Mudanza exprés para los vecinos desalojados de Vecindario

Si las mudanzas son momentos de estrés para cualquier persona, lo es mucho más si para hacerla apenas te dan una hora y media. Eso le ha pasado a los vecinos del edificio con riesgo de derrumbe ubicado en la Avenida de Canarias, entre El Doctoral y Vecindario, desalojado de forma apresurada el pasado 15 de marzo ante el riesgo de colapso. Tras los trabajos de apuntalamiento, el pasado viernes pudieron acceder a recoger artículos de primera necesidad y hoy ya tuvieron que ingresar a retirar todas sus pertenencias para vaciarlo.

Los inquilinos comenzaron a primera hora de este jueves a llevarse todo lo que tenían en sus pisos y lo irán haciendo de forma escalonada durante varios días, ya que el propietario les ha asignado un día y un horario específico para recoger lo que aún queda en el interior. Solo pueden entrar tres personas por vivienda y con un tiempo de una hora o una hora y media, según las necesidades.

Rolando y Janet, que llevaban viviendo en este edificio cuatro años, fueron una de las dos familias que tenían asignado el primero de los turnos. Poco antes de las nueve de la mañana comenzaron a toda prisa a recoger muebles, neveras, ropa o electrodomésticos, para llevarlas hasta un camión y después trasladarlas al inmueble del mismo dueño que ocuparon, junto a varios inquilinos, el mismo sábado del derrumbe ante la falta de alternativas que les dio el propietario y por el temor de verse una noche en la calle. Ahora tendrán que buscar otra casa de alquiler.

Durante los próximos días tendrán que hacer lo propio las casi 50 personas que vivían en este inmueble, con expediente abierto en Disciplina Urbanística por supuestamente haber aumentado la capacidad edificatoria que sobrecargó la estructura y puedo haber producido el colapso de uno de los pilares, lo que provocó que el bloque se hundiera al menos cinco centímetros y se produjeran grietas en las paredes.

Ahora tienen dos alternativas, devolver las llaves y rescindir el contrato, o mantenerlas con el compromiso de que el dueño les paga tres meses de alquiler.

Por lo pronto, ya han contratado abogados para que les asesoren para saber qué hacer en este limbo en el que se han quedado, sin posibilidad de volver al inmueble en más de un año, sin vivienda y con escasas probabilidades de encontrar alojamiento en poco tiempo a precios asequibles.

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