Golpe para Abián Santana, que tiene fractura de tibia y peroné

Todas las ilusiones de Abián Santana se iban cumpliendo, punto por punto, en la etapa de la Copa BMW que el domingo se celebró en Estoril. El piloto grancanario tuvo una buena salida en el circuito portugués, situándose en segunda posición, y, ya en el tercera vuelta, había cogido la cabeza de la carrera. Iba destacado, con suficiente margen de ventaja con el segundo y el resto de perseguidores.

Todo bajo control a los mandos de su nueva moto y con la que era considerado uno de los máximos favoritos. Pero, de la manera más desafortunada, Abián pasó de saborear la gloria a sufrir una caída en una curva que, además del susto mayúsculo que le supuso, tiene un coste competitivo severo: adiós a la prueba, fractura de tibia y peroné de su pierna derecha, paso obligado por el quirófano y no menos de dos meses sin poder volver a correr.

Todo sucedió al afrontar una curva falló el control de tracción de la rueda trasera, lo que provocó que se bloqueara y provocara que se fuera al suelo. La llanta quedó destrozada, entre otros daños materiales, y Abián evitó males mayores gracias al casco y las protecciones, aunque se dañó gravemente en la pierna derecha. Especialmente tensa fue la secuencia para Carmelo, su padre, presente en Estoril, tal y como reconoce en palabras a este periódico: «Cuando veía que no salía de la curva, me temí lo peor. La preocupación que tenía en ese momento no se puede explicar. Luego ya tuve conocimiento de todo y, dentro de lo malo, lo importante es que Abián tiene una lesión de la que se va a poder recuperar perfectamente».

Pero no acabaron los problemas ahí ya que las horas posteriores, con los fuertes dolores en la articulación, redoblaron las complicaciones. Por cuestiones burocráticas no pudo ser intervenido en tierras lusas y tuvo que desplazarse por carretera hasta Sevilla, con la pierna inmovilizada con un yeso. En la capital andaluza le dieron la posibilidad de ser intervenido, si bien tanto Abián como su padre han preferido que la operación tenga lugar en Gran Canaria. Anoche, al fin, pudo regresar a casa y será en las próximas horas cuando determine cómo y dónde se somete a cirugía correctora e inicia su recuperación.

Las primeras estimaciones hablan de un periodo de entre seis y ocho semanas, tras la operación, de reposo. Por lo que el piloto isleño deberá estar sin montar en moto, como mínimo, hasta bien avanzado el mes de julio. «Esto me ha llegado en el peor momento y tengo los ánimos por los suelos. Supongo que, a medida que pasen los días y vaya notando mejores sensaciones, recuperaré la confianza y la ilusión», acertó a decir el afectado y al que no paran de consolar desde su círculo íntimo.

Abián planeaba completar la Copa BMW y participar en el Campeonato de España, todavía sin fecha definida. Habrá que ver si puede llegar a tiempo en función de evolución a partir de este momento.