La Virgen del Carmen estrena trono para las procesiones de la Aurora

Las procesiones de los rosarios de la Aurora que protagoniza la Virgen del Carmen en La Isleta son la antesala de la celebración del día de su festividad. Unas salidas que parten a las 05.00 horas desde el templo de la calle Benartemi para acometer diferentes recorridos por un barrio que no duda en madrugar para ser testigo de su paso.

Este año estas procesiones, que comienzan este sábado y se van a prolongar hasta el 15 de julio, víspera del Día de Ella -como se denomina el 16 de julio en La Isleta-, tienen un aliciente añadido, el estreno de un trono de rezo donado por un grupo de amigos, devotos y fieles de la patrona de los marineros, que han puesto todo su empeño y su trabajo para hacer realidad esta iniciativa.

Así, en la tarde de este viernes la Virgen del Carmen recibió en su parroquia isletera ese nuevo trono en un acto lleno de significado para las personas implicadas en un proyecto que, aseguran, «comenzó siendo solo una idea» y «costó unos años poner en funcionamiento».

Explican que detrás de «la creación del trono de rezo de la Aurora de Nuestra Señora del Carmen» está «el trabajo de varios amigos devotos y fieles que duró meses» y también «el apoyo de muchas personas, a nivel económico», así como de «acompañamiento emocional y espiritual».

Apuntan que este proyecto «adquirió mayor fuerza» en 2022, «entre los componentes del equipo de trabajo que lo ha llevado a cabo», que impulsó acciones para recaudar fondos como «la venta de unas pulseras» con el nombre de la Virgen». Una idea que tuvo muy buena acogida y fue la piedra de toque para «trazar una hoja de ruta y trabajo».

Contactar con el artista Josué Hernández (La Orotava, Tenerife) «fue el primer paso para poner todo en marcha», explican. Dicen que «una vez iniciadas las conversaciones» con él quedó claro que «el diseño del trono estaba en buenas manos por la profesionalidad, el cariño y la devoción hacia la Virgen».

A partir de ahí se sucedieron «muchos meses» de «intercambios de ideas y pareceres entre el artista y el equipo de trabajo», una proceso «intenso en la búsqueda de la excelencia en la sencillez».

Una vez cerrado el diseño, apuntan, llegó el momento de buscar los «materiales y herramientas» necesarias para materializar el trono. Una fase en al que, reconocen con asombro, «se abrían puertas casi sin pedir» y la gente «cedía sus manos, su trabajo, su disponibilidad... Todo de manera altruista».

Confiesan que «los días de trabajo sobre el trono fueron comenzando» y «la ilusión con la que se hacían las cosas era inigualable».

Además, destacan que el hecho de que la empresa Tekkocan les cediera sus instalaciones para realizar el trono «facilitó mucho el trabajo» ya que contaban con «espacio, maquinaria y mano de obra de profesionales».

Pese a ello, dicen que «la construcción del trono, que culminó el pasado 2 de julio, fue un sinfín de contratiempos y quebraderos de cabeza que, con la paciencia y el buen hacer, se fueron solventando a su debido momento». Y aunque «hubo un momento en el que se creyó que el proyecto podría llegar a pararse por falta de ayuda económica o por problemática en la construcción», lo cierto es que «siempre aparecía una persona o empresa que ayudaba a solventarlos».

Además destacan el trabajo realizado por «Giovanni y Adonay Chirino, Arsenio Rodríguez, Santiago y Jonathan Perdomo y Francisco García, con el apoyo incondicional de Ruymán Hernández y Benahoare del Rosario».

En cuanto al diseño del nuevo trono, indican que presenta «un ligero aumento de medidas» en el largo, el ancho y el alto, sin caer en «la exageración ni la ostentación». La estructura interior «esta formada por cuadradillos de hierro soldados y reforzados en los puntos de apoyo de mayor peso. Para el movimiento y desplazamiento del trono, se le instalaron cuatro ruedas, y las dos delanteras son giratorias.

Apuntan que «la primera planta esta compuesta por un tablón de madera pintada y barnizada en color caoba con un punto de luz artificial para la iluminación de la imagen». Las molduras exteriores son de madera y pasta de madera pintadas y barnizadas también en caoba, de la carpintería Mac Modern.

La segunda planta del trono cuenta con «contrapeana de caoba barnizada» con 53 campanillas doradas, «diseñada por Josué Hernández y realizada por la carpintería Víctor Manuel López e Hijos». Fijadas a esa peana, «el trono lleva dos jarras de alpaca» y «el faldón está tejido en terciopelo marrón, damasco beige y galón plano de color oro viejo», diseñado y realizado por Adrián Morán y Carmen Rojas.

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