Alexis Jiménez Talavera posa junto a los tronos de Semana Santa en miniatura que ha realizado. Cober

La Semana Santa a una escala diferente

Alexis Jiménez Talavera inaugura este Domingo de Ramos una exposición de tronos en miniatura en la iglesia de San Francisco de Borja

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 2 de abril 2023, 02:00

La iglesia de San Francisco de Borja, en el barrio histórico de Vegueta, acoge desde este Domingo de Ramos y hasta el próximo lunes 10 de abril una muestra de una veintena de tronos en miniatura que replican otros tantos de la Semana Santa de diferentes ciudades de España, aunque prevalecen los que protagonizan esta celebración religiosa en las calles de ciudades andaluzas.

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Alexis Jiménez Talavera es el responsable de unas versiones que, al margen del tamaño, solo difieren de las auténticas en los materiales que emplea para recrearas y que en un alto porcentaje son objetos que recicla, embellece y da otra vida. Y es que, explica, emplea elementos tan singulares como tapas de botellas que se transforman en candelabros, cajas de bombones que recrean el sepulcro de Cristo, cartón, madera, fieltro y «hasta macarrones» reconvertidos en ornamentación de algunos tronos con una mano de pintura plateada y mucha creatividad.

«Soy belenista desde hace 28 años pero hace 22 hice un viaje a Sevilla y cuando llegué, me enamoré de la Semana Santa», reconoce quien comenzó a crear estos pequeños tronos a imagen de los que vio en la capital andaluza por puro 'hobby', hasta que un día se le ocurrió mostrárselos a Olga Melián, profesora del centro educativo San Ignacio de Loyola en el que él trabaja en tareas de mantenimiento.

«Me dijo que esto era arte», recuerda, y ese aliento lo animó a compartir sus creaciones y montar una primera exposición «con solo cuatro tronos». Desde entonces ha pasado una década y su colección no ha dejado de crecer. «Primero con seis y luego con doce y ahora cada año hago uno nuevo», relata.

La primera vez que mostró sus creaciones fue en el propio colegio San Ignacio de Loyola y luego en dos ocasiones en la parroquia de La Paterna, con tanto éxito que acabó por llevarlas a la parte baja de la ciudad y este año vuelve a exhibirlas en San Francisco de Borja. Algo que agradece a «los padres jesuitas que se han portado muy bien».

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Apunta que el título que ha puesto a esta muestra es el de 'Por el pan de cada día', pues dice que se fija en «la realidad que nos rodea y las dificultades que pasan muchas personas» para realizar sus obras. Pero confiesa que su mayor inspiración «son mis padres», que aunque ya no están los tiene muy presentes.

Y siguiendo esa temática, relata, el trono que estrena en esta edición es «el de Jesús despojado de sus vestiduras». Una obra a la que acompañan pasos tan reconocibles como La Burrita, El Cristo de la buena muerte, Jesús el Nazareno, El Calvario o el Santo Sepulcro.

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Añade que estas piezas despiertan mucho interés y que cada año son muchísimas las personas que se acercan a ver la exposición que organiza, «incluso muchos extranjeros».

Por eso su ilusión es que estos pasos puedan ser apreciados en otros lugares de la ciudad y de la isla. Por eso está tan satisfecho de que se vayan a mostrar en las próximas fiestas de n, del 1 al 15 de agosto.

Un fin social

Alexis Jiménez Talavera explica que el trono que más sentimiento le ha generado confeccionar es el de «Jesús y la mujer samaritana», por lo que simboliza. En cuanto al que le ha resultado más laborioso, no duda en señalar el que representa al «Cristo del buen silencio, que se encuentra en la catedral de Granada».

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Apunta que el trabajo que realiza es concienzudo ya que «me fijo en las imágenes, saco fotos y sigo la Semana Santa por la tele de madrugada».

Comenta que cada trono le supone «un mes y medio o dos meses de trabajo» pues no escatima en detalles ya que incluso tienen iluminación.

Además, dice que quienes visiten la muestra, que estará abierta al publico de 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, pueden dejar donativos en metálico o en alimentos que irán a Santa Rita, en la parroquia de San Agustín, algo que le llena de satisfacción.

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