La contracrónica de la UD Las Palmas: Cuando tu 'killer' es el central y tu 'capi' el talismán, todo vale la pena
Fútbol ·
El equipo agitó la pizarra todo lo que pudo. Saltó al campo incluso Mata... Pero el gol llegó a través del zaguero que lo juega todoSorprende a más de uno que un simple 1-0 exhale ante los medios tal aluvión de titulares y lecturas. No solo porque a Las Palmas le estaba costando un horror ganar en casa. Tampoco se trataba de que marcarle al Cádiz era como superar un cálculo renal. Ni siquiera que el gol brillara por su ausencia -7 goles en 7 jornadas- pese a los múltiples arabescos que se esbozaban en la pizarra hasta por amor al arte.
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Ya fuera por el respeto casi enfermizo al rival recién descendido o por la mística que pueda desprender un santuario deportivo como es el Estadio de Gran Canaria, lo cierto es que a la UD necesitaba sí o sí ganar este duelo a pesar de que su rival fuera un claro candidato con un estilo casi antagónico sobre el césped.
Al menos no se puede negar que, con la entrada de Viera y Recoba, hubo un pequeño arreón moral en vanguardia, algo que se incrementó con la balsámica entrada de Kirian, sin duda la mejor noticia de la noche.
Fue como un improvisado 'Cid', y no se trata, ni mucho menos, de una manida metáfora en este caso, porque la entrada del tinerfeño sí transformó el escenario en otro partido.
Tampoco se puede obviar que Luis García apuró con todo. Agitó al máximo la coctelera. Salía humo de su impecable flequillo en busca de la ecuación idónea que seguía negándose, por muy bueno que fuera el trabajo que desarrollaban los jugadores en el campo. Incluso lo intentó con el «desterrado» Mata, que no estuvo mal en los dos ratitos que jugó. Pero la ironía es que el gol llegó de la mano de un zaguero, el que lo juega todo en esta UD. Un tal Sergio Barcia que ha caído como una bendición en este equipo, firmando el gol, irónicamente, en el primer tanto tras jugada a balón parado que ha hecho el equipo esta temporada. Barcia hizo de 'killer' tras un córner magistralmente ejecutado por el Mago de La Feria. Daba igual que, durante la semana, la prensa hiciera infinitas cábalas ante la ausencia de Lukovic. El equipo tiene más pólvora en la sala de máquinas que en la última parcela. Y eso, lejos de ser un hándicap hay que tomarlo como una virtud en esta Segunda tan loca.
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