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Finiquitada la primera fase, a priori un trámite para las favoritas al quedar solo eliminadas ocho de las 24 participantes, la verdadera Eurocopa, la de los cruces sin retorno, se abre este sábado con los primeros duelos de octavos: Italia-Austria en Londres y Gales-Dinamarca en Ámsterdam. Sin perder de vista las restricciones provocadas la pandemia, el torneo ya ha supuesto un soplo de aire fresco al ver por fin estadios con buen ambiente en las gradas e incluso el Puskas Arenas de Budapest hasta la bandera. Buenos arbitrajes, con pocas y rápidas intervenciones del VAR para lo que se acostumbra en la Liga, magníficos campos salvo La Cartuja, bastante igualdad en un fútbol cada vez más táctico y físico, y algunas apariciones de jugadores interesantes. Hay figuras que cumplen con su condición, viejos rockeros que nunca mueren y también decepciones.
Tras la humillación que supuso no clasificarse por primera vez en 60 años para el Mundial de Rusia, la nueva Italia de Roberto Mancini ha asombrado con sus tres triunfos en el grupo. Jamás había ganado 3-0 en una fase final y lo logró en sus primeras apariciones ante Turquía y Suiza. Ya encadena más de 1.000 minutos sin encajar un gol y, con su apuesta vistosa y valiente, alejada de los tópicos del 'catenaccio', pisa fuerte en el torneo tras llegar como tapada. Hay dos jugadores que no eran conocidos para el gran público y se han exhibido en el gran escaparate.
El primero, Leandro Spinazzola. No es un recién llegado, pero a sus 28 años se ha destapado como un lateral zurdo moderno, muy profundo, osado en el uno contra uno, buen centrador y un incordio constante para los defensas. El canterano de la Juventus se asentó por fin en la Roma y se ha hecho indiscutible en la 'Azzurra'. Fantástico también el desempeño de Manuel Locatelli, autor de un doblete ante los helvéticos y excelente centrocampista de 23 años por el que se pelean ya clubes como la Juve y el Barça. Fue un 'bambino' de oro en la cantera del Milan, pero se destapó en el Sassuolo como un gran mediocentro o interior, donde juega en Italia al ser Jorginho indiscutible en el eje.
Hablando de goleadores, mención especial para Patrik Schick, el espigado delantero de la República Checa que hizo historia con su estratosférico gol en el doblete firmado ante Escocia en Hampden Park. Apenas habían transcurrido cuatro días desde el inicio de la Eurocopa, pero el ariete del Bayer Leverkusen ya presentó su candidatura para ganar el premio al mejor gol del campeonato. El delantero del Bayer Leverkusen, protagonista absoluto del Escocia-República Checa con su doblete, convirtió un rechace en el centro del campo en el gol más lejano de la historia del torneo. Anotó desde 49 metros y superó el récord que poseía Rafael Gordillo al marcarle desde 34 metros a Dinamarca en 1988. A sus 25 años, está más asentado que en la Roma, la Sampdoria o el Leipzig.
Bélgica y Países Bajos, como Italia, son los únicos que se presentan en octavos tras sus respectivos plenos de victorias. No han deslumbrado con su fútbol, pero los combinados de Roberto Martínez y de Frank de Boer no han fallado. Gran parte del mérito hay que atribuírselo a Romelu Lukaku y Georginio Wijnaldum, entre los mejores artilleros. Tras ganar la Serie A con el Inter, el punta de los 'diablos rojos' es una bestia en el campo. Intocable con su país desde el Mundial de 2014, presenta cifras magníficas y desequilibra por su enorme zancada, su poderío físico para ir al choque y su hambre de gol.
Ya tiene 30 años, pero sin un líder natural como el lesionado Van Dijk, Wijnaldum se ha echado sobre sus hombros a la 'Oranje'. Ya ha anotado tres goles, uno menos que su compañero Depay, el gran referente neerlandés, y ha dejado patente por qué era clave en el Liverpool de Jüergen Klopp y acaba de fichar por el PSG, que al final se lo arrebató al Barça. Es de esos goleadores por sorpresa, indetectables en el área y con notable influencia en la creación del juego.
En la renovada e irregular Alemania de Joachim Löw, descollante la figura de Robin Gosens (Emmerich am Rhein, 26 años), capitán en el triunfo clave ante Portugal con un gol y dos asistencias. El peculiar carrilero de la 'Mannschaft', que trabajó en una gasolinera, estudia psicología deportiva y es contrario al fútbol como negocio más que deporte, no llegó como titular indiscutible pero ha explotado en la Eurocopa. Es un puñal, tal y como ya demostró superando los diez goles como lateral zurdo en el Atalanta.
Luego están los eternos que no fallan. Cristiano Ronaldo, el mejor ejemplo. Se halla entre los máximos goleadores de la Eurocopa y sigue batiendo récords con una voracidad tremenda. Ya es el jugador que más campeonatos continentales ha disputado (5) y el máximo goleador histórico del torneo (14). Pichichi provisional con cinco dianas, tres de ellas de penalti, ha igualado al iraní Ali Daei como máximo goleador histórico de selecciones con 109 tantos.
Luka Modric sigue dando ejemplo a los 35 años, uno menos que su excompañero en el Real Madrid. Había aparecido poco, pero dejó una de las imágenes del campeonato ante Escocia. Firmó un golazo con el exterior que silenció Hampden Park y fue determinante para que los gladiadores croatas, vigentes subcampeones del mundo, sobrevivan. Lo celebró primero arrodillado y luego con un abrazo eterno de Zlatko Dalic, su entrenador. Incansable y determinante también Ivan Perisic, otro viejo guerrillero croata que condenó a la 'Tartan Army' a seguir esperando a otra edición para poder avanzar a la segunda fase.
Francia superó como lider el grupo de la muerte, pero tampoco con la contundencia que le exigiría ser la gran candidata el título. Buen desempeño de Antoine Griezmann, mucho mejor con su país, donde actúa de enganche y con plena libertad de movimientos, que en el Barça. Con su gol ante Hungría, fue el primer 'español' en marcar durante el torneo y ya es el tercer máximo goleador de la Eurocopa con siete tantos, igualando al inglés Shearer y solo por detrás de Platini (9) y los catorce de Cristiano Ronaldo. Tardó pero ante Portugal apareció el mejor Karim Benzema con un doblete que tapa bocas.
En medio de un torrente de rumores sobre su futuro, el joven Alexander Isak se ha convertido en el mejor jugador de Suecia, líder en el grupo de España. No ha marcado pero es pieza clave en una selección que juega replegada y al contragolpe. Mezcla muy bien con Emil Forsberg, notable centrocampista ofensivo del Leipzig que ya suma tres goles en el torneo tras su doblete ante los polacos.
Hablando de delanteros, se despide con un fracaso Polonia de la Eurocopa. Robert Lewandowski no ha sido suficiente. Su mejor goleador de todos los tiempos, Bota de Oro con el Bayern, fue criticado en su país porque solo había marcado en dos fases finales, pero respondió con el gol del empate ante España y un doblete ante Suecia que solo sirvió para maquillar la eliminación.
Se esperaba mucho más de Kylian Mbappé, la estrella del momento. Ha dejado solo destellos de su enorme clase. Arrancadas en las que ha mostrado su poderío descomunal, pero todavía no ha marcado. Dibujó un gran gol, pero se le anuló por fuera de juego. Debe aparecer en los momentos cumbre.
Inglaterra avanza como líder de grupo, pero Harry Kane no es capaz de dar las respuestas que tampoco encuentra la afición de Inglaterra. No solo no ha marcado sino que tampoco se ha sentido su presencia. La mente y el cansancio parecen hacerle mella, pero él insiste en que actúa sin molestias en el tobillo y ajeno a la resolución de su futuro, cada vez más alejado del Nuevo White Hart Lane y quizá próximo al City. La cara de los 'Three Lions' es Jack Grealish, talento puro y gran representante de la nueva generación inglesa. La afición le pedía ante Croacia y Escocia y por fin mejoró a su selección ante los checos.
País Gales celebra otra heroica clasificación pero se esperaba más de Gareth Bale, su gran capitán. Se le ha visto más por las arengas a sus corajudos compañeros que por acciones brillantes. Todavía no ha visto puerta y ha fallado un penalti. Dejó dos buenas asistencias pero si no crece, se antoja imposible que los 'dragones rojos' repitan la hazaña de hace cinco años, cuando alcanzaron las semifinales.
El mayor exponente del fracaso de Turquía, de vuelta con cero puntos a pesar de su notable fase de clasificación con un bloque muy bien armado, es Burak Yilmaz. El veterano delantero de 35 años había completado una temporada extraordinaria en la que se coronó campeón de la Ligue 1 con el Lille y parecía vivir una segunda juventud, pero no se ha visto ni su poderío aéreo, gracias a sus 188 centímetros, o su juego de espaldas.
También deja el torneo con todo derrotas la debutante Macedonia del Norte. Lo esperado pero un triste adiós para Goran Pandev, leyenda en su país con el récord de 122 internacionalidaqdes y 38 goles, campeón en su día de la Champions con el Inter de Mourinho y todavía marcando goles este curso con el Génova. A sus 37 años, abandona su selección y medita colgar las botas.
El protagonista más negativo de la película, a falta de su desenlace, es el austríaco Marko Arnautovic. Su selección, liderada por el madridista David Alaba, celebra el pase a octavos, un éxito indiscutible, pero su delantero fue acusado de proferir un insulto racista a un compañero al celebrar un gol ante Macedonia del Norte. Se lo dirigió a Ezgjan Alioski, defensa del Leeds de origen albanés, y la UEFA sancionó con un partido de suspensión al delantero del Shanghái.
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