Una caricatura del declive de los dioses griegos
'El Olimpo'. De La Cruz refleja en su muestra, expuesta en 'Los Llano es cultura', una versión marchita de estos seres divinos, olvidados e ignorados con el paso del tiempo por los humanos
Hace falta tener descaro para humanizar a los propios dioses. Bajarlos de su pedestal y mostrar las consecuencias de la inmortalidad. No morirán, pero el tiempo sí pasa factura para los 14 olímpicos griegos en la muestra de un artista cuyo atrevimiento no se limita a proyectar una imagen desgarbada de Zeus, Ares, Atenea y compañía. Un día acaba con el tradicional prototipo apolinio de estas divinidades griegas, y al siguiente coge un barco a Tenerife para presentar su show de monólogos.
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Se podría decir que actor es su profesión más reconocida, pero sería faltar respeto a las dos obras de teatro y los tres poemarios que ha escrito. Incluso ha sido el batería de varios grupos de música. Polifacético, este es el adjetivo que mejor define a Abián De La Cruz, un joven de 32 años, natural de Jinámar, que ha trabajado en televisión, teatro, radio y cine tras su paso por la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro de Telde y la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia.
Su última aparición se produjo ayer de la mano del Círculo Cultural de Telde en el evento de 'Los Llanos es cultura'. Allí, en la emblemática y patrimonial sede del Molino del Conde, presentó su irreverente y original trabajo 'El Olimpo', 14 retratos de los 14 dioses olímpicos griegos. Bajo la técnica mixta, empleando acrílico y rotulador negro, comenzó a dibujar una cara vieja por mera diversión. Aprovechando que los rostros ancianos dan pie a múltiples posibilidades por la cantidad de surcos y grietas que permiten, este artista multidisciplinar se recreó con la representación de un señor entrado en años al que le dio por ensamblar como un busto romano de los que se empleaba para venerar a los emperadores -de ahí que todos tengan la piel gris y estén en un fondo azul-. «De repente me dije, si le meto unos detallitos podría ser Hermes. Y ya luego vinieron los otros 13», relata De La Cruz.
Así de casual fue el origen de una muestra que también se ha expuesto en municipios como Valsequillo o Las Palmas de Gran Canaria. «Quise mostrar a unos dioses decadentes, romper con esa tendencia de idealizarlos o magnificarlos, imaginándomelos en un asilo contando las típicas batallitas que no le interesan a nadie», comenta el creador teldense. A estas divinidades, las suyas, el tiempo les ha pasado factura de una manera amarga.
«Los dioses están condenados a cargar sobre sus hombros el peso de la miseria humana durante toda la eternidad. Están tristes, cansados, marchitos... caducos. Vagando en la vitrina de un geriátrico olímpico, donde nadie les toma en serio. Porque nadie se para a escucharlos, su divinidad ha muerto. Lo único que han podido elegir es su resoplido de vida tras los retratos silenciosos. Es lo que hace a estos dioses algo tan condenadamente humano», desgrana Abián De La Cruz, el multidisciplinar autor de 14 caricaturas que versan con descaro sobre el declive de los dioses griegos del Olimpo.
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