Raúl Lizoain, el portero que se ganó el respeto
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El grancanario es el cancerbero titular del CD Mirandés y para él será, el de este viernes (20.00 horas), un partido cargado de recuerdos y sentimientosPEDRO GARCÍA
Las Palmas de Gran Canaria.
Jueves, 5 de mayo 2022, 02:00
Llegar a lucir el brazalete de capitán en un equipo no es tarea fácil y no todos los jugadores saben gestionar un vestuario. Es un premio que se consigue con lealtad, profesionalidad y respeto, el que se ha ganado con el paso de los años el grancanario Raúl Lizoain, portero del CD Mirandés que este viernes (20.00 horas) será el encargado de proteger la portería que los delanteros amarillos tratarán de batir para continuar su trayectoria imparable hacia la sexta plaza.
Con 31 años de edad, Lizoain se ha contrastado como uno de los guardametas más fiables de la Liga. A sus espaldas ocho temporadas en la UD Las Palmas, desde los diecinueve años en el primer equipo, y 76 partidos oficiales.
Debutó con Juan Manuel Rodríguez en aquel partido que Las Palmas jugó en Huesca (2-0) un 26 de noviembre de 2011 y en el que tuvo que sustituir al arquero argentino Mariano Barbosa, expulsado en la primera parte. Ascendió con la UD Las Palmas a Primera División en la 2014-2015 disputando 18 partidos. En el debut en la máxima categoría, en el Vicente Calderón, fue el portero titular frente al Atlético de Madrid (1-0), con gol de Griezmann.
Para él no fue nada fácil pelear por un puesto de titular con los porteros que el club contrataba de fuera año tras año. En silencio y con rigor profesional siempre estuvo preparado para cuando su momento le llegara. En sus inicios aprendió de los consejos de Barbosa, Pindado o Cicovic, y del ejemplo de superación de su padre y su tío -son ciegos- sus ídolos de verdad, con los que aprendió a superarse en cada momento de adversidad que se encontró por el camino de la vida.
Dos años en la AD Alcorcón y esta, su tercera campaña el club de Miranda de Ebro, le han servido para disfrutar del fútbol en compañía de su familia. Vive su momento deportivo y personal de mayor madurez y sueña con volver algún día a la que fue su casa.
En la caseta, Raúl Lizoain es un líder, una persona responsable que ayuda, enseña, protege al compañero y que sabe valorar la labor de cada trabajador del club. Este viernes será el enemigo deportivo, pero eso no quita para que la sabia afición del Estadio de Gran Canaria le premie como se merece, con una ovación en los prolegómenos del partido.
En sus dos anteriores visitas desde que se marchó, también con el Mirandés, la pandemia dejó vacías las gradas del Estadio de Gran Canaria. Y es que Lizoain, por si no lo saben, es amarillo de corazón y defendió al escudo de la UD Las Palmas como si la vida le fuese en ello.
Muchas han sido las aventuras que compartió con su gran amigo Jonathan Viera, al que admira por su calidad humana y futbolística y al que por primera vez se enfrentará en un terreno de juego. Lizoain no duda en catalogarlo como un jugador único admitiendo que «pagaría el dinero que hiciese falta» para tenerlo en su equipo.
Ha reconocido que el partido será especial para él y que estará cargado de emotividad. Ve a la UD Las Palmas «capacitada para jugar la promoción de ascenso» y elogia la gran racha de resultados que está obteniendo en este tramo decisivo de la temporada.
Raúl Lizoain es un tipo sencillo, que aprende con cada parada, que se gana la admiración de todos por su manera de afrontar las cosas con naturalidad y trasparencia. Mañana se pondrá los guantes para trabajar con honradez por el club al que representa.
El fútbol es tan caprichoso que nos sorprende con este tipo de situaciones que sirven para enseñarlos que detrás de un balón también ha sentimientos. Será un noche especial, algo rara por ver a uno de los nuestros defendiendo el escudo de otro equipo. Así es este deporte. La UD Las Palmas se juega todas sus opciones, el Mirandés, por su parte, llega a Gran Canaria con la intención de certificar su permanencia en la categoría. Los ojos de todos estarán pendientes del 7,32 x 2,44.
