Joao Félix, con el Milan, su anterior destino. Reuters

Joao Félix, una carrera por el desagüe

El portugués se marcha al Al Nassr con apenas 25 años y sin responder a las expectativas que generó su irrupción

Daniel Panero

Martes, 29 de julio 2025, 11:38

Joao Félix ha tirado la toalla. El futbolista luso, con apenas 25 años, ha decidido hacer las maletas y dejar el fútbol europeo para dar ... un nuevo paso atrás en su carrera. Se marcha al Al Nassr de Cristiano Ronaldo y deja tras de sí la estela de un jugador que pudo haber sido uno de los mejores futbolistas del mundo, pero también de que no ha sabido adaptarse a la más alta competición. No ha encajado en el Atlético de Madrid, el Chelsea, el Barça ni el Milán. Cuatro grandes del fútbol continental le han cerrado la puerta pese a su enorme talento y ahora es él quien da un nuevo golpe de timón.

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Y es que la marcha al fútbol saudí supone rendirse de manera definitiva, aceptar que el nivel de exigencia que había sobre él era demasiado elevado. Apareció en el Benfica en 2018, con apenas 19 años, y rápidamente fue señalado en la escena internacional como el heredero de la bandera del fútbol luso ante el posible declive de Cristiano Ronaldo. Brilló, fue determinante y en apenas un año con el primer equipo dejó 127,2 millones de euros en las arcas del club portugués, un dinero que el Atlético de Madrid pagó sin remordimientos. No en vano, llegaba el futbolista por el que se estaban dando tortas todos los grandes del fútbol europeo. Fue el inicio de todo para Joao Félix, pero también el fin.

Nunca se encontró cómodo fuera de Lisboa. Simeone fue la antítesis de su fútbol. El Atlético premiaba la intensidad, el compromiso, el no dar un balón por perdido y el competir. Todo eso fue demasiado para un jugador acostumbrado a otra cosa, un chaval que no tenía el colmillo tan afilado. «Esto demuestra que con el talento (que tiene todo el del mundo) no vale. Lo importante que es la mentalidad, la actitud y las ganas que tengas de triunfar y de adaptarte al sitio en el que estás», afirmó Mario Suárez en redes sociales nada más conocer la marcha del jugador a Arabia Saudí.

Esas palabras son las mismas que ha pensado todo el mundo del fútbol. Joao Félix tuvo ese primer choque de realidad en el Atlético y desde entonces no ha parado de golpearse contra un muro. Se fue cedido al Chelsea, donde no convenció a Thomas Tuchel, luego fue de más a menos en el Barça de Xavi Hernández, no contó para Maresca en el Chelsea y hasta fue incapaz de encontrar un sitio en un Milan a la deriva y necesitado como el comer de talento en los últimos metros. Todos los destinos acabaron siendo malos para un jugador cuyo problema siempre fue la enorme expectativa que generó y la falta de compromiso, algo innegociable en el fútbol actual.

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Una máquina de billetes

Joao Félix se marcha al fútbol saudí dando portazo a un Benfica que ya tenía muy encarrilado el regreso del jugador al único sitio en el que fue feliz. Allí iba a rebajarse el sueldo de ocho a tres millones de euros, un gesto de amor a los colores que se vino abajo tan pronto como apareció el dinero a raudales del Al Nassr. El equipo en el que juega Cristiano Ronaldo y que dirige Jorge Jesus, también portugués, puso sobre la mesa una oferta de 30 millones fijos más 20 en variables para el Chelsea y una propuesta irrechazable para el futbolista, que percibirá nada más y nada menos que 70 kilos en dos temporadas, o lo que es lo mismo, 35 en cada una de ellas.

Las cifras de esta operación son mareantes, al igual que lo han sido siempre los movimientos en los que ha estado involucrado Joao Félix. El Atlético pagó 127,2 millones al Benfica, el Chelsea 11 por su cesión primero y 52 por la compra después y, por último, el Milan había pagado 5,5 por su cesión el pasado mes de enero. En total, contando los 50 que supondrán el traspaso al Al Nassr, Joao Félix y su agente Jorge Mendes han movido 245,7 millones de euros, una cifra que a día de hoy no se justifica a tenor del pobre rendimiento deportivo que ha mostrado el jugador. Joao Félix se marcha a hacer caja con apenas 25 años y deja tras de sí la sensación de que el Menino de Oro solo lo será, al menos por el momento, gracias a la cuenta del banco.

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