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Del Cono Sur a La Isleta, como si fuera un trayecto de la línea 12 de Guaguas Municipales, en la puerta de las Oficinas Municipales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria coincidieron sin esperarlo varias protestas ciudadanas: la de los vecinos de La Isleta, que cumplen seis meses de lucha por la vuelta de la doble vía a la calle Doctor José Guerra; la de la afición del Sporting de San José, dolida por el nuevo uso del Chano Cruz, su campo de siempre, que expulsa a sus escuelas del recinto.
Esa coincidencia, de la que ninguno de los dos bandos fue consciente hasta las 12.00 horas de este jueves, dejó un lema fácil de armar: «La Isleta y San José, la misma lucha es». Eso se fue repitiendo en armonía vecinal, en una demostración de participación ciudadana más real que cualquiera que pueda fomentar una institución.
Dos barrios, dos conflictos distintos, una sensación idéntica. Las dos protestas se sienten desamparadas ante el gobierno de la ciudad, el que tiene a sus mandos a Carolina Darias, a la que desde un megáfono llamaban sin cesar «Calorina».
La lucha por la doble vía está de aniversario. Son ya seis meses sin parar. Cada jueves los vecinos de La Isleta se concentran para reivindicar que se reponga el sentido de circulación que toda la vida desaguaba el barrio frente al Castillo de La Luz, junto al centro de salud y al de mayores.
Las obras de la MetroGuagua cercenaron un sentido de circulación, obligando a los vecinos a un rodeo kilométrico para regresar al barrio. Tras muchos meses protestando, a veces en el barrio, a veces frente al Ayuntamiento, creen que la insistencia cala: «Ya no están tan cerrados como al principio. Ahora dicen que se ha encargado a Movilidad un estudio a ver si es posible atender nuestra demanda», afirman pero, sin fiarse, mantienen el calendario de manifestaciones.
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Para el Sporting está es su segunda acción visible. La decisión del Instituto Municipal de Deportes, con la concejala Carla Campoamor al frente, de añadir un cuarto equipo a la rotación de entrenamientos en el Chano Cruz le ha obligado a sacar de sus instalaciones a los 70 niños de su cantera. «El Chano Cruz, nuestra casa», gritaban hoy con el apoyo en las voces de los vecinos de La Isleta.
Ese ánimo vecinal conjunto infló los pulmones de los aficionados del 'Joselito', que afirman que desde el Ayuntamiento nadie les ha dado una explicación convincente de esta «situación de hacinamiento» en la que ahora trabajan sus equipos.
La manifestación conjunta fue recabando adhesiones improvisadas a través del claxón de los vehículos que pasaban ante las Oficinas Municipales, donde la vida municipal seguía su curso mientras en la puerta el ruido de la calle se hacía presente.
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