Puntería canaria en el ritual del campeón de la Copa del Rey
liga endesa ·
La celebración del Unicaja tras cada victoria en el torneo copero tuvo como protagonista al fisioterapeuta grancanario Javier GuerraEl Unicaja firmaba la primera hazaña tras tumbar al Barça por 87-89 en el cruce de cuartos de final de la Copa del Rey 2023. La marea verde disfrutaba de lo lindo en el Olímpico de Badalona y la felicidad se trasladó al vestuario. Ahí se produjo un momento que ya es historia de esta edición. El ritual del grupo entrenado por Ibon Navarro veía la luz después de ser grabado por las cámaras de la ACB, convirtiéndose en viral a los pocos segundos entre los amantes del baloncesto y teniendo como protagonista al fisioterapeuta grancanario Javier Guerra Armas.
Publicidad
En pleno éxtasis por avanzar a las semifinales contra todo pronóstico, el entrenador vasco colocó una papelera en una esquina y llamó al profesional isleño para que lanzara una manzana -también lo hizo con una pelota pequeña-. Se veía por la complicidad del cuerpo técnico y de los jugadores que no era la primera vez que se daba esta situación, pero en el torneo copero ya quedó para la eternidad. El hecho de meterla significaba victoria segura contra el Real Madrid en la siguiente ronda, y así fue (82-93). Además, tocar el cielo frente al Lenovo Tenerife en la final (80-83). El secreto del campeón del KO.
Javier Guerra, quien cumple su segunda campaña en el Unicaja tras cinco en el Club Baloncesto Gran Canaria (2015-2021), no puede disimular su alegría por sentirse partícipe del segundo entorchado copero malacitano y desvela que el ritual del vestuario «fue algo en la Copa solo».
«La semana antes de irnos a Badalona tuvimos una sesión grupal para crear dinámica de grupo, que Ibon cree mucho en esta parte más psicológica de los equipos. Durante esa sesión hicimos una actividad en la que nos dividimos en tres equipos y teníamos que acertar unas preguntas y luego lanzar tiros libres para sumar puntos. Al final de esa actividad, quedaba yo por tirar y, si metía la canasta, mi equipo ganaba. La metí y se montó un revuelo buenísimo, con los jugadores muertos de risa y, desde entonces, fue la broma de cuando haya que tirar una técnica que lo haga Javi, que vaya sangre fría tiene», expone a este periódico.
Javier Guerra añade entre risas por recordarlo que «justo antes del primer partido contra el Barcelona, pues Ibon después de la charla prepartido porque primero fue así y luego pospartido nos saca una papelera y saca dos pelotas, una para Tyson Carter, quien era el capitán de mi equipo, y otra para mí. Tyson tira y falla e Ibon me dice que si la meto hoy ganamos. Evidentemente, entró y se montó la monumental».
Publicidad
Una papelera y una manzana para soñar
«Después del partido con toda la prensa en el vestuario, que es lo que ha salido en todos lados, Ibon en la charla pospartido le da por llamarme y que vuelva a tirar la pelotita. Justo cuando tiro la manzana es cuando dice que, si la meto, mañana ganamos. Y entró», afirma con orgullo y felicidad.
Javier Guerra relata que «y lo repetimos contra el Madrid. Luego las bromas y la química que se creó entre los jugadores. Gus -Augusto Lima- diciéndome que lo que quiera si meto la pelota, que te pagamos lo que haga falta porque encima eres cupo. La verdad es que fue muy gracioso porque se creó un ambiente especial entre el cuerpo técnico y los jugadores. Se convirtió en el ritual».
Publicidad
«Es bonito que a los fisioterapeutas, que muchas veces hacemos ese trabajo en la sombra, es verdad que formamos parte del cuerpo técnico, pero también estamos muy cerca de los jugadores, estamos en medio de dos agua, se nos haya dado en este caso esa relevancia dentro de los rituales prepartido que son siempre muy habituales», afirma.
Secretos de vestuario. Rituales que marcan el camino hacia el mejor final posible. Badalona alucinó con la marea verde, que irrumpió con fuerza tras años complicados a nivel deportivo.
«No tengo palabras para describir lo de la afición. Ha sido espectacular y, a medida que íbamos ganando partidos, iba llegando más gente de Málaga. Prácticamente nos sentimos en el Carpena en la final. Esa afición es maravillosa apretando y siempre haciéndolo desde el absoluto respeto a los demás. Siempre de una manera cívica y ese empuje y ese himno que te pone los pelos de punta», valora Javier Guerra.
Publicidad
Una afición que coreaba «Ibon tiene un plan» con el corazón a pleno rendimiento. Y vaya que lo tenía para dejar en el camino a los dos trasatlánticos y jugarse todo contra el Canarias. «El plan de Ibon no surgió en la Copa sino mucho antes y ha dado estos resultados que probablemente nadie nos esperábamos», resalta.
Javier Guerra saborea una etapa personal y profesional que va sobre ruedas en Málaga. «Desde el primer momento me acogieron súper bien en el club y en el equipo. Han confiado en mí, sobre todo mi compañero Mario apostó a tope por mí, por incorporarme al Unicaja porque pensó que podía aportar grandes cosas».
Publicidad
«Los jugadores me acogieron muy bien desde el primer día, gente como Alberto Díaz, Darío Brizuela, Carlos Suárez el año pasado... Y este año con los nuevos también ha habido súper buena química desde el primer momento. Y, evidentemente, con el cuerpo técnico que son grandísimos profesionales y personas, eso ha hecho que me sienta como en casa y que Málaga se haya convertido en tan poco tiempo como mi segundo hogar», concluye.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión