Cuando Juan Negrín se codeaba con Walter Cannon
Nicolás Díaz Chico publica la 'Corazón desnervado' a partir del encuentro del político y médico grancanario con el gran fisiólogo norteamericano
«Walter Cannon es una figura mundial en el campo de la fisiología que hoy sigue vigente. No hay clase en la que no se le mencione», asegura Nicolás Díaz Chico sobre este científico norteamericano (1871-1945) que figura en el germen y desarrollo de la novela 'Corazón desnervado' (ediciones de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) que se presentó ayer en la Fundación Juan Negrín de la capital grancanaria.
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Que esta institución ubicada en la calle Reyes Católicos acogiera la puesta de largo en público de este volumen no es un dato baladí. 'Corazón desnervado' se desarrolla, fundamentalmente, en torno a un congreso internacional celebrado en Zurich donde el médico y presidente del Gobierno durante la Segunda República, el grancanario Juan Negrín, se codeó con los más eminentes fisiólogos, científicos y médicos de los años treinta del pasado siglo, entre los que figuraba evidentemente Walter Cannon.
«La novela comienza cuando Walter Cannon viaja a Madrid, en 1930, y se hace amigo de Juan Negrín y de todo su gabinete, que éste había conformado con científicos de su confianza», desvela Nicolás Díaz Chico, catedrático de Fisiología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
En aquel grupo de científicos de confianza de los que se rodeó Juan Negrín figuraban, por ejemplo, Blas Cabrera Sánchez -hijo del físico lanzaroteño Blas Cabrera y Felipe-, que fue nombrado «jefe de Gabinete», apunta Nicolás Díaz Chico. También contó con Rafael Méndez, «catedrático que fue candidato al Premio Nobel y al que Negrín le encomendó infinidad de cosas porque tenía una confianza infinita en él». Sumó también a «Marcelino Pascua, epidemiólogo, diputado por Las Palmas en las primeras elecciones de la República y que ejerció como embajador en Moscú y París», explica el autor de la novela.
«En el libro me centro en esos personajes y en una personalidad que le da validez universal, como fue Walter Cannon, famosísimo por conceptos fisiológicos aún vigentes. Tras entablar relación con ellos en 1930, sin que nadie se lo pidiera, cuando estalló la Guerra Civil española buscó fondos privados para ayudar desde un punto de vista médico. Por ejemplo, las mochilas de transfusión de sangre portátiles que se utilizaron y que fueron una gran novedad médica en la época, las trajo Walter Cannon cuando se puso al frente de un Comité Médico de Ayuda a la democracia en España», desvela Nicolás Díaz Chico horas antes de presentar su libro junto al rector de la ULPGC, Lluis Serra, y los catedráticos Yolanda Arencibia y José Miguel Pérez, así como el presidente de la Fundación Juan Negrín, José Medina Jiménez.
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La historia que desarrolla en la novela se focaliza en gran medida en un congreso internacional de 1938 en Zurich, al que acudió tras un viaje en avioneta, en plena Guerra Civil, Juan Negrín junto a Rafael Méndez y donde se encontraron con Cannon y lo más granado de la fisiología mundial.
«Allí hablaron, pontificaron y después se marcharon de regreso a España. Muy poco dejaron dicho de lo que ocurrió y se habló en aquel congreso. Eso me da pie a especular sobre sus conversaciones en torno a la situación en España y a algunas cuestiones científicas», apunta Díaz Chico a la vez que recalca que 'Corazón desnervado' «es una novela histórica, no es un ensayo ni un libro de historia».
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Reconoce que tras «ponerse en la piel» de estos personajes históricos fabula e inventa diálogos y reflexiones sobre aquel tiempo y sobre algunas cuestiones científicas. «Introduzco datos, pero no es un libro para científicos ni médicos, es para todo el mundo», aclara.
Culmina el libro con un capítulo en el que describe otro viaje de Juan Negrín. «Viajó a Harvard, una vez finalizada la Guerra Civil, para verse de nuevo con Walter Cannon y hablar sobre su figura como científico y sobre su compromiso con la Segunda República. En este capítulo le hago a Juan Negrín todas las preguntas que tú, yo y cualquiera le haríamos», subraya.
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Uno de los espejos en los que se ha mirado Nicolás Díaz Chico para escribir 'Corazón desnervado' ha sido Benito Pérez Galdós, en concreto los 'Episodios Nacionales' del escritor grancanario. «Para escribir novela histórica en español hay que leer a Galdós y después sientes como si se te quedara detrás, mirando todo lo que escribes y pensando que él lo haría mejor. Porque es un gran maestro, con un gran domino de los diálogos, que son muy complicados, y que él maneja como nadie como gran conversador que fue», destaca quien confía en publicar en los próximos años otras novelas que ya tiene escritas y no descarta volver con otro libro de relatos.
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