Tony Rojas y su gesto inolvidable en París

Juegos Olímpicos de París 2024. Las brasileñas Ana Patricia y Duda y las canadienses Melissa Humana-Paredes y Brandie Wilkerson disputan el tercer y decisivo juego de la final femenina de vóley playa en una espectacular cancha, con la Torre Eiffel como testigo, a reventar. Con 11-8 para las brasileñas, un error arbitral desata una trifulca en la red entre las jugadoras. La discusión sube de tono con el colegiado por el medio para evitar males mayores, y aunque se rectificó la errónea decisión arbitral el ambiente ya era muy tenso en la arena. Justo en ese incómodo momento suena alto y claro el Imagine de John Lennon que canta la grada al unísono y provoca los aplausos y las sonrisas de las implicadas que continuaron jugando y terminando la final sin problemas.

Detrás de aquella espontánea genialidad estaba Tony Rojas, el experimentado y prestigioso DJ grancanario que vivía sus terceros juegos en París. Su gesto recorrería -y recorre aún- todo el mundo. «El árbitro se equivoca en un punto y empiezan a discutir entre ellas. La tangana va a más y como veo que estaba durando demasiado se me ocurre poner una canción que creía era la idónea, por lo que dice y lo que significa, para ese momento. Para mi sorpresa, los abucheos del público hacia las jugadoras se convirtieron en cuestión de segundos en risas, aplausos y gestos del corazón con sus manos siguiendo el ritmo de la canción», relata el propio Rojas. «Lo mejor de todo fue ver que las jugadoras se contagiaron de ese buen rollo, ya que toda la grada cantaba la canción, para apaciguar toda la situación», añade el isleño.

«Todo lo que vino después ha sido una odisea. Esa misma noche, que llegué al hotel sobre la una y media de la madrugada, el teléfono no paró de sonar hasta el punto de que tuve que apagarlo para poder dormir. Al día siguiente, cuando volví a conectarlo, estuvo como tres minutos sin parar de llegarme notificaciones. Fue una pasada», aseveró.

«No soy muy dado a salir en los medios, pero en este caso me alegra de que sea por ese motivo. Estoy muy orgulloso de que un canario, un español, haya participado en ese hecho histórico para el olimpismo mundial, como así lo han destacado en muchos países. Ahí queda», sentenció.

Al margen del ya histórico gesto, Tony Rojas vivió en París una nueva aventura de altura. «La experiencia por todo lo acontecido, el nivel, el espectáculo y por lo que significaba el estadio debajo de la Torre Eiffel sin duda fue única e histórica. Además, a las diez de la noche se apagaban todas las luces y empezábamos el show musical. Se creaba un ambiente espectacular en la cancha, ya que segundos después se iluminaba la torre con el estadio a oscuras y allí nos quedábamos tras la jornada deportiva pinchando música con la grada aún llena todos los días. Era una auténtica pasada», relata el grancanario.

«Estos fueron mis terceros Juegos Olímpicos y las diferencias con respecto a otros siempre son las localizaciones. En este caso en concreto, la ubicación del estadio fue todo un acierto y único. Espero que sirva para otras citas de ejemplo, para que este deporte se ubica en un lugar privilegiado», afirma Rojas.

«En directo la cancha era mucho más espectacular todavía. La Torre Eiffel impone mucho, en foto no es lo mismo ya que cuando estás justo debajo es una auténtica pasada. Luego, el show de luces que montaron en la torre para los Juegos impactaba mucho. La gente alucinaba solo con eso», añade.

Fiel a su costumbre de pinchar música canaria en todos sus eventos, en los Juegos de París también se bailó al ritmo isleño. «Coincidí con José María -árbitro internacional tinerfeño- en varios partidos, como siempre, y el pasodoble Islas Canarias para presentarlo claro que sonó también en París. Además tuvo una respuesta muy positiva siempre de la grada, que llevaba el ritmo de la canción con sus aplausos. Nunca falla. Tampoco faltaron canciones de Efecto Pasillo, Quevedo, Foncho, Saylen, Chocolate Sexy, Rosana, alguna que otra isa… siempre están presente en todas mis pinchadas».

Tras un más que merecido descanso, Rojas parte este mismo domingo a Hamburgo, «donde tengo otra competición de vóley playa», comenta. Tras esa cita le espera la Premier Pádel en Madrid; eventos en la India, Filipinas, Arabia Saudí, con una disciplina deportiva que se disputará en Neom, la llamada Ciudad del futuro… «Terminaremos en Catar, con otra competición de vóley playa, y una cita de pádel en Barcelona. Si Dios quiere volveré a casa el 23 de diciembre. Descansar poco, pero me gusta que sea así», finaliza. El precio de la fama ganada a pulso.

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