Giuliana Conte, la italiana que experimenta con las plataneras para generar arte
Desarrolla con los vecinos del risco de San Juan un taller sobre la cianotipia y dirige otro sobre el papel de platanera para los grabados
F.Z.
Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 8 de junio 2022
La creadora italiana Giuliana Conte (1984) imparte hasta el 17 de junio el taller 'Cianotipia en el risco' en el popular barrio de San Juan, que persigue que vecinos y vecinas de diferentes edades compartan sus archivos y álbumes fotográficos familiares para reconstruirlos de forma participativa, utilizando una antigua técnica fotográfica: la cianotipia.
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Conte, que ha dirigido proyectos de arte participativo en todo el mundo y utiliza la fotografía como principal medio de expresión, llegó a Gran Canaria hace más de diez años con una beca de la Universidad de Milán con la que optó a una residencia en el Centro de Arte La Regenta.
Desde entonces prácticamente reside en la isla alternando tanto su trabajo de producción artística como involucrándose en proyectos singulares de muralismo y en proyectos de cooperación internacional.
La italiana señala que le interesa pensar el arte como un instrumento capaz de crear relaciones entre las cosas y las personas de manera alternativa a la establecidas. «Las obras que realizo son el resultado de un trabajo de búsqueda que empieza casi siempre con algo concreto: una imagen, una historia, un encuentro, con los que abordo otros temas y desarrollo otros puntos de vista. Juego con las imágenes sean reales o imaginarias y trabajo siempre experimentando con diferentes técnicas, sean analógicas o digitales, según las necesidades que cada proyecto conlleve. Otro aspecto muy importante de mi trabajo es la capacidad de crear un espacio de encuentro y debate sobre un determinado tema, y desarrollarlo junto con las personas que lo habitan».
Experiencias de trabajo
Por ello, en el risco de San Juan se propone trabajar con sus vecinos y vecinas con la técnica de la cianotipia «por ser un recurso sencillo y de fácil manejo que ya he utilizado en diferentes experiencias de trabajo, la última en la cárcel de menores de Napoles, en Italia», recuerda Conte.
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«Me seduce trabajar con cianotipia y fotos de archivos porque el resultado es como una poesía visual compartida, que mezcla a la imagen de lo cotidiano lo onírico de lo imprevisto. La luz, el sol, el tiempo, los diferentes tonos de azul, son todos elementos que según cómo se utilicen pueden crear imágenes y magias diferentes», admite.
«Creo que un barrio donde la mayoría de las personas están acostumbradas a ver las fotos en un móvil, pedirles recuperar sus viejos álbumes y jugar con ellos de una forma divertida y compartida, puede ser una manera de ver la fotografía de otra forma, y acercarse a ella con otra mirada, que es para mí el objetivo principal que tiene que cumplir una imagen», sostiene la artista, que está convencida de que el arte y sus procesos creativos «puede incidir bastante en la vida cotidiana, puede abrir los ojos, crear poesía, aunque no puede modificar realmente muchos de los problemas en donde muchas veces estos proyectos se desarrollan», reconoce.
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En África
Giuliana Conte confiesa que descubrió la dimensión de la fotografía relativamente tarde, cuando empezó a trabajar en proyectos de cooperación y desarrollo en África. Fue en una aldea en la República Democrática del Congo donde se percató de las posibilidades del medio y de su fuerza como recurso para trabajar en y con las comunidades. «Desde entonces veo la fotografía como un medio capaz de despertar conciencias», dice la creadora que en Sicilia conoció y comenzó a trabajar con el fotógrafo Oliviero Toscani en diferentes proyectos sociales, utilizando el arte como herramienta de desarrollo y denuncia.
En el Taller de Grabado
La italiana imparte también los días 9 y 10 de junio, en el Taller de Grabado que la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario mantiene abierto en la zona de Tafira Baja, un taller en el que avanzará las posibilidades creativas del papel de platanera aplicadas a la técnica del grabado.
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Este proyecto, premiado con una beca de investigación por el Ministerio de Cultura del Gobierno italiano, liga la dimensión geopolítica del cultivo con el descubrimiento botánico de la planta misma y sus posibilidades como material de trabajo artístico.
Desde hace meses investiga con desechos de hojas de plataneras para producir fibra de papel y trabajar con el revelado al sol a través de la clorofila.
«Cuando llegué la primera vez a la isla me llamó mucho la atención las infinitas plantaciones de plátano al filo del mar que parecían no acabar nunca. Así empecé a realizarme algunas preguntas. ¿Por qué había tantos cultivos y tan poca agua en las islas?, ¿cuándo y porqué empezó este monocultivo y cómo esta fruta, que en realidad descubrí que era una baya, se había convertido en algo tan popular para Canarias?», recuerda Conte, que con esta beca mezcla investigación geopolítica, fotografía experimental, técnica no tóxica de grabado y elaboración de fibra para papel, todo ello a partir de los desechos de las plantas de dicho cultivo.
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