue a ver varios partidos fuera de Canarias, recuerdo un partido a Sevilla y otro a Leganés. También fue varias veces a Tenerife a ver algún derbi», comenta Yumara.
«Mi primo siempre tenía que comentar todos los movimientos del equipo, estaba al tanto de las noticias, de los fichajes, de las alineaciones antes de los partidos o incluso, de los resultados de los rivales para saber cómo iba la clasificación. Iba -y fue- con la UD hasta el final», recalca.
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Sus camisetas, bufandas, mantas, fotografías, las entradas de algún que otro derbi, o los equipajes, entre otras cosas, todos los objetos de la UD Las Palmas que atesoraba Ismael ahora quedan en el regazo de su familia, quienes se encargarán de custodiarlo con un amor de primera.
La familia no se ve «capaz» de volver al Estadio de Gran Canaria
El asiento 6 de la fila 25 de la curva central alta del sector A16, lugar donde se sentaba Ismael, lleva vacío 47 días y seis asientos de su alrededor, también. Estos lo ocupan su hijo Yerobe, su hermano Juan Luis, sus primos Iván y Paula, y sus tíos Paco y Esteban, familiares que han sido «incapaces» de volver a pisar el Estadio de Gran Canaria desde su fallecimiento. El resto de su familia, que solía ir a partidos, comparten el mismo sentimiento: «No hemos sido capaces de volver a ver un partido de la UD en el estadio desde su partida. No nos sentimos con fuerza para ir, pero tendremos que hacerlo algún día por él. No podemos rendirnos porque si algo tenían en común Ismael y la UD Las Palmas era que la opción de rendirse no existía», apuntan.
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