Test | Piragüismo: ¿cuánto sabes sobre el deporte rey del olimpismo español?

El piragüismo es el segundo deporte que más medallas ha aportado al medallero español y podría terminar estos Juegos en el primer puesto. Con 20 preseas, está a solo una de alcanzar el récord de la vela, que cuenta con 21. La modalidad sprint se ha adjudicado 17 de estos metales, mientras que el eslalon cuenta con tres. En el equipo español presente en tierras galas se encuentran algunas de las mayores leyendas del piragüismo español.

El piragüismo es el segundo deporte que más medallas ha aportado al medallero español y podría terminar estos Juegos en el primer puesto. Con 20 preseas, está a solo una de alcanzar el récord de la vela, que cuenta con 21. La modalidad sprint se ha adjudicado 17 de estos metales, mientras que el eslalon cuenta con tres. En el equipo español presente en tierras galas se encuentran algunas de las mayores leyendas del piragüismo español.

El piragüismo es el segundo deporte que más medallas ha aportado al medallero español y podría terminar estos Juegos en el primer puesto. Con 20 preseas, está a solo una de alcanzar el récord de la vela, que cuenta con 21. La modalidad sprint se ha adjudicado 17 de estos metales, mientras que el eslalon cuenta con tres. En el equipo español presente en tierras galas se encuentran algunas de las mayores leyendas del piragüismo español.

El piragüismo es el segundo deporte que más medallas ha aportado al medallero español y podría terminar estos Juegos en el primer puesto. Con 20 preseas, está a solo una de alcanzar el récord de la vela, que cuenta con 21. La modalidad sprint se ha adjudicado 17 de estos metales, mientras que el eslalon cuenta con tres. En el equipo español presente en tierras galas se encuentran algunas de las mayores leyendas del piragüismo español.

El catalán Saúl Craviotto es uno de los deportistas olímpicos más importantes en la historia de España, sino el que más. Así se lo demostró el COE cuando le nombró abanderado de la expedición española en Tokio 2020. El mayor honor posible para un deportista que ha consagrado su carrera a coleccionar preseas en los Juegos. Una carrera llena de éxitos. «Ser olímpico engancha. Lograr el éxito es una barbaridad. Después de tantísimo esfuerzo y sacrificio, la sensación de llegar ese día y cruzar la meta el primero es indescriptible», explicó el deportista en una entrevista. En París 2024 competirá en sus quintos Juegos. El reto que tiene por delante es ser el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. Es el deportista español con más medallas olímpicas junto a David Cal. Los dos piragüistas han ganado cinco metales cada uno. Craviotto ha ganado dos oros, dos platas y un bronce olímpico.

El catalán Saúl Craviotto es uno de los deportistas olímpicos más importantes en la historia de España, sino el que más. Así se lo demostró el COE cuando le nombró abanderado de la expedición española en Tokio 2020. El mayor honor posible para un deportista que ha consagrado su carrera a coleccionar preseas en los Juegos. Una carrera llena de éxitos. «Ser olímpico engancha. Lograr el éxito es una barbaridad. Después de tantísimo esfuerzo y sacrificio, la sensación de llegar ese día y cruzar la meta el primero es indescriptible», explicó el deportista en una entrevista. En París 2024 competirá en sus quintos Juegos. El reto que tiene por delante es ser el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. Es el deportista español con más medallas olímpicas junto a David Cal. Los dos piragüistas han ganado cinco metales cada uno. Craviotto ha ganado dos oros, dos platas y un bronce olímpico.

El catalán Saúl Craviotto es uno de los deportistas olímpicos más importantes en la historia de España, sino el que más. Así se lo demostró el COE cuando le nombró abanderado de la expedición española en Tokio 2020. El mayor honor posible para un deportista que ha consagrado su carrera a coleccionar preseas en los Juegos. Una carrera llena de éxitos. «Ser olímpico engancha. Lograr el éxito es una barbaridad. Después de tantísimo esfuerzo y sacrificio, la sensación de llegar ese día y cruzar la meta el primero es indescriptible», explicó el deportista en una entrevista. En París 2024 competirá en sus quintos Juegos. El reto que tiene por delante es ser el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. Es el deportista español con más medallas olímpicas junto a David Cal. Los dos piragüistas han ganado cinco metales cada uno. Craviotto ha ganado dos oros, dos platas y un bronce olímpico.

El catalán Saúl Craviotto es uno de los deportistas olímpicos más importantes en la historia de España, sino el que más. Así se lo demostró el COE cuando le nombró abanderado de la expedición española en Tokio 2020. El mayor honor posible para un deportista que ha consagrado su carrera a coleccionar preseas en los Juegos. Una carrera llena de éxitos. «Ser olímpico engancha. Lograr el éxito es una barbaridad. Después de tantísimo esfuerzo y sacrificio, la sensación de llegar ese día y cruzar la meta el primero es indescriptible», explicó el deportista en una entrevista. En París 2024 competirá en sus quintos Juegos. El reto que tiene por delante es ser el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. Es el deportista español con más medallas olímpicas junto a David Cal. Los dos piragüistas han ganado cinco metales cada uno. Craviotto ha ganado dos oros, dos platas y un bronce olímpico.

A sus 39 años, este catalán nacido en Lleida y de profesión policía nacional, lidera un barco de 'máxima seguridad' en la modalidad de K4-500 con Carlos Arévalo, militar de profesión, Rodrigo Germade y el abanderado Marcus Cooper, que cuenta con licencia de tiro olímpico. «A veces bromeamos con el hecho de que haya más gente armada en nuestro grupo de entrenamiento que no», indicó recientemente Cooper, doble medallista olímpico, que de no ser piragüista dice verse como luchador de MMA (artes marciales mixtas) o cualquier otro deporte de contacto.

A sus 39 años, este catalán nacido en Lleida y de profesión policía nacional, lidera un barco de 'máxima seguridad' en la modalidad de K4-500 con Carlos Arévalo, militar de profesión, Rodrigo Germade y el abanderado Marcus Cooper, que cuenta con licencia de tiro olímpico. «A veces bromeamos con el hecho de que haya más gente armada en nuestro grupo de entrenamiento que no», indicó recientemente Cooper, doble medallista olímpico, que de no ser piragüista dice verse como luchador de MMA (artes marciales mixtas) o cualquier otro deporte de contacto.

A sus 39 años, este catalán nacido en Lleida y de profesión policía nacional, lidera un barco de 'máxima seguridad' en la modalidad de K4-500 con Carlos Arévalo, militar de profesión, Rodrigo Germade y el abanderado Marcus Cooper, que cuenta con licencia de tiro olímpico. «A veces bromeamos con el hecho de que haya más gente armada en nuestro grupo de entrenamiento que no», indicó recientemente Cooper, doble medallista olímpico, que de no ser piragüista dice verse como luchador de MMA (artes marciales mixtas) o cualquier otro deporte de contacto.

A sus 39 años, este catalán nacido en Lleida y de profesión policía nacional, lidera un barco de 'máxima seguridad' en la modalidad de K4-500 con Carlos Arévalo, militar de profesión, Rodrigo Germade y el abanderado Marcus Cooper, que cuenta con licencia de tiro olímpico. «A veces bromeamos con el hecho de que haya más gente armada en nuestro grupo de entrenamiento que no», indicó recientemente Cooper, doble medallista olímpico, que de no ser piragüista dice verse como luchador de MMA (artes marciales mixtas) o cualquier otro deporte de contacto.

El rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana se mueve por retos para mantener intacta la motivación de alguien con sobrada experiencia olímpica y con unos resultados tan destacados como ser tres veces campeón del mundo y dos veces campeón de Europa. En los Juegos de París competirá en dos disciplinas: el K2 500 y el K4 500. «Cada día de entrenamiento lo hago como si estuviera en competición. Intento buscar dónde está mi límite, hacerme la vida un poco más complicada y dar mi mejor versión siempre», reflexiona el palista, que añade que tiene «mucha ambición». No obstante, a pesar de esperar «dos medallas en París», si vuelve sin premio estará también contento. «No tengo miedo a perder. No firmo ninguno de los metales, quiero vivir el momento y luchar por lo que me corresponda».

El rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana se mueve por retos para mantener intacta la motivación de alguien con sobrada experiencia olímpica y con unos resultados tan destacados como ser tres veces campeón del mundo y dos veces campeón de Europa. En los Juegos de París competirá en dos disciplinas: el K2 500 y el K4 500. «Cada día de entrenamiento lo hago como si estuviera en competición. Intento buscar dónde está mi límite, hacerme la vida un poco más complicada y dar mi mejor versión siempre», reflexiona el palista, que añade que tiene «mucha ambición». No obstante, a pesar de esperar «dos medallas en París», si vuelve sin premio estará también contento. «No tengo miedo a perder. No firmo ninguno de los metales, quiero vivir el momento y luchar por lo que me corresponda».

El rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana se mueve por retos para mantener intacta la motivación de alguien con sobrada experiencia olímpica y con unos resultados tan destacados como ser tres veces campeón del mundo y dos veces campeón de Europa. En los Juegos de París competirá en dos disciplinas: el K2 500 y el K4 500. «Cada día de entrenamiento lo hago como si estuviera en competición. Intento buscar dónde está mi límite, hacerme la vida un poco más complicada y dar mi mejor versión siempre», reflexiona el palista, que añade que tiene «mucha ambición». No obstante, a pesar de esperar «dos medallas en París», si vuelve sin premio estará también contento. «No tengo miedo a perder. No firmo ninguno de los metales, quiero vivir el momento y luchar por lo que me corresponda».

El rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana se mueve por retos para mantener intacta la motivación de alguien con sobrada experiencia olímpica y con unos resultados tan destacados como ser tres veces campeón del mundo y dos veces campeón de Europa. En los Juegos de París competirá en dos disciplinas: el K2 500 y el K4 500. «Cada día de entrenamiento lo hago como si estuviera en competición. Intento buscar dónde está mi límite, hacerme la vida un poco más complicada y dar mi mejor versión siempre», reflexiona el palista, que añade que tiene «mucha ambición». No obstante, a pesar de esperar «dos medallas en París», si vuelve sin premio estará también contento. «No tengo miedo a perder. No firmo ninguno de los metales, quiero vivir el momento y luchar por lo que me corresponda».

Cuando se habla de remontadas deportivas a uno le viene a la cabeza aquellas en las que el Real Madrid ha logrado lo imposible en eliminatorias de Champions League, su competición fetiche. Sin embargo, tras teclear en el más famoso de los buscadores de internet, la final del K1-1000 de los Juegos de Río 2016, la gesta es colosal. Un rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana, dio el sorpresón de colgarse un oro olímpico que supo «a mucho esfuerzo, trabajo y satisfacción» tras recortar más de dos segundos a sus rivales en apenas doscientos metros. Marcus Cooper Walz, que contaba por aquel entonces con apenas 21 años, no entraba en las quinielas de nadie para la victoria en una disciplina, el piragüismo, donde con esa edad no se espera tanto de uno. Ocho años más tarde de aquello, y cuatro después una plata en Tokio en el K4 500, el adolescente que se apuntó a dar golpes a la pala para ponerse en forma físicamente y ver los peces de colores del club náutico de Porto Petro, tiene la ambición máxima en París.

Cuando se habla de remontadas deportivas a uno le viene a la cabeza aquellas en las que el Real Madrid ha logrado lo imposible en eliminatorias de Champions League, su competición fetiche. Sin embargo, tras teclear en el más famoso de los buscadores de internet, la final del K1-1000 de los Juegos de Río 2016, la gesta es colosal. Un rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana, dio el sorpresón de colgarse un oro olímpico que supo «a mucho esfuerzo, trabajo y satisfacción» tras recortar más de dos segundos a sus rivales en apenas doscientos metros. Marcus Cooper Walz, que contaba por aquel entonces con apenas 21 años, no entraba en las quinielas de nadie para la victoria en una disciplina, el piragüismo, donde con esa edad no se espera tanto de uno. Ocho años más tarde de aquello, y cuatro después una plata en Tokio en el K4 500, el adolescente que se apuntó a dar golpes a la pala para ponerse en forma físicamente y ver los peces de colores del club náutico de Porto Petro, tiene la ambición máxima en París.

Cuando se habla de remontadas deportivas a uno le viene a la cabeza aquellas en las que el Real Madrid ha logrado lo imposible en eliminatorias de Champions League, su competición fetiche. Sin embargo, tras teclear en el más famoso de los buscadores de internet, la final del K1-1000 de los Juegos de Río 2016, la gesta es colosal. Un rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana, dio el sorpresón de colgarse un oro olímpico que supo «a mucho esfuerzo, trabajo y satisfacción» tras recortar más de dos segundos a sus rivales en apenas doscientos metros. Marcus Cooper Walz, que contaba por aquel entonces con apenas 21 años, no entraba en las quinielas de nadie para la victoria en una disciplina, el piragüismo, donde con esa edad no se espera tanto de uno. Ocho años más tarde de aquello, y cuatro después una plata en Tokio en el K4 500, el adolescente que se apuntó a dar golpes a la pala para ponerse en forma físicamente y ver los peces de colores del club náutico de Porto Petro, tiene la ambición máxima en París.

Cuando se habla de remontadas deportivas a uno le viene a la cabeza aquellas en las que el Real Madrid ha logrado lo imposible en eliminatorias de Champions League, su competición fetiche. Sin embargo, tras teclear en el más famoso de los buscadores de internet, la final del K1-1000 de los Juegos de Río 2016, la gesta es colosal. Un rubio nacido en Oxford, criado en Mallorca y de sangre inglesa y alemana, dio el sorpresón de colgarse un oro olímpico que supo «a mucho esfuerzo, trabajo y satisfacción» tras recortar más de dos segundos a sus rivales en apenas doscientos metros. Marcus Cooper Walz, que contaba por aquel entonces con apenas 21 años, no entraba en las quinielas de nadie para la victoria en una disciplina, el piragüismo, donde con esa edad no se espera tanto de uno. Ocho años más tarde de aquello, y cuatro después una plata en Tokio en el K4 500, el adolescente que se apuntó a dar golpes a la pala para ponerse en forma físicamente y ver los peces de colores del club náutico de Porto Petro, tiene la ambición máxima en París.

El mallorquín verá cumplido uno de los sueños de cualquier deportista olímpico: ser abanderado, junto a Támara Echegoyen, de la delegación española en la ceremonia inaugural que tendrá lugar a orillas del Sena, en pleno corazón de la Ciudad de la Luz. Un honor que está reservado a los deportistas que presentan un mejor palmarés en el momento de la elección y que no hayan sido abanderados en citas anteriores. En Tokio lo fueron Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, que se perderá la cita olímpica por primera vez en los últimos veinte años. «España me ha hecho como persona y deportista; me ha criado desde pequeño. Ser abanderado es algo muy exclusivo, y simbólicamente tan fuerte que no creo que pueda describirlo con palabras. Será un orgullo portar la bandera más bonita del mundo», señaló Marcus Cooper, primer abanderado español nacido fuera de nuestras fronteras.

El mallorquín verá cumplido uno de los sueños de cualquier deportista olímpico: ser abanderado, junto a Támara Echegoyen, de la delegación española en la ceremonia inaugural que tendrá lugar a orillas del Sena, en pleno corazón de la Ciudad de la Luz. Un honor que está reservado a los deportistas que presentan un mejor palmarés en el momento de la elección y que no hayan sido abanderados en citas anteriores. En Tokio lo fueron Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, que se perderá la cita olímpica por primera vez en los últimos veinte años. «España me ha hecho como persona y deportista; me ha criado desde pequeño. Ser abanderado es algo muy exclusivo, y simbólicamente tan fuerte que no creo que pueda describirlo con palabras. Será un orgullo portar la bandera más bonita del mundo», señaló Marcus Cooper, primer abanderado español nacido fuera de nuestras fronteras.

El mallorquín verá cumplido uno de los sueños de cualquier deportista olímpico: ser abanderado, junto a Támara Echegoyen, de la delegación española en la ceremonia inaugural que tendrá lugar a orillas del Sena, en pleno corazón de la Ciudad de la Luz. Un honor que está reservado a los deportistas que presentan un mejor palmarés en el momento de la elección y que no hayan sido abanderados en citas anteriores. En Tokio lo fueron Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, que se perderá la cita olímpica por primera vez en los últimos veinte años. «España me ha hecho como persona y deportista; me ha criado desde pequeño. Ser abanderado es algo muy exclusivo, y simbólicamente tan fuerte que no creo que pueda describirlo con palabras. Será un orgullo portar la bandera más bonita del mundo», señaló Marcus Cooper, primer abanderado español nacido fuera de nuestras fronteras.

El mallorquín verá cumplido uno de los sueños de cualquier deportista olímpico: ser abanderado, junto a Támara Echegoyen, de la delegación española en la ceremonia inaugural que tendrá lugar a orillas del Sena, en pleno corazón de la Ciudad de la Luz. Un honor que está reservado a los deportistas que presentan un mejor palmarés en el momento de la elección y que no hayan sido abanderados en citas anteriores. En Tokio lo fueron Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, que se perderá la cita olímpica por primera vez en los últimos veinte años. «España me ha hecho como persona y deportista; me ha criado desde pequeño. Ser abanderado es algo muy exclusivo, y simbólicamente tan fuerte que no creo que pueda describirlo con palabras. Será un orgullo portar la bandera más bonita del mundo», señaló Marcus Cooper, primer abanderado español nacido fuera de nuestras fronteras.

El palista asume la «presión» como algo «positivo». «Vamos a ir con el equipo más potente con el que se haya ido a unos Juegos», confía. «El truco está en hacer que los nervios jueguen a nuestro favor, ser muy humildes y nunca relajarse», apunta al preguntarle sobre cómo gestionar ese favoritismo que se le otorga y ahonda en ello en el ejemplo de la mentalidad de Rafael Nadal. «Nos valemos mucho de las herramientas de los psicólogos, esto es algo que hace tiempo dejó de ser tabú no solo para los deportistas sino para la sociedad en general; yo personalmente la tengo siempre a mano por si acaso y la tengo mucho en cuenta», señala Marcus, que en su faceta de empresario está involucrado en cuatro compañías y cuenta con un proyecto personal llamado 'Plan Cooper' en el que se agrupan los pilares que han llevado al de Oxford al éxito: entrenamiento, psicología y nutrición.

El palista asume la «presión» como algo «positivo». «Vamos a ir con el equipo más potente con el que se haya ido a unos Juegos», confía. «El truco está en hacer que los nervios jueguen a nuestro favor, ser muy humildes y nunca relajarse», apunta al preguntarle sobre cómo gestionar ese favoritismo que se le otorga y ahonda en ello en el ejemplo de la mentalidad de Rafael Nadal. «Nos valemos mucho de las herramientas de los psicólogos, esto es algo que hace tiempo dejó de ser tabú no solo para los deportistas sino para la sociedad en general; yo personalmente la tengo siempre a mano por si acaso y la tengo mucho en cuenta», señala Marcus, que en su faceta de empresario está involucrado en cuatro compañías y cuenta con un proyecto personal llamado 'Plan Cooper' en el que se agrupan los pilares que han llevado al de Oxford al éxito: entrenamiento, psicología y nutrición.

El palista asume la «presión» como algo «positivo». «Vamos a ir con el equipo más potente con el que se haya ido a unos Juegos», confía. «El truco está en hacer que los nervios jueguen a nuestro favor, ser muy humildes y nunca relajarse», apunta al preguntarle sobre cómo gestionar ese favoritismo que se le otorga y ahonda en ello en el ejemplo de la mentalidad de Rafael Nadal. «Nos valemos mucho de las herramientas de los psicólogos, esto es algo que hace tiempo dejó de ser tabú no solo para los deportistas sino para la sociedad en general; yo personalmente la tengo siempre a mano por si acaso y la tengo mucho en cuenta», señala Marcus, que en su faceta de empresario está involucrado en cuatro compañías y cuenta con un proyecto personal llamado 'Plan Cooper' en el que se agrupan los pilares que han llevado al de Oxford al éxito: entrenamiento, psicología y nutrición.

El palista asume la «presión» como algo «positivo». «Vamos a ir con el equipo más potente con el que se haya ido a unos Juegos», confía. «El truco está en hacer que los nervios jueguen a nuestro favor, ser muy humildes y nunca relajarse», apunta al preguntarle sobre cómo gestionar ese favoritismo que se le otorga y ahonda en ello en el ejemplo de la mentalidad de Rafael Nadal. «Nos valemos mucho de las herramientas de los psicólogos, esto es algo que hace tiempo dejó de ser tabú no solo para los deportistas sino para la sociedad en general; yo personalmente la tengo siempre a mano por si acaso y la tengo mucho en cuenta», señala Marcus, que en su faceta de empresario está involucrado en cuatro compañías y cuenta con un proyecto personal llamado 'Plan Cooper' en el que se agrupan los pilares que han llevado al de Oxford al éxito: entrenamiento, psicología y nutrición.

«Estamos en un gran momento, llevamos varios años así, cosechando varias medallas a nivel internacional. En las competiciones se ve el gran nivel que hay», destacó recientemente uno de los líderes del piragüismo español. Un deporte que tras ser de demostración en 1924, fue admitido en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Alemania y la Unión Soviética cuentan con los mismos oros (29), pero los germanos lideran el medallero con 62 metales. Hungría cierra el podio con un solo oro menos.

«Estamos en un gran momento, llevamos varios años así, cosechando varias medallas a nivel internacional. En las competiciones se ve el gran nivel que hay», destacó recientemente uno de los líderes del piragüismo español. Un deporte que tras ser de demostración en 1924, fue admitido en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Alemania y la Unión Soviética cuentan con los mismos oros (29), pero los germanos lideran el medallero con 62 metales. Hungría cierra el podio con un solo oro menos.

«Estamos en un gran momento, llevamos varios años así, cosechando varias medallas a nivel internacional. En las competiciones se ve el gran nivel que hay», destacó recientemente uno de los líderes del piragüismo español. Un deporte que tras ser de demostración en 1924, fue admitido en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Alemania y la Unión Soviética cuentan con los mismos oros (29), pero los germanos lideran el medallero con 62 metales. Hungría cierra el podio con un solo oro menos.

«Estamos en un gran momento, llevamos varios años así, cosechando varias medallas a nivel internacional. En las competiciones se ve el gran nivel que hay», destacó recientemente uno de los líderes del piragüismo español. Un deporte que tras ser de demostración en 1924, fue admitido en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Alemania y la Unión Soviética cuentan con los mismos oros (29), pero los germanos lideran el medallero con 62 metales. Hungría cierra el podio con un solo oro menos.

Las otras reinas de la disciplina en el panorama femenino son Antía Jácome y María Corbera. En este ciclo olímpico, ambas han sido subcampeonas mundiales en C1 200 y también en C2 500. Apuntan, pues, a tres medallas en París. La pontevedresa y la madrileña competirán juntas en el C2-500 metros, la gran opción de triunfo de las muchas que España tendrá en el canal Vaires-sur-Marn, y en el C1-200 de forma individual. «No nos vemos como rivales, hemos congeniado tan bien que no tenemos ningún problema de ningún tipo», analizó la gallega en una entrevista reciente.

Las otras reinas de la disciplina en el panorama femenino son Antía Jácome y María Corbera. En este ciclo olímpico, ambas han sido subcampeonas mundiales en C1 200 y también en C2 500. Apuntan, pues, a tres medallas en París. La pontevedresa y la madrileña competirán juntas en el C2-500 metros, la gran opción de triunfo de las muchas que España tendrá en el canal Vaires-sur-Marn, y en el C1-200 de forma individual. «No nos vemos como rivales, hemos congeniado tan bien que no tenemos ningún problema de ningún tipo», analizó la gallega en una entrevista reciente.

Las otras reinas de la disciplina en el panorama femenino son Antía Jácome y María Corbera. En este ciclo olímpico, ambas han sido subcampeonas mundiales en C1 200 y también en C2 500. Apuntan, pues, a tres medallas en París. La pontevedresa y la madrileña competirán juntas en el C2-500 metros, la gran opción de triunfo de las muchas que España tendrá en el canal Vaires-sur-Marn, y en el C1-200 de forma individual. «No nos vemos como rivales, hemos congeniado tan bien que no tenemos ningún problema de ningún tipo», analizó la gallega en una entrevista reciente.

Las otras reinas de la disciplina en el panorama femenino son Antía Jácome y María Corbera. En este ciclo olímpico, ambas han sido subcampeonas mundiales en C1 200 y también en C2 500. Apuntan, pues, a tres medallas en París. La pontevedresa y la madrileña competirán juntas en el C2-500 metros, la gran opción de triunfo de las muchas que España tendrá en el canal Vaires-sur-Marn, y en el C1-200 de forma individual. «No nos vemos como rivales, hemos congeniado tan bien que no tenemos ningún problema de ningún tipo», analizó la gallega en una entrevista reciente.