Las Palmas de Gran Canaria

Las feministas rechazan la compensación con una carroza el 8M

La programación de la cabalgata del carnaval el 8 de marzo del próximo año, coincidiendo con las movilizaciones del Día Internacional de las Mujeres, sigue generando heridas en la relación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con el movimiento feminista. Eso se evidencia en la respuesta de la Red Feminista de Gran Canaria a la propuesta de la concejala de Igualdad, Carmen Luz Vargas, de ofrecerles una carroza en el evento.

En un comunicado emitido este martes, la Red plantea al gobierno de la ciudad su reacción a la propuesta, antes de una reunión convocada para esta semana por el Ayuntamiento tras la polémica originada por el calendario carnavalero. «Queremos aclarar que el agravio no es hacia la Red Feminista, sino hacia todas las mujeres. Nos preguntamos si en la carroza ofrecida por el Ayuntamiento caben las más de 190.000 mujeres que viven en Las Palmas de Gran Canaria o las casi 400.000 mujeres de toda Gran Canaria. Esta no es una cuestión que afecte solo a nuestra organización, sino a toda la sociedad, y minimizarlo a un simple gesto nos parece una falta de comprensión de la magnitud de la problemática», exponen.

Mientras la Red emitía su comunicado, la alcaldesa Carolina Darias salía al paso marcando el mismo rumbo que había hecho con anterioridad su concejala. «A veces las fechas vienen dadas. La semana que se celebra el martes del carnaval también se celebra la cabalgata, por lo tanto eso tiene que ser así. No obstante, nos ponemos a disposición de ellas para que sea el mejor acto reivindicativo del 8 de marzo», indicó la jefa del gobierno local.

En ese sentido, Darias señala también hacia una solución compensatoria que pase por un filtro festivo. «Será lo que las redes feministas quieran que sea. Un acto lúdico por la mañana o por la tarde, cuando ellas lo elijan. Vamos a sentarnos a dialogar y estamos a disposición», responde.

El origen de la movilización en las calles, siempre pegado a los motores sociales del feminismo, es otro de los puntos que desata el enfado del que da fe el comunicado de la Red. «Es necesario aclarar que ni el Consejo de la Mujer, ni la Concejalía de Igualdad, ni el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria organizan, gestionan o convocan la manifestación del 8M. Esa labor la realizan los colectivos feministas de la isla, y más específicamente aquellos que forman parte de la Red Feminista de Gran Canaria, que lleva asumiendo esta responsabilidad desde el año 2000. Por tanto, cuando la concejala habla de 'cerrar con broche de oro la manifestación', nos parece evidente que desconoce cómo se organiza este acto».

Esa visión también encadena mal con el punto de vista de la alcaldesa, que asume la responsabilidad de lo que ese sábado suceda en las calles de la capital: «Es una ciudad grande y amplia en la que caben todo tipo de eventos. Ya ha pasado en otras fechas. Este es un gobierno comprometido con la igualdad real y el feminismo», dijo Darias a lo que el comunicado, publicado minutos antes de la respuesta de la alcaldesa, anticipa una respuesta: «El Ayuntamiento no tiene más implicación que la de conceder los permisos correspondientes, una obligación administrativa básica (fruto de un derecho fundamental) que no se traduce en toma de decisión alguna sobre la organización.».

Aunque no había fecha prevista todavía, tras las primeras reacciones desencadenas por el enfrentamiento en el Consejo de la Mujer del pasado jueves, del que este periódico informó el pasado sábado, la red Feminista de Gran Canaria ha sido convocada para una reunión de la que formarán parte Inmaculada Medina, concejala de Carnaval, y Carmen Luz Vargas, la edil con responsabilidades en Igualdad, en la que abordar este agravio.

El comunicado de la Red incide en su último párrafo en que «el Ayuntamiento sigue sin comprender la importancia de las reivindicaciones ni el impacto negativo de su decisión sobre el 8M. Seguimos exigiendo respeto para una fecha que es de todas las mujeres y que debe mantenerse libre de eventos que distraigan la atención de nuestras demandas fundamentales por la igualdad».

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