La emoción desborda La Isleta en la procesión del Carmen
Miles de personas siguieron a la imagen tras salir del templo después de la misa de las 4.30 horas
Primero silencio, después aplausos, vivas, gritos de «guapa», cánticos, lágrimas (muchas), rezos... todo eso se ha vivido en la madrugada y la mañana de este miércoles en el barrio de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, con motivo de la festividad del Carmen y la procesión de la imagen desde su templo, en un lento peregrinar que arrancó tras la misa de las 4.30 horas.
A las 5.00 comenzó la instalación de la rampa para que los costaleros pudiesen salvar los escalones de acceso a la iglesia y a esa hora ya había una multitud en la puerta intentando coger el mejor sitio para ver el instante en que salía la Virgen del Carmen. Fue a las 5.25 cuando el trono abandonó el templo y se desbordó la emoción.
Tras la habitual lluvia de pétalos desde el inmueble frente a la iglesia, la imagen siguió su recorrido por las calles Benartemi, Umiaga, plaza del Carmen, Tamarán, Osorio, Artemi Semidán, Faycanes, Menceyes, Malfú, Palmar, Roque Nublo, Tecén, Tanausú, Romeral y Benartemi.
Junto a ella miles de personas, una riada humana en la que se iban marchando algunos de los más madrugadores (o los que simplemente no durmieron para llegar puntuales) y se iban incorporando otros. Como las calles de La Isleta estaban cortadas desde bien entrada la madrugada, zonas colindantes, como los accesos a El Sebadal, se llenaron de coches aparcados por quienes, procedentes de diferentes lugares de la isla, no quisieron perderse una procesión marcada para muchos en rojo en el calendario festivo de Gran Canaria.
En su deambular por La Isleta, las alfombras instaladas en las calles con singular mimo la víspera por los vecinos se iban deshaciendo, mientras que los puestos con recuerdos de la Virgen del Carmen hacían en julio su particular agosto con la venta de pulseras, estampas y figuras de la imagen.
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