Andreas Deja

«A los estudiantes de animación les aconsejo que no se olviden de dibujar»

Andreas Deja, animador polaco residente en Estados Unidos desde hace años, es una de las atracciones de la 18ª edición de Animayo, Festival Internacional de Animación, Efectos visuales y Videojuegos que este miércoles arranca en la capital grancanaria.

Este artista, con una brillante trayectoria durante décadas en Walt Disney Animation Studios, presidirá el jurado de Animayo, impartirá dos clases magistrales y exhibirá el cortometraje 'Mushka', que ha dirigido.

«Después de haber estado en Disney 30 años como animador, presentaré mi primer cortometraje de 28 minutos de duración y dibujado a mano en papel de forma tradicional. Cuenta la historia de una niña llamada Sarah, que encuentra un tigre siberiano pequeño y lo cría hasta que se convierte en un adulto. Sarah descubre que personas malvadas a su alrededor lo quieren matar para venderlo y tiene que salvarlo. También mostraré el proceso de creación de este corto, mis años de experiencia en Disney y un taller de dibujo donde enseñaré a dibujar personajes villanos», avanza Deja sobre su paso por Animayo, festival que se desarrolla hasta el viernes.

Su primer trabajo como director está ambientado en los años 70, en la antigua Unión Soviética. Deja explica qué le motivó ese salto en el tiempo: «Al decidir hacer la historia de la relación entre una niña y un tigre, me pareció divertido llevarlos hasta Siberia, porque tiene los tigres más grandes del mundo y Mushka es un tigre grande. En la época de los setenta, la Unión Soviética tuvo problemas porque cazaban y mataban sus tigres».

Andreas Deja ha llevado a cabo este filme con una técnica tradicional. «El proceso es muy similar al usado en Disney, comenzando con un guion que me gustó, después se hizo el guion gráfico de toda la película y el proceso de la animación tradicional comenzó desde ahí. Quise incorporar un estilo más gráfico, donde se apreciaran más las líneas de los dibujos, inspirado por las películas de Disney en los años 60 y 70, como '101 Dálmatas'», explica el animador.

Esta apuesta por las técnicas de animación tradicionales marca también su principal recomendación para todos aquellos que dan sus primeros pasos en un oficio que domina como pocos. «Yo siempre recomiendo a los estudiantes de animación que, aún estudiando animación gráfica en tres dimensiones, que no se olviden de dibujar, porque cuando se dibuja se observa y se aprende mucho de las personas y de los animales. Eso ayudará bastante, tanto para la animación tradicional o gráfica, porque de esa manera se sabe lo que es una buena pose o una mala pose», defiende Deja.

«Durante mucho tiempo, el mercado de animación contaba solo con dibujos animados y ahora con las computadoras y las creaciones de animación gráfica se han abierto nuevas posibilidades para las nuevas generaciones. Se pueden crear nuevos y muy reales mundos con personajes muy realistas, pero todavía se aprecia cuando se cuenta una historia con dibujos animados que muestran una sensibilidad muy especial y humana en su realización. Pienso que ambos estilos de animación son muy importantes, incluyendo la 'stop motion', y espero que siempre podamos disfrutar de todos ellos por igual», explica cuando se le cuestiona sobre los avances tecnológicos en su oficio.

El personaje de Scar, de 'El Rey León' o el Hércules de la producción homónima de Disney llevan su firma, entre otras muchas creaciones animadas. Cuando se le cuestiona sobre su personaje favorito, Andreas Deja reconoce que le resulta muy complicado decantarse por uno. «Es muy difícil para mí elegir un personaje específico de todos los que he animado. Básicamente, los he disfrutado mucho a todos, pero tendría que nombrar a Roger Rabbit, que fue una experiencia muy satisfactoria y aprendí mucho sobre los fundamentos de animación. También incluyo a Scar, por la inspiración de su gran voz y la actuación del actor Jeremy Irons», responde.

«Creo que tengo un buen sentido para la animación de personalidades, lo cual requiere muy buena profundización en las emociones del personaje creado. Me gusta mucho la creación de nuevos personajes, ya sean villanos, héroes, etcétera. A pesar de la variedad de personajes que he tenido la gran oportunidad de realizar, aún me gusta explorar nuevas posibilidades», comenta quien ya trabaja en un nuevo cortometraje del que solo avanza que será «más breve que 'Mushka', divertido, con más diálogos y personajes con mucha personalidad».

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