Pejiño vale por dos en Fuenlabrada

Dos meses después volvió a ganar la UD fuera de casa y lo hizo de manera brillante y justa, remontando un gol encajado en los primeros compases del encuentro y a lomos de Pejiño, autor de un golazo para empatar y otro en el que, con olfato y algo de suerte, desniveló el encuentro y consumó la alegría de Las Palmas, ya en el minuto 70.

Fue un partido sin control, en el que el equipo local pudo haber puesto mucho tierra de por medio en la primera mitad. Sin necesidad de generar fútbol, el Fuenlabrada comprometió los dominios de Álex con sus contras y acciones ofensivas. Además de cobrar ventaja nada más arrancar el encuentro, un larguero a testarazo de Ciss y un penalti marrado por Mula, ya al filo del descanso, permitieron a la UD salir sin daños del primer acto, en el que sobresalió la acción magistral de Pejiño, sobrepasada la media hora, con un zurdazo a la red desde larga distancia. Una delicia para la vista el golpeo del gaditano, oportunísimo en esa acción salvadora para los suyos cuando peor estaba el encuentro.

Tras el descanso, Mel mantuvo la disposición ofensiva, con Araujo, Pejiño, Jesé y Mujica desde el inicio, aunque todo se mantuvo parejo hasta que Ciss, por doble amarilla, fue expulsado y dejó con diez al anfitrión. Era el minuto 65 y el impulso que necesitaba Las Palmas para tirar hacia arriba. En ese momento, el empate ya no era buen negocio.

Y fue de nuevo Pejiño, en posición de delantero centro, quien aprovechó un balón prolongado en semifallo de Rivera para establecer el definitivo 1-2, con rebote en un defensa que terminó de despistar al portero. El 1-2 hacía justicia y ya no se movería, lo que supone la segunda alegría de la campaña de la UD lejos de casa.