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Pirineos-Barcelona, la candidatura de la discordia

Pirineos-Barcelona, la candidatura de la discordia

El acuerdo técnico donde se fijan las sedes que aspiran a acoger los Juegos de Invierno 2030 enfrenta a Cataluña, que acapara las citas más atractivas, y Aragón, que denuncia «desequilibrios»

Sábado, 2 de abril 2022

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El espíritu olímpico se propone mostrar a través del deporte lo mejor del espíritu humano. Valores como trabajo en equipo, solidaridad, tolerancia. Lo ocurrido esta semana tras conocerse el acuerdo técnico sobre el que se pretende construir la candidatura de Pirineos a los Juegos de invierno de 2030 es, por contra, un ejercicio de discordia. «Y nada asusta más al COI que las disputas internas», advierten algunas de las fuentes consultadas para este reportaje.

La tormenta estalló el lunes, en cuanto el Comité Olímpico Español hizo públicas las sedes y las disciplinas sobre las que se pretende construir esa hoja de ruta, una iniciativa en la que Cataluña lleva trabajando desde hace más de una década y a la que se sumó Aragón a instancias del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que ve en ella un modo de tender puentes con el Govern al tiempo que se actúa sobre un territorio que hace buenos todos los tópicos de la España Vaciada.

Si alguien pensaba que el encaje de bolillos iba a satisfacer a ambas partes no ha tardado en salir de su error. El anuncio ha desatado un fuego cruzado entre los dos actores principales de este drama: el president Pere Aragonés, que ha sido inequívoco en su exigencia de que sea Cataluña quien lidere la cita –y eso pese a supeditar su celebración a una consulta popular que podría echarla por tierra–; y su homólogo Javier Lambán, a quien el reparto de disciplinas no seduce y que recuerda que Aragón aceptó participar si se garantizaba que lo haría «de igual a igual». Dicho de otro modo, no es lo mismo acoger el esquí alpino (La Cerdanya) que el curling (Jaca), el snowboard (Baqueira) que el biatlón (Candanchú). Abrir y cerrar los Juegos (Barcelona) que oficiar de comparsa.

La decisión de Aragón de no asistir a la reunión convocada este pasado viernes en la sede del COE en Madrid para sellar el acuerdo pone de manifiesto la grieta abierta, aún cuando en el la redacción del texto habían participado técnicos de ambas comunidades y aparentemente estaba consensuado. Lambán ha negado la mayor y argumenta que su disgusto no se reduce a que Cataluña acapare las competiciones sobre el papel más atractivas. La semana que viene presentará su propia propuesta, anuncian desde Zaragoza.

Frente a las tres estaciones ungidas en Cataluña –Boí, Baqueira Beret y La Molina-Masella–, Aragón critica que el Pirineo ubicado en su territorio sólo se beneficiará de la cita Candanchú, la única privada en una comunidad donde el grupo Aramón, de participación pública, tiene las instalaciones «más modernas». Sostiene además que el acuerdo elude cuestiones que habría que definir ya, como si la ciudad condal acogerá tanto la ceremonia de inauguración como la de clausura (en detrimento de Zaragoza); y si el nombre de la candidatura incluirá 'Barcelona' o será, sencillamente, 'Pirineos', «el auténtico protagonista», subraya.

En el Govern catalán, la reacción de su vecino no ha sentado nada bien. Pere Aragonés se ha negado a modificar una «muy buena propuesta» –insiste, alcanzada por todas las partes– y menos aún hacerlo por lo que califica de «salida de tono». Es más, desde sus filas intuyen que la reacción de Lambán responde a una estrategia electoral, y que las aguas volverían a su cauce si se retira el nombre de la capital catalana de la candidatura.

«Hay que ser competitivos»

Las aspiraciones nacionalistas no han tardado en salpicar el debate, aunque Mónica Bosch, coordinadora de la Generalitat para el proyecto olímpico, niega que sea así. «El deporte tiene que estar por encima de estas consideraciones y el único objetivo que nos guía es poner sobre la mesa un proyecto equilibrado, por supuesto, pero también competitivo, que pueda ganar, más teniendo en cuenta a quien tenemos delante –Vancouver, Sapporo, Salt Lake City–. Y en este sentido, Barcelona es una tarjeta de presentación privilegiada. A partir de ahí, son los Pirineos los que se deben beneficiar. Quien pretenda ver otra cosa, se equivoca».

En La Seu d'Urgell, su alcalde, Francesc Viaplana (ERC), va más allá. Habla de «una candidatura catalana, en la medida que el impulso ha surgido de aquí y nosotros debemos liderarlo. Le recuerdo que Aragón ya ha intentado varias veces optar a unos Juegos Olímpicos y en ningún caso se ha contado con Cataluña. Y eso, lejos de ser ningún reproche, es una realidad».

«¿Una candidatura equilibrada?», replica a 168 kilómetros de allí José María Ciria, presidente de la Asociación Turística y Empresarial del Valle de Benasque, para quien carece de sentido que este rincón aragonés quede fuera de la ecuación, «con 80 picos de más de 3.000 metros, remontes montados a pie de pista y más de 8.000 plazas de capacidad hotelera. El lugar –insiste– donde más se practica la modalidad del esquí de travesía, que se espera sea olímpico en 2030». Un espacio donde ya se han celebrado Copas del Mundo, con una experiencia acreditada, y la pista más larga del Pirineo (9 kilómetros), el mayor desnivel y más probabilidades que ninguna otra de tener nieve cuando haga falta».

En Aragón, hay otro elemento que causa desasosiego. Se trata de la consulta que la Generalitat se ha comprometido a realizar en las comarcas catalanas afectadas por el proyecto y a cuyo resultado se supedita este. Y es que la cita olímpica despierta distintas sensibilidades, no todas favorables, aunque el ministro de Educación y Deportes, no la vea necesaria y advierta incluso de que se puede convertir en un obstáculo. «Hay una corriente muy favorable, y a los políticos lo que nos toca es interpretar el sentir general y tomar decisiones».

César Ruiz-Canela, alcalde de Naut Aran, no alberga dudas. «Va a salir un 'sí' aplastante. Y lo digo no porque Baqueira Beret sea una de las sedes, sería imperdonable lo contrario, sino porque de esta candidatura se va a beneficiar todo el Pirineo». Lo dice mientras observa la N-230 por la que pasan a diario 600 camiones y que pide a gritos desde hace años un tercer carril que ataje la siniestralidad. A 78 kilómetros de allí, en Boí, donde está previsto acoger las pruebas de esquí de montaña, el regidor de Turismo, Albert Palacín (ERC), reproduce sus razones, «la necesidad acuciante de infraestructuras y de mejora de las ya existentes, desde fibra óptica a hospitales».

Preguntando por los recelos de Aragón, Palacín dice que «son ganas de apelar al populismo, de mezclar churras con merinas», y que hay que «respetar el dictamen de los técnicos, no vale sólo cuando lo tienes a favor». Ruiz-Canela afirma que «sería un error fracasar por motivos partidistas, que es lo que sucede cuando se dejan las decisiones en manos de los políticos».

Referéndum en junio o julio

Mientras en Naut Aran, Boí, Puigcerdá o Seo d'Urgell, los alcaldes ven en la candidatura una «oportunidad única de modernización» y exigen más información ante la celebración de un referéndum que fuentes de la Generalitat sitúan a finales de junio o primeros de julio, en el territorio surgen movilizaciones ciudadanas como la plataforma 'STOP JJ OO.CAT', que ha recogido ya 13.000 firmas de apoyo, o los 150 científicos que han elaborado un manifiesto que considera «inaceptable» e «insostenible» la candidatura olímpica del Pirineo. Un modelo, dicen estos últimos, que apuesta por estaciones de esquí que serán inviables antes de 2050 por falta de nieve natural, disparará los consumos de agua y energía y, en consecuencia, de la contaminación, y agravará el desequilibrio y la dependencia de las comarcas pirenaicas, donde las segundas residencias están desplazando a la agricultura, la ganadería y la pequeña industria.

En este contexto, Bernat Lavaquiol, portavoz de STOP JJ OO.CAT, critica «la total opacidad que rodea el proyecto olímpico» y cuestiona la bondad de un referéndum del que a estas alturas lo ignoran todo, dice, desde las comarcas que están llamadas a participar hasta la pregunta. «Hay un chantaje que no dejamos de escuchar: si no acogemos los Juegos no tendremos ni tren ni carreteras ni hospitales, cuando las inversiones que tenían que haber garantizado esos servicios llevan años destinándose a apuntalar un modelo de territorio que se ha demostrado ruinoso».

Baqueira-Beret

Candanchú

Esquí de fondo y biatlón

Snowboard y freestyle

Jaca

La Molina

-Masella

Curling

Boí Taüll

Esquí de montaña

Esquí alpino

HUESCA

LLEIDA

Zaragoza

CATALUÑA

Pruebas de patinaje

Barcelona

ARAGÓN

Hockey hielo

0

50 km.

Alpes

Sarajevo

Francia

Bosbleigh, lush, saltos y la combinada nórdica podrían ir a Sarajevo y los Alpes

Candanchú

Baqueira-Beret

Esquí de fondo y biatlón

Snowboard y freestyle

Jaca

La Molina-Masella

Curling

Esquí alpino

Boí Taüll

Esquí de montaña

HUESCA

LLEIDA

Zaragoza

Pruebas de patinaje

CATALUÑA

Barcelona

ARAGÓN

Hockey hielo

0

50 km.

Alpes

Bosbleigh, lush, saltos y la combinada nórdica podrían ir a Sarajevo y los Alpes

Sarajevo

Francia

SEDES

Baqueira-Beret

Snowboard y freestyle

Candanchú

Jaca

Esquí de fondo y biatlón

Curling

La Molina-Masella

Boí Taüll

Esquí alpino

Esquí de montaña

HUESCA

GERONA

LLEIDA

Zaragoza

Barcelona

CATALUÑA

Hockey hielo

Pruebas de patinaje

ARAGÓN

Alpes

0

50 km.

Sarajevo

Francia

Bosbleigh, lush, saltos y la combinada nórdica podrían ir a Sarajevo y los Alpes

Adaptarse a lo ya construido, consigna del COI

Se acabaron los grandes dispendios y los equipamientos que se desmantelaban una vez acabados los Juegos, ya fuera por falta de demanda o por el coste de su mantenimiento. La Agenda 2020 + 5 es la nueva hoja de ruta del Comité Olímpico Internacional. Antes, los requerimientos para organizar esta cita pasaban por proyectos más compactos, que exigían construir grandes estadios o villas olímpicas, no importa cual fuera su viabilidad posterior.

Incluso se pueden delegar determinadas competiciones en otro países donde ya existen esos equipamientos, que es lo que ha llevado a los organizadores de la candidatura Pirineos-Barcelona a plantear que modalidades como los saltos, el bosbleigh o el lusch se celebren en Sarajevo o Alpes, donde existen ya equipamientos que no existen en Pirineos (incluido Andorra o la vertiente francesa). «Ahora, no es el país el que se tiene que adaptar a la cita, sino al revés –apostilla Mónica Bosch–, que el proyecto que tú presentas se adapte a las necesidades del territorio. Esta es la clave». Para qué construir una villa olímpica en el Pirineo si con la capacidad hotelera que tienes allí puedes satisfacer las necesidades de deportistas, técnicos y voluntarios.

A día de hoy, si un organizador quiere construir unos trampolines para saltos de esquí o un circuito de bosbleigh, tiene que argumentarlo muy bien. El resultado es la imposibilidad de celebrar ciertos deportes en según qué sitios. Un ejemplo es Jaca. Su alcalde, Juan Manuel Ramón (PSOE), pese a coincidir con su presidente en el «desequilibrio» del acuerdo técnico, admite que uno tiene que ser consciente de lo que tiene y lo que no tiene.

«Una de las fortalezas de esta candidatura es aprovechar al máximo los recursos existentes. Jaca no puede albergar el patinaje (Zaragoza) ni el hockey sobre hielo (Barcelona), porque el COI exige unos aforos que están fuera de nuestro alcance. Hablamos de transformar pabellones para 15.000 o 2.0000 personas. Dicho esto, Jaca –dice el edil– está contenta con el curling, primero porque somos un referente internacional –todos los campeonatos de esta disciplina que se hacen en España se celebran allí– y además aspiramos a ser el centro especializado de alto rendimiento de este deporte en España y en Europa».

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