Diez planes para descubrir La Graciosa este verano

En 2018 Canarias pasó de tener siete islas, a tener ocho. Una pequeña isla llamada La Graciosa, dejó de ser considerada un islote para pasar a ser la octava isla.

Este pequeño, pero paradisiaco lugar, que se encuentra a tan solo 30 minutos de Lanzarote, cuenta con casi 700 habitantes y la conforman 29 kilómetros cuadrados plagados de bellos atardeceres, playas solitarias de fina arena blanca y aguas turquesas, calles libres de asfalto o enigmáticos paísajes, entre otros muchos rincones que está a punto de descubrir.

La arena fina y dorada de La Francesa, convierten esta playa en un autético paraíso. Situada en el sur de la isla, es ideal para aquellos que practican snorkel, pero también destaca por sus espectaculares vistas a los Riscos de Famara, en cuya cima se encuentra el Mirador del Río.

¿Cómo se accede a La Francesa? A esta playa se accede a pie o en bicicleta por un camino de arena desde Caleta de Sebo, uno de los dos únicos núcleos habitados de La Graciosa. También se puede contratar una excursión en catamarán desde el pueblo de Órzola, en la isla de Lanzarote.

Después de caminar una hora, aproximadamente, por un sendero desde Caleta de Sebo, llegará al volcán de Montaña Amarilla. Una vez en este volcán, podrá acceder a las playas míticas de El Salado, La Francesa y La Cocina. Esta última es una de las calas más especiales de la isla, y te preguntarás: «¿Por qué?», pues bien, este verano es el momento perfecto para que descubras la magia que esconde esta playa.

La Graciosa brilla por la ausencia de carreteras asfaltadas, entre otras muchas cosas. Moverte en bicicleta por los caminos desérticos que presenta la isla puede ser toda una aventura.

Este va a ser el plan favorito de muchas personas. El producto estrella de la isla es el pescado fresco. En cualquier restaurante de Caleta de Sebo podrá disfrutar deliciosos manjares de la zona como el bocinero o la morena. Eso sí, no olvides completar el menú con papas arrugadas con mojo, gofio escaldado o queso. ¡Aprovecha las delicias que te ofrece la isla!

No escatimes en fotos. Si quiere descubrir un rincón de arena blanca y alejado de la civilización, ideal para llenar el carrete, la playa de Las Conchas es tu lugar. Visitar este lugar supone teletransportarte a otro mundo. Esta playa ofrece vistas privilegidas a varios puntos de La Graciosa, y es el lugar por excelencia para sacar las mejores fotos del viaje.

Los planes en tierra firme están bien pero, ¿qué me dices de los planes submarinos? Sumérgete en las aguas transparentes de la isla y conoce la mayor reserva marina de Europa. Algunas de las especies que podrás observar en estas aguas son roncadores, burritos listados, medregales, jureles, abades, morenas negras o las endémicas langostas canarias.

Las actividades acuáticas no cesan. La excursión desde Lanzarote o desde Caleta de Sebo no puede faltar en el viaje a La Graciosa. Así, podrás recorrer la costa de la isla y conocerla desde otra perspectiva.

En esta ocasión, toca volver a pisar tierra firme para conocer la cultura y la historia de la isla. En el Museo Chinijo de Caleta de Sebo encontrarás un espacio con información sobre todo lo relacionado con la flora, la fauna y la actividad en torno a la sal y las salinas de La Graciosa.

Ir a descansar después de caminar bajo la luz de los faros en calles desérticas, tras haber visto un atardecer de ensueño es un lujo que pocos conoces y muchos quisieran descubrir.

¿Quién no quiere vivir, al menos una vez en la vida, el sueño graciosero?

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